¿Cuáles son las perspectivas del comercio exterior de intangibles para 2024?

Argentina es uno de los países con mayor potencial de exportaciones de economía del conocimiento. Las posibilidades de crecer son enormes, pero es esencial la definición de una estrategia. También debería haber mayores incentivos y ventajas fiscales, opinó el especialista Gustavo Fadda

Las cifras del comercio global del año 2022 mostraron que las exportaciones fueron de US$32 billones, correspondiendo US$25 billones al comercio de bienes, y casi US$7 billones a los intangibles. Para conocer cuáles serán los desafíos en la materia para el año que viene, Factor dialogó con Gustavo Fadda, magíster, especialista en comercio exterior y docente universitario de grado y posgrado sobre las posibilidades de la región y, en particular, de Argentina en cuanto al comercio internacional de intangibles. 

Según el profesional, en el año en curso se ha reconfigurado el comercio internacional por los cambios ocurridos en el ámbito geopolítico, con un mundo que ahora es tripolar, en el cual los flujos comerciales siguen siendo, fundamentalmente, norte a norte, es decir, entre Europa-Asia Oriental y EEUU, resaltando y adquiriendo más importancia el concepto de Nearshoring, lo que genera una gran oportunidad para toda Latinoamérica en el sector de intangibles, es decir, servicios y propiedad intelectual. En tanto, para los bienes, el gran beneficiado indudablemente es México, receptor de gran parte del redireccionamiento de las inversiones extranjeras directas y por el gran contenido tecnológico de sus exportaciones, fundamentalmente manufacturas de origen industrial y dentro de ellas, automóviles convencionales y eléctricos.

Un informe de la Secretaría General de la Asociación Latinoamericana (Aladi) sobre la evolución del comercio de bienes en Latinoamérica informa que, en el contexto de crecientes tensiones geopolíticas y caída de los precios internacionales de las materias primas, se ha verificado una desaceleración de la economía mundial, impactando en las exportaciones de bienes de toda Latinoamérica, por lo que se prevé una caída de dos por ciento anual, que en el caso de Argentina se potencia por sus desequilibrios macroeconómicos y por la terrible sequía que azotó al país, por lo que se perderán exportaciones cercanas a US$20.000 millones. 

¿Cómo se han comportado las exportaciones regionales de intangibles?

Según la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal) se espera un crecimiento de 12% anual, comparado con el período 2012-2019, pero menor que los crecimientos experimentados en 2021 (29%) y 2022 (36%), luego de la hecatombe del pandémico año 2020. Dicha expansión, recordemos, vino de la mano de la gradual recuperación del sector turismo.

En las exportaciones mundiales, el sector servicios turísticos representa el 16%, mientras que en Latinoamérica es de 42%, advirtiéndose la gran dependencia del sector turismo en las exportaciones latinas. Vayan sacando sus propias conclusiones respecto a nuestra nación.

¿Cuál es la situación de Argentina?

Recordemos que las exportaciones de servicios y propiedad intelectual, en el año 2022 llegaron a US$14.442 Millones y para este 2023 cerrarían en cifras similares. 

Dentro de estas cifras, el turismo representó en nuestro país el 24%, es decir, US$3.461 millones.

Se constató que las exportaciones de servicios crecieron 53,1% con respecto al año 2021, con una recuperación en viajes y turismo (753%), luego de dos años de verse afectados por la pandemia.

En tanto, los servicios basados en el conocimiento que, con un crecimiento anual de 19,4%, alcanzaron un nuevo máximo histórico de US$8.221 millones, generaron un superávit de US$850 millones.

Representaron 57% del total de exportaciones de servicios, siendo el quinto sector exportador total en nuestro país, detrás del complejo oleaginoso, cerealero, energético y automotor.

En el caso de los SBC, el 44% se exporta a Estados Unidos, el siete por ciento a Brasil y el seis por ciento a Reino Unido.

¿Cuáles son las perspectivas para 2024?

Actualmente, se está generando una transición y un mayor interés por los servicios y la digitalización, lo cual está impactando a Latinoamérica porque puede generar un mayor proceso de exportaciones de este tipo de intangibles, y el capital humano de la región se ha venido preparando para responder a estos procesos.

Por lo tanto, advierte la Cepal, que es crucial implementar políticas de desarrollo productivo orientadas al desarrollo de este tipo de servicios, para poder diversificar las exportaciones regionales de servicios.

Para ello, se debe avanzar en la formación de recursos humanos calificados, con énfasis en la habilidades digitales y el multilingüismo, como así también en infraestructura tecnológica y de telecomunicaciones y, sobre todo, atracción de inversión extranjera directa.

Los ejemplos por destacar en la región son Costa Rica y Uruguay, que, debido a la aplicación de políticas estratégicas de promoción de dichos servicios, se han posicionado como los principales exportadores regionales, independientemente del tamaño de su economía-PBI y población.

¿Cuáles son las ventajas y desventajas que tiene Argentina?

Argentina es uno de los países con mayor potencial de exportaciones de economía del conocimiento, pero es indispensable trabajar para liderar la carrera de innovación global y evitar perder participación mundial.

Se tiene ventajas en esta carrera, talento, creatividad, formación técnica y profesional, vocación global y fuerza emprendedora.

En tanto, sus desventajas radican en la macroeconomía, con una inflación desbocada y con una brecha cambiaria que nos desconecta del mundo, propiciando la radicación de empresas argentinas en otros países para exportar desde allí, y por otro lado genera un impresionante fuga de talentos. A su vez, casi US$2.000 millones, no se contabilizan ni registran estadísticamente, ya que lo hacen por la vía informal, con la consecuente pérdida de ingreso de divisas. 

Otro tanto, y con cifras también muy altas, con las exportaciones de servicios turísticos, que realizan los operadores argentinos, pero que facturan y cobran en dólares, pero en un tercer país, luego de haberse radicado previamente en ellos, con una filial o sucursal. También se debería mejorar la infraestructura tecnológica y digital.

Finalmente y comparado con los otros países de Latinoamérica, el Estado debería tener una política más activa, brindando mayores incentivos y ventajas fiscales, como podría ser volver a la original Ley de Economía del Conocimiento, en la que se fijaba una alícuota reducida del impuesto a las Ganancias, 15%, para todas las empresas exportadoras, y permitir deducir como pagos a cuentas, lo que se retiene en materia de impuestos a las Ganancias, Rentas o equivalentes, en los mercados de destino de nuestras ventas. Todo esto dotaría de competitividad a las exportaciones.

La necesidad de una estrategia

“Es indudable que Argentina debería estar mucho más arriba de dónde actualmente se encuentra, luego de haber analizado los números. Las posibilidades de crecer son enormes, pero es esencial la definición de una estrategia. Sabiendo que los principales mercados son los desarrollados, la geopolítica ayuda más que nunca”, dijo Fadda. 

Según el profesional hace rato, y gracias a los procesos de telemigraciones, con conexión los 365 días, los siete días de la semana, las 24 horas del día, con las distintas “fábricas virtuales” ubicadas en distintos lugares del mundo, es que en Latinoamérica y especialmente en Argentina, se vienen aplicando políticas de nearshoring, que se potencia más por contar con una gran afinidad cultural con dichos mercados, con un huso horario totalmente compatible que hace que siempre y en algún momento del día laboral exista un cruce con EEUU o Europa. A ello, se suma contar con profesionales calificados, egresados del sistema educativo público y privado, con el valor agregado de tener al idioma inglés como su segunda lengua materna, siendo el único país de Latinoamérica de tener la mayor calificación en ese sentido. “En definitiva, teniendo conexión y talento, no solo se puede trabajar, sino que se puede exportar desde Argentina al mundo, tanto en español como en inglés”, concluyó el profesional.