Por Gustavo Fadda . Mgter. Docente Universitario. Especialista en Comercio Exterior.
La globalización es un fenómeno dinámico, que siempre está en constante proceso de crecimiento y transformación.
El actual período globalizador alcanzó su momento paradigmático económicamente hablando, a finales del siglo pasado, en la década del 90, después que una serie de acontecimientos transformaran el orden mundial, tales como la caída del Muro de Berlín (1989), uno de los símbolos más conocidos de la Guerra Fría y de la separación de Alemania.
Un par de meses después se produce la desintegración de la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS) e inmediatamente los Balcanes.
De esta forma desaparecen el bloque socialista soviético desde el punto de vista político y de la economía centralmente planificada.
Y como final de la zaga, se produce la denominada Guerra del Golfo, debido a la invasión de Irak a Kuwait, y que llevó a la intervención de EEUU, quien emerge vencedor y se transforma en el gendarme del mundo, en potencia hegemónica. El mundo se transforma en unipolar.
Ahora bien, desde el incio del siglo XXI muchos acontecimientos han actuado como “disruptores”: la caída de las Torres Gemelas, la crisis financiera en 2008 y la emergencia de países antes subdesarrrollados a poderosos, transformando nuevamente el orden mundial y tornándose en multipolar.
Ahora, algo más grave ocurre con la pandemia del Covid – 19, y pone en jaque la salud física y mental de miles de personas, lleva a gobiernos a suspender normalidades, pone en evidencia cierta precariedad del sistema sanitario público y la economía se vuelve anormal.
En realidad, ya antes de esta emergencia habíamos estado transitando otro proceso de cambio, quizás silencioso: la tendencia a la intangibilización de la producción de la economía mundial.
La confluencia de las transformaciones mencionadas, sumándolas a los efectos que tras la crisis sanitaria se producirán en distintos ámbitos, generará probablemente a una aceleración de esa intangibilización.
La economía mundial está en un proceso de cambio que, en lo que se conoce como “globalización 4.0”, apoyado por el conocimiento, la información, la ingeniería, la innovación, la invención, el know how, la propiedad intelectual, las comunicaciones, las patentes y los intangibles varios, que se conforman en el motor del valor generado.
La “vieja globalización” producida por el transporte de bienes por las fronteras está dando paso a una nueva: más de la mitad de los flujos económicos transfronterizos en la actualidad lo son de intangibles.
Los países más prósperos son aquellos que mejor se adaptan a este nuevo mundo. Motivo por el cuál, formar parte de los intercambios de generación y aprovechamiento de conocimiento e innovación productivos internacionales es crucial para el desarrollo de Argentina.
Para ser parte de ésta etapa de la globalización, que es mucho más exigente, sofisticada y tecnologizada, y alcanzar el éxito internacional, es necesario que el país tenga más y mejores empresas internacionales.
Importancia y papel del sector servicios en la economía mundial
La industria de servicios tiene un rol fundamental en la economía y su importancia se refleja en el Producto Bruto Interno (PBI), en la evolución del empleo y del comercio y también en el crecimiento de la inversión extranjera directa.
Actualmente, los servicios son responsables del 70% del producto global mundial (en los países desarrollados llega al 80%), y del 60% del empleo generado en todo el mundo, correspondiendo el 46% del total de las transacciones mundiales al comercio de exportación de servicios, medidos en términos de valor agregado. Y las cadenas globales de valor están deviniendo más en flujos de intangibles crecientes que en procesos de bienes físicos integrándose.
El comercio internacional, la sumatoria de todas las exportaciones de bienes y servicios en el planeta, llegó el año pasado al récord nominal de 25 billones de dólares.
Según la Organización Mundial del Comercio (OMC), el comercio mundial de bienes físicos en 2019 fue de US$ 18,89 billones en dólares estadounidenses, estamos hablando de millones de millones, y que medido en dólares tuvo un descenso respecto del año 2018, del tres por ciento. El comercio de servicios comerciales “puros” aumentó en el año 2019, medido en dólares dos por ciento, llegando a US$ 6,03 Billones.
El comercio internacional de servicios creció en los últimos 15 años 60% más que el de bienes físicos (específicamente, las exportaciones mundiales de
servicios basados en nuevas tecnologías de la comunicación crecieron 150 % en 15 años), y sumado a la generación de acuerdos económicos internacionales, conocidos como de quinta generación, que ya no se reducen a la simple reducción arancelaria en frontera, sino que avanza sobre la regulación de los temas mencionados, están demostrando que estamos en presencia de un nuevo contexto para el comercio internacional, en dónde viajes y transporte, migraciones, flujos de conocimiento, noticias, valores y pautas culturales, generan un flujo incesante transnacional que no para, poniendo de relieve un incontrastable cambio en la composición de la matriz.
Si se analiza la lista de los principales exportadores de servicios en el mundo se destacan Estados Unidos, el Reino Unido, Alemania y Francia. No hay latinoamericanos en esa lista de grandes exportadores (como si los hay en la de exportadores de bienes). Luego, aparecen países emergentes entre el décimo y el trigésimo lugar en dicho ranking; países tales como Singapur, Tailandia, Corea, Emiratos Árabes, Taiwán y Turquía.
Situación en Argentina
En este marco, las exportaciones argentinas de servicios en 2019 llegaron casi a US$14.000 millones. El resultado, no es tan positivo como debería esperarse, ya que desde hace una década que están estancada en estos valores.
La Argentina genera solo 0,25% del total de exportaciones mundiales de servicios, lo que implica una cifra menor que el 0,31% que genera en el comercio de bienes físicos.
Argentina tiene una débil participación en el comercio internacional de bienes, pero es más débil todavía en este segmento.
Ello muestra la infraparticipación citada en el comercio exterior. Además, nuestro país muestra un déficit comercial constante y crónico en la balanza de servicios.
A su vez, si se analiza la composición de las exportaciones de servicios argentinas, se constata que del total de servicios exportados en la Argentina el mayor porcentaje pertenece a servicios empresariales, que reporta 33% del total. Le sigue en relevancia el rubro turismo (viajes), que genera 31,5% del total. A continuación, en relevancia aparece el rubro transportes, con 18% del total exportado en servicios.
En cuarto lugar de relevancia aparecen los servicios de informática e información, generando 9,5% del total. Los demás servicios (culturales, personales, comunicaciones, regalías, construcción, entre otros) apenas generan importes que rondan el uno por ciento del total cada uno.
Se observa, pues, que hay un componente de los llamados servicios basados en el conocimiento en la Argentina, que se aproxima al 45% del total, mientras que el resto se compone de servicios de transporte y viajes (que juntos explican alrededor de la mitad del total).
Así, las exportaciones de servicios argentinas representan una cifra medida en dólares que equivale aproximadamente al 23% de la cifra que surge de medir las exportaciones de bienes.
Por ello, lo primero que puede decirse es que deberían crecer este tipo de exportaciones, y deberían hacerlo sustancialmente, especialmente las basadas en conocimiento, para mejorar el posicionamiento argentino en la llamada globalización 4.0.
Taller sobre exportación de servicios y propiedad intelectual
La Facultad de Ciencias Económicas de Córdoba –FCE-UNC– el curso la “Exportación de Servicios y Propiedad Intelectual” que se desarrollará bajo la modalidad virtual el próximo martes 2 de junio. El cursado es 100% on line por plataforma Zoom de 17 a 21. El curso está destinado a estudiantes, profesionales, emprendedores, encargados de negocios, pymes, público en general interesados en profundizar en el comercio internacional. En la oportunidad Gustavo Fadda –Mgter. Docente Universitario y especialista en comercio exterior disertará sobre los siguientes tema: a) Evolución de los servicios no transables internacionalmente al comercio internacional de servicios b) Importancia en la economía internacional c) Regulación internacional. Barreras a las exportaciones. d) Panorama global. e) Argentina y la exportación de servicios. f) Servicios basados en el conocimiento. g) Aspectos aduaneros, cambiarios, tributarios e impositivos. h) Plan estratégico 2030. Ley de Economía del Conocimiento. Uno de los objetivos del curso es demostrar la importancia a nivel mundial y nacional del comercio internacional de servicios y de propiedad intelectual y establecer la diferencia entre el modelo de exportación de bienes versus el de servicios. Arancel Pago Único: $1.490. Arancel Pago Único Estudiantes FCE UNC: $1.120. Las inscripciones se podrán realizar en forma on line desde el Portal de Trámites.