“La exención de Ganancias en el aguinaldo es un nuevo parche”

Marcos Sequeira analiza el contexto económico en que se encuentra Argentina frente al anuncio del Gobierno. Según el especialista, el tema que realmente debe abordarse en el Congreso es el de una verdadera y profunda reforma impositiva

Días atrás, el Gobierno nacional anunció que la segunda cuota del Sueldo Anual Complementario (SAC), que se pagará en el venidero mes de diciembre, no sufrirá el impacto del impuesto a las Ganancias. Esto significa que, en la práctica, cuando se abone dicho complemento retributivo, no se retendrá el tributo mencionado, aumentando en consecuencia los haberes de los trabajadores.
Factor dialogó con Marcos Sequeira -tributarista, profesor de posgrado de numerosas universidades argentinas y extranjeras-, quien advirtió el panorama económico en que se encuentra hoy en día Argentina y los efectos que producirá lo anunciado por la administración Macri.
En tal sentido dijo: “Como toda medida, antes de examinarla en particular es preciso analizar el contexto dentro del cual se dicta. No es lo mismo que compre un auto importado de alta gama una familia que posee ingresos de $15.000 y un patrimonio de $100.000 que lo haga otra cuyos ingresos son de $500.000 cuyo patrimonio es de $100.000.000. Ahora, si la primera de estas familias se gana una rifa por US$1.000.000.000 la situación cambia. Argentina no se ganó esa rifa. Las provincias, que también sufrirán el impacto de esta decisión gubernamental -por detracción de los fondos coparticipables- tampoco tuvieron tanta suerte. El sector productivo de nuestro país tampoco se ganó esa rifa y, además, viene sufriendo un proceso recesivo”.

¿Cómo se encuentra la economía argentina para llevar a cabo esas novedades?
El marco dentro del cual se resuelve esta exención sobre el aguinaldo nos encuentra en una situación en la que el país tiene un endeudamiento creciente, con tasas de interés muy elevadas, mayores que las que paga la mayoría de nuestros países vecinos. Es un país que acaba de colocar dos bonos a siete y 10 años en moneda nacional y a tasa fija, por un importe de $100 mil millones, los cuales, se prevé, irán a cubrir una alta demanda de los inversores extranjeros. Por lo tanto, crece el endeudamiento externo. Sobre este punto, hay que considerar también que los bonos del blanqueo fueron un fracaso. Una fuerte depreciación de los ingresos de los trabajadores, asalariados y también autónomos, como es el caso de los profesionales, que ha llevado a la consideración de la necesidad de dar un bono de fin da año, el cual las provincias, en su mayoría, dicen no poder pagar, mientras las empresas privadas expresan que se deben estudiar las posibilidades de cada sector. Un panorama donde se espera, asimismo, que en 2017 la economía crecerá tres por ciento -según los pronósticos más optimistas- y la inflación será de 22% y donde las reservas se incrementaron de US$3.087 millones a US$35.544 millones. Sin embargo, la suba obedeció a que ingresaron 2.478 millones de euros que se recaudaron colocando deuda en el exterior. Donde los dólares que han ido ingresando a la economía no fueron afectados al sector productivo sino al sector financiero. Por eso baja la cotización del dólar.

¿A qué universo de trabajadores beneficia la exención de Ganancias en la segunda cuota del aguinaldo?
En primer lugar, sólo alcanza a los asalariados, esto es, a los empleados en relación de dependencia. No se contempla a los trabajadores autónomos ni a los trabajadores “fuera del circuito formal”, los “monotributistas”, entre otros. Además, se trata de un beneficio que se limita sólo a la segunda cuota del aguinaldo. A diferencia de otros decretos que se dispusieron con anterioridad (no todos, sino algunos), el SAC será considerado exento. En otros, por ejemplo, no debía ser considerado el SAC a los fines de determinar la retención. Por eso, en definitiva, cuando se hacía la liquidación final, se terminaba pagando el impuesto a las Ganancias también sobre el aguinaldo. Sólo alcanza a los trabajadores que tributan Ganancias y tienen salarios inferiores a $55.000 brutos por mes. Pero existe otra limitación: no pagarán el impuesto aquellos asalariados a los cuales les corresponda un medio aguinaldo de hasta 15 mil pesos. “Quienes perciban más, tendrán una bonificación especial hasta ese umbral”. Esto dijo textualmente el ministro de Trabajo de la Nación, Jorge Triaca. Yo interpreto que esto significa que, quienes cobren más de 15 mil pesos de SAC, pagarán sobre el excedente.

¿Podría explicarlo?
Sí. Por ejemplo, un trabajador que tiene un sueldo bruto inferior o igual a 30 mil pesos y le corresponde un aguinaldo por debajo o igual a 15 mil pesos no sufrirá descuentos (retenciones). En cambio, quienes ganan entre 30 mil y 55 mil pesos en bruto pagarán Ganancias sobre el excedente que supere la barrera de 15 mil pesos. Un empleado en relación de dependencia que percibe una remuneración mensual de 40 mil pesos -y le corresponde un aguinaldo de 20 mil pesos-, pagará Ganancias sobre cinco mil pesos.
Algunos medios han publicitado que los trabajadores que tienen un salario superior a 55 mil pesos brutos tributarán Ganancias sin ningún beneficio. Efectivamente, esta afirmación se compadece con lo que expresó el ministro. Sin embargo, esto carece de lógica y torna regresivo el potencial decreto. Si es así como se instrumentará la medida, será a todas luces inequitativa. No obstante, tengo pocas esperanzas de que haya cambios sobre este particular.

Remiendo
Según el especialista, se está ante un nuevo parche, que redundará en un “efecto bolsillo” de hasta $ 4.357 por trabajador. Éste viene a sumarse a otro precedente, dictado también por las actuales autoridades públicas -decreto 394-, que también significó un importante alivio para asalariados y jubilados.
Recordó, que por medio de esa disposición, el ingreso más bajo alcanzado -el Mínimo No Imponible-, es de $245.444 anuales, equivalentes a $18.880 por mes, para el caso de un trabajador o jubilado soltero. Si se encuentra casado y con dos hijos, estos importes se aumentaron a $ 325.000 y $25.000, respectivamente.
En el caso de los autónomos, se estableció que aquellos sin cargas de familia pagarían a partir de $7.073 mensuales, mientras la familia tipo lo viene haciendo cuando se superan $13.682. Finalmente señaló: “El parche anterior, dictado por el Gobierno anterior por medio del decreto 1242/13, ancló en los ingresos de 2013: los que cobraban menos de $15.000, quedaron exentos del gravamen”.