La actualidad de la economía de India

Por Salvador Treber

El gigante sudasiático aparece como un eventual “compañero de ruta” y un importante demandante de bienes de consumo para atender los requerimientos de una población en continuo y acelerado crecimiento
La República de India, ubicada en el centro de la cuenca del océano Indico, tiene una superficie de 3.287,3 miles de km2 y es actualmente segundo entre los países más poblados del planeta con 1.338,2 millones de habitantes; aunque se viene acercando rápidamente al primero, su vecina República China, que registra una población de 1.430 millones. Es altamente probable que en muy pocos años más se invierta esta situación y pase a ocupar el máximo sitial en cuanto al número de habitantes. Además, es el más densamente poblado.

India, en un pasado no muy lejano, cuando era una posesión inglesa, tenía un territorio mucho más extenso ya que incluía lo que hoy es Pakistán, Birmania y la isla de Ceylán, cuya máxima autoridad hasta el año de su independencia (1948) era un súbdito inglés, habitualmente de la nobleza e integrante de la Cámara de los Lores británica, designado para ejercer el rol de Virrey en dicha colonia asiática. Luego de la finalización de la Segunda Guerra Mundial, después de ser subdividido dicho territorio en tres países diversos, India, uno de ellos, logró acceder a una plena autodeterminación, objetivo por el que tanto trabajó Mahatma Ghandi, siempre tratando de que primara la paz en esta verdadera cruzada liberadora que también cumplió respecto de Sudáfrica.
A su vez, Pakistán, antes sólo una región, luego del conflicto armado que sostuvo con India, sigue reclamando insistentemente para que se le “devuelva” la provincia norteña de Cachemira que el aquélla incorporó a su territorio y sobre lo cual no admite ningún reclamo. En Pakistán existen bases militares estadounidenses y tales planteos constituyen un permanente motivo de fricciones y atentados terroristas.
La India actual, por las características sociales que ha asumido, contiene prácticamente dos países en uno. Setenta por ciento de su población, especialmente la que está localizada en las cuencas de los ríos Ganges (sagrado) e Indo es muy pobre y con poca instrucción; pero el 30% restante, que incluye la capital, Nueva Delhi, tiene características muy diversas y una industria altamente sofisticada.

La coexistencia de “dos países en uno”
En el área donde está situado el llamado “Triángulo de Oro”, ligeramente al suroeste de la precitada capital, la actividad predominante se caracteriza por la elevada tecnología, impulsada por los jóvenes especializados en las mejores universidades británicas pero fieles a su país de nacimiento pues luego de finalizada su formación científico-técnica, siempre regresan para establecerse con el objeto de coadyuvar a su progreso. Tal situación social, tan notoriamente diversa, explica que el producto bruto per cápita sea de sólo US$1.800 en promedio nacional. En consecuencia, los contrastes son mayúsculos y la gran mayoría sostiene creencias que también frenan la adquisición de conocimientos científicos-técnicos de avanzada.
Según la información oficial, el índice inflacionario anual asciende a 4,9% y la relación de la deuda pública respecto al Producto Bruto Interno (PBI) es de 68,9%. Sin embargo, es un factor positivo que primen en forma absoluta los acreedores internos y estén convenidos en moneda nacional del país (rupia). Su economía, pese a las características antes referidas, le permite figuran entre las 10 mayores potencias del mundo y el continuado progreso es, a todas luces, evidente. La delegación de 83 empresarios que acompañó en febrero a nuestro presidente en la visita a dicho país seguramente ha tenido en cuenta que su calificación según el ranking Doing Business no le es nada favorable (77º).

Ello significa que venderles por cifras significativas no será nada fácil. En Nueva Delhi prevalecieron aspectos estrictamente políticos y las primeras operaciones concertadas se refieren a productos primarios, salvo la adquisición de litio. El foro de negocios realizado para allegar la delegación argentina concitó la presencia de los más importantes empresarios de India a los que se instó a concretar inversiones en nuestro país. El tema que sólo les interesa sobremanera es todo lo referido a la explotación de nuestro yacimiento de Vaca Muerta (Neuquén). La recepción de nuestra delegación fue muy buena pero las concreciones muy escasas y el intercambio con los representantes de las empresas más importantes del país sólo sirvió para aclarar dudas pero no más pues prefieren no negociar hasta que se concrete la renovación gubernamental. Tal circunstancia fue sutilmente insinuada por los dirigentes y empresarios indios, quienes sugirieron una nueva visita con posterioridad a los comicios; pues los interlocutores pueden ser otros.
A la referida presentación asistieron unos 320 empresarios, de los cuales apenas 14 conocían nuestro país y ninguno más allá de la ciudad de Buenos Aires. Las preguntas formuladas fueron muy de muy diversa índole, incluso deportivas. Pese a que nuestro Presidente señaló que veía en India un futuro muy importante “socio”, quedó en el ambiente la impresión de que la recepción y deliberaciones, por firme decisión de los “dueños de casa”, no habrían de exceder ese carácter casi protocolar. El embajador indio destacado en nuestro país, presente durante todas las sesiones conjuntas públicas y privadas, se mostró satisfecho y -usando una común expresión argentina- sostuvo que “siempre por algo se empieza”.

La respuesta del presidente Macri culminó cuando expresó a viva voz: “Quiero invitarlos a que sean parte de integración y conexión profunda entre nuestros países. Tenemos una excelente relación con India y compartimos el entusiasmo en fortalecer los vínculos económicos en sectores de interés común”. Dicha invitación fue calurosamente aplaudida pero ello no obsta para que los próximos pasos se den después de que asuman las nuevas autoridades. En suma, todo quedó circunscripto a “compras de compromiso” por un total de US$75 millones (incluyendo el litio).
Nuestra delegación interpretó lo actuado como un éxito, pero los colegas indios lo consideraron una mera “atención a los visitantes”. Resulta obvio que la eventual concreción de relaciones de intercambio más importantes sólo podrá suceder a comienzos del próximo año, cuando haya certeza sobre la identidad y objetivos de los funcionarios que resulten elegidos y cuando -posteriormente- sus respectivos equipos de técnicos se hayan afianzado. En la oportunidad referida prefirieron no acelerar tratativas y sólo hacer lo indispensable para reanudar dichas negociaciones cuando lo juzguen más oportuno.

La experiencia de la incursión en Vietnam
Este país ha encarado con bastante éxito su reconstrucción después de haber enfrentado con su ejército irregular y el conjunto del pueblo, primero a la ocupación militar francesa y posteriormente a Estados Unidos, que llegó a concentrar más de un millón de soldados equipados con las amas más modernas de ese momento para intentar, sin éxito alguno, vencer tan heroica resistencia. El enfrentamiento se extendió durante siete años y terminó con la peor derrota de las fuerzas armadas estadounidenses de todos los tiempos. Además, la prensa americana trató de disimular la magnitud de lo sucedido, que los historiadores reconocen como una verdadera hazaña.

Las negociaciones tuvieron en este caso un sentido muy diverso de las mantenidas en Nueva Delhi, pues allí se procuró seducir a los empresarios de aquel país con el objetivo de que inviertan en el nuestro, mientras que -en Vietnam- nuestro presidente dijo que se trataba de coadyuvar a mejorar las condiciones de vida del pueblo por medio de la exportación de excedentes argentinos disponibles. El primer acto fue el de rendir dos homenajes: el primero, depositar una ofrenda floral en el monumento a los Héroes y Mártires; y el segundo, en el mausoleo que guarda los restos de Ho Chi Minh.
La intención de la delegación argentina en este caso ha sido promover la venta de alimentos y, como en India, colocar en cantidad limones, huevos y alimentos frescos. Como el más favorable antecedente, que se mencionó reiteradamente, durante el último decenio nuestras exportaciones a ese país se multiplicaron por seis. Las negociaciones lograron un saldo auspicioso pues su presidente Nguyen Phu Trong y el primer ministro Nguyen Xuan Phuc procedieron a dar, en presencia de nuestra delegación, expresas directivas para incentivar en todo lo posible las relaciones comerciales recíprocas.
Argentina, por su parte, se comprometió a habilitar la posibilidad de que Vietnam compita en materia de telecomunicaciones y la exportación de frutas tropicales que -se estima- pueden ser muy bien recibidas en el mercado local. Los equipos de ambos países intercambiaron elogios y se comprometieron a “seguir avanzando” con el objeto de llegar lo antes posible a una “plena integración”. Los funcionarios vietnamitas declararon también, sin retaceos: “Necesitamos cada vez más alimentos”. Asimismo, aseguraron que desean despertar “el máximo interés al respecto de los productores argentinos”.
En síntesis, la gestión fue positiva pues sirvió para hacer conocer al detalle las posible características que pueden llegar a asumir respecto a los dos países visitados pero muy pobre en cuanto a concreciones debido a que, lógicamente, prefieren en Nueva Delhi y Saigón esperar de que asuman en nuestro país, en diciembre próximo, las nuevas autoridades electas.

“El gigante sudasiático aparece como un eventual “compañero de ruta” y un importante demandante de bienes de consumo para atender los requerimientos de una población en
continuo y acelerado crecimiento. La eventual concreción de relaciones de intercambio de
envergadura -entre Argentina e India- sólo podrá suceder a comienzos del próximo año, cuando haya certeza sobre la identidad y objetivos de los funcionarios que resulten elegidos”.