ESCUCHARPara la contadora Patricia Valeri, rige en el país un sinnúmero de normas tributarias, no sólo en el tema referido a la emisión de comprobantes. Considera que un profesional debe conocer un abanico de temas ya que para las pymes es imposible contar con un “contador clínico” para cada especialidad
“El régimen de facturación y registración argentino es tan complejo que, si recopilamos toda la normativa vigente, es mucho más extensa que el Código Civil y Comercial de la Nación y, además, es permanentemente modificada”. De esta manera se refirió Patricia Valeri -contadora pública y docente universitaria- al ser consultada por Factor con relación a la normativa imperante en materia de facturación y registración.
Según la profesional, la vorágine normativa que existe abarca no sólo el tema en cuestión sino todas las disposiciones de orden fiscal que, con fines reglamentarios, emanan de la Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP), que tiene facultades legalmente asignadas para emitirlas. Ello implica un esfuerzo de actualización y estudio permanente, con el riesgo de omitir el cumplimiento de algún aspecto. En tal sentido, señaló: “Es imposible recordar todas las disposiciones al detalle, sin perjuicio de problemas de redacción que ocasionan inconvenientes para su interpretación”.
Asimismo, la especialista consideró que no solamente se deben tener presentes las normas de facturación y registración sino también los innumerables regímenes de información, algunos también relacionados con facturación, así como los regímenes de retención, percepción y pagos a cuenta, nacionales, provinciales e incluso municipales, sin perjuicio de las legislación impositiva de fondo por la que se regulan los impuestos a las Ganancias, sobre los Bienes Personales, al Valor Agregado, sobre los ingresos Brutos y otras.
¿Cuáles son las dificultades que tienen al brindar asesoramiento?
Para quienes nos dedicamos específicamente al área tributaria ya la dificultad es grande; es mayor aún para los pequeños estudios compuestos de un profesional y un empleado o para el contador o licenciado que deben abarcar todas las áreas de la profesión. No cometer errores es casi imposible. Hay que tener en cuenta que, por ejemplo, las pequeñas y medianas empresas no pueden contar con staffs de profesionales para las distintas especialidades, lo que normalmente llamamos “contadores clínicos”, de tal forma que es necesario realizar un asesoramiento integral.
A su vez, se puede observar a diario la dificultad de los nuevos profesionales para poder ampliar lo que aprendieron en la facultad ya que -en mi caso- al ser también docente universitaria observo que, lamentablemente, las currículas son demasiado extensas para la cantidad de horas en que se debe desarrollar un temario tan amplio y, por lo tanto, luego de obtenido el diploma es mucho el tiempo y esfuerzo que se debe dedicar a estudiar y capacitarse.
Facturación y registración
Para Valeri, el tema de facturación y registración es quizá el que más dificultades genera a la hora de realizar un estudio sistematizado que permita abarcar todos los aspectos a considerar ante un cliente que inicia actividad para poder brindarle un asesoramiento correcto en cuanto a la modalidad de facturación que debe adoptar.
“Se debe evaluar minuciosamente y evitar que el cliente sea pasible de sanciones graves. Asimismo, es necesario cuidar que el sistema que implemente sea el menos costoso y que lo pueda utilizar en el tiempo y no deba adquirir nuevos equipos y/o sistemas, con la gran erogación que eso implica, por no haber considerado cuestiones que podían surgir con respecto a la actividad”, concluyó la especialista.
Capacitación
Con relación a está problemática, el Consejo Profesional de Ciencias Económicas (CPCE) de Córdoba ofrece el 24 de este mes, en la ciudad de San Francisco, el curso Programa Integral de Facturación, a cargo de Valeri y del contador Hernán Erquicia .
