Volodímir Zelensky criticó la declaración de la reciente cumbre del G20, en Brasil, a la que no fue invitado, sobre la guerra en Ucrania. Dijo que fue “débil” y cuestionó que no mencione ni siquiera a Rusia.
Zelensky habló durante la Tercera Conferencia Internacional sobre Seguridad Alimentaria “Grano de Ucrania”. Opinó que en Río de Janeiro hubo una situación “bastante escandalosa” y lamentó que el líder del país “se mostró en el lado débil” respecto al conflicto.
El ucraniano sostuvo que Brasil no podría mediar para lograr la paz porque no se quiere enfrentar a Putin. “No mostró su voz durante el G20 respecto a la agresión de Putin y Rusia. No sonó fuerte”, recalcó, estimó que esa “debilidad” le permite a Putin “golpear con nuevos misiles”.
“Creo que si hay declaraciones fuertes, llamadas fuertes, pasos fuertes, entonces Putin no se comportará así”, dijo Zelensky, en referencia también a la comunicación telefónica que el canciller alemán Olaf Scholz mantuvo con el ruso, que fustigó al entender que “abre la caja de Pandora”.
El presidente de Ucrania les volvió a pedir a sus aliados occidentales que le entreguen más sistemas de defensa antiaérea a su país, tras los ataques aéreos de Rusia con más de mil bombas, drones y cohetes, incluido un nuevo misil balístico hipersónico.
Recalcó, además, que Ucrania “no es un campo de pruebas de armamento”, sino un Estado soberano e independiente. “Reforzar la protección de nuestros cielos es absolutamente crítico”, afirmó.
La guerra se intensificó en los últimos días. La autorización de Estados Unidos y otros miembros de la OTAN a Ucrania para lanzar sus misiles de largo alcance generó que Putin fijara una nueva “doctrina nuclear” y hubo una escalada de ataques.
La OTAN y Ucrania mantendrán conversaciones de emergencia el martes.
El primer ministro de Polonia, Donald Tusk, afirmó que el conflicto está entrando en una fase decisiva” y adquiriendo “dimensiones muy dramáticas”.
Putin dijo que el lanzamiento del misil Oreshnik fue una represalia por el uso por parte de Kiev de misiles estadounidenses y británicos de mayor alcance capaces de penetrar más profundamente en territorio ruso, y afirmó que los sistemas de defensa aérea occidentales serían incapaces de detenerlo.
Por su parte, el portavoz del Kremlin, Dmitry Peskov, mantuvo el tono belicoso y fustigó “las decisiones y acciones imprudentes de los países occidentales” de suministrarle armas a Ucrania para atacar a Rusia.
El primer ministro húngaro, Viktor Orbán, sugirió que el uso de las armas suministradas por Estados Unidos en Ucrania probablemente requiera la participación directa de Estados Unidos porque se requiere “la tecnología más avanzada del mundo” y la capacidad de comunicaciones por satélite. “Hay una fuerte suposición de que estos misiles no pueden ser guiados sin la asistencia de personal estadounidense”, añadió.
Orbán advirtió que las recientes modificaciones de Rusia a su doctrina de despliegue nuclear no deben descartarse. “Habrá consecuencias”, sostuvo.
La Dirección General de Inteligencia de Ucrania detalló que el misil Oreshnik, cuyo nombre en ruso significa “avellano”, fue disparado desde el 4º Campo de Pruebas de Misiles de Kapustin Yar, en la región rusa de Astracán, y voló 15 minutos antes de impactar en Dnipro. Indicó que tenía seis ojivas no nucleares, cada una con seis submuniciones. Sumó que se realizaron lanzamientos de prueba de un dispositivo similar en octubre de 2023 y junio de este año.
En otras partes de Ucrania, Rusia atacó un distrito residencial de Sumy con drones Shahed de diseño iraní, matando a dos personas e hiriendo a 13.