ESCUCHAREl especialista en economía, José María Rinaldi, asevera que Argentina tiene la carga tributaria más elevada de América Latina con un sistema regresivo, inflexible y vulnerable
En el marco del debate parlamentario que comenzó esta semana sobre el impuesto a las Ganancias, la administración del presidente Mauricio Macri está trabajando para acercar posturas para un eventual acuerdo con la oposición.
Existe un proyecto oficial y otro del Frente Renovador, concretamente del partido liderado por Sergio Massa, aunque también hay otras iniciativas de distintos partidos. Por su parte, la voz del sindicalismo recordó que ambos candidatos (Macri y Massa) prometieron en la campaña que lo iban a eliminar.
Factor dialogó con José María Rinaldi, director del Plan Fénix Córdoba, contador público y licenciado en Administración de la Universidad Nacional de Córdoba, quien abordó el intrincado tema del régimen tributario nacional.
En tal sentido graficó: “Argentina tiene una característica particular en cuanto a su régimen recaudatorio: después de Brasil tiene la carga tributaria más alta de América Latina; tres cuartas partes de su recaudación tienen ‘efecto precio’, es decir se trasladan al consumidor; tiene una baja participación en la recaudación del impuesto a la renta (como la media de la región) pero con la particularidad de que dos tercios corresponden a sociedades y uno, a personas físicas; de este último tercio, 80% es por vía de retención en la fuente. De allí la importancia de la reforma que tendría un costo por pérdida en la recaudación de unos 63 mil millones de pesos. Es decir que un impuesto que debería ser un instrumento de redistribución del ingreso y progresividad se convierte en regresivo por las características mencionadas”. Una de las ideas del Gobierno sería gravar la renta financiera, los plazos fijos superiores a un millón de pesos para personas físicas y utilidades de operaciones con las Lebacs.
En tal sentido, el especialista señaló que “en ese contexto, como es habitual en el régimen tributario argentino, aparecen los impuestos comodines o vedettes. Habitualmente se hace uso de sectores con rentas extraordinarias, por eso las rentas financieras, Lebac, juego y faltan los ‘creativos’ impuestos a los combustibles. Ello convierte la recaudación en un régimen superpuesto de impuesto con efectos yuxtapuestos y contradictorios en términos de efectos económicos”.
Si bien parece menos probable, el Gobierno nacional baraja la idea de gravar la compraventa de acciones para personas físicas. La pregunta que surge es por qué estas medidas no fueron tomadas por anteriores gobiernos.
Respecto a la compraventa de acciones, Rinaldi agregó que “ello resulta paradigmático porque la ley de reparación histórica ha derogado el impuesto, junto con bienes personales para contribuyentes cumplidores e impuesto a la renta mínima presunta (impuesto al patrimonio de las sociedades), en un claro beneficios a los sectores más ricos de la población”.
Para el contador, la reforma tributaria ha sido un tema tabú en nuestro país.
“Ningún gobierno, salvo el de 1973 -frustrado por la dictadura- ha propuesto una reforma integral del régimen tributario argentino que remueva su impronta de regresivo (pagan los que menos tienen), inflexible (no se puede modificar en el corto plazo salvo vía comodines) y vulnerable (en casos en los que la economía se ‘enfría’ impacta fuertemente en la recaudación)”, sentenció.
