El analista hace un repaso de las medidas ya tomadas por el Gobierno nacional para fortalecer el comercio internacional. Resalta que la administración Macri pondrá la mira en cobrar deudas impagas a Paraguay y Cuba, agilizar exportaciones y ganar mercados.
“A fines de 2015 el escenario internacional era adverso, con un dólar muy fuerte a escala mundial, menores flujos de capitales a países emergentes, caída en el precio de commodities, una desaceleración de los emergentes y la falta de crecimiento de Brasil. Las exportaciones tuvieron una caída mayor que las importaciones”. Así lo expresó Gustavo Fadda (foto) -magíster, especialista en comercio exterior y docente universitario- al ser consultado por Factor sobre la situación económica del país al asumir el nuevo Gobierno nacional y la actual coyuntura del comercio internacional.
¿Cuál era la situación cambiaria del país a principios de 2016?
-Al asumir el nuevo Gobierno, éste se encontró desde el punto de vista cambiario con un dólar a $9,50 que tenía un atraso de 50% y el tipo de cambio real a niveles de la convertibilidad. A su vez, un Banco Central de la República Argentina (BCRA) que se había quedado sin dólares ya que las reservas monetarias internacionales eran de 27.000 millones, pero las reservas líquidas no superaban US$ 6.000 millones. El problema que tenía el tipo de cambio, es que el BCRA se había quedado sin dólares.
Una de las primeras medidas del Gobierno -que es sostenida desde un principio por Alfonso Prat-Gay, el hombre que diseña la política macroeconómica- fue salir del cepo cambiario. Hoy se tiene un mercado cambiario unificado, en torno a los 15 pesos, lo cual puede ser leído como un éxito, y que podría ser más bajo si el ingreso de dólares en el corto plazo fuera mayor. Mientras tanto, la tasa de interés es bastante alta para recrear la demanda de moneda nacional, en una economía inundada de pesos y con pocos dólares en los bancos.
¿Qué medidas tomó el actual Gobierno en materia económica y cuáles han sido sus efectos?
-Desde lo estrictamente económico, se corrigieron tarifas y también los precios de la energía, más una batería de medidas tendientes a mejorar la economía.
Esas medidas generan algunos efectos no deseados, ya que la política de altas tasas estipuladas por el BCRA para contener la inflación ha determinado un cúmulo de indicadores negativos atados a esta política -tales como la caída en la actividad industrial, en la actividad del sector de la construcción y el encarecimiento del crédito o préstamos- sumados a la contracción del poder adquisitivo de los salarios y la baja en los indicadores de consumo, los cuales terminan de recrear un contexto altamente recesivo.
Lo que debería seguir a continuación sería resolver temas muy duros, tales como la inflación, la distorsión de precios relativos y el de una economía paralizada con un casi nulo nivel de Inversiones.
En el ámbito del comercio exterior, ¿cuáles fueron los pasos en pos de optimizar las exportaciones?
-Se ha mejorado el contexto de algunos sectores, como la reducción de restricciones al comercio exterior. Concretamente, se dejó sin efecto las licencias obligatorias para la exportación conocidas como ROE y la eliminación y baja de los Derechos de Exportación, por ejemplo en la soja. También se avanzó en agilizar los plazos para el ingreso de las divisas por parte de los exportadores, la eliminación del cerco importador dejando sin efecto las Declaraciones Juradas Anticipadas de Importación (DJAI) y el restablecimiento de las licencias automáticas y no automáticas a las importaciones.
¿Cómo influye en la economía de nuestro país el arreglo con los fondos buitres?
-Influye positiva y decididamente. El regreso a los mercados internacionales de financiamiento tras 15 años en default, es lo que permitirá a Argentina pagar a bonistas para salir formalmente de la cesación de pagos y cerrar el dilatado litigio ante los tribunales de New York. De los 16.500 millones de dólares que el gobierno obtuvo, 9.300 serán destinados al pago de los bonistas de los fondos buitres o houldouts, y el resto, unos US$7.200 ingresarán al BCRA para fortalecer las reservas. Pero luego de los pagos a los bonistas reestructurados, las reservas volverán a tener una caída. En total, las reservas del BCRA quedarán en cerca de US$34.000 millones. Es decir, se utilizarán para equilibrar las cuentas públicas, es decir, hacer artificialmente positiva la Cuenta Capital de la Balanza de Pagos para cubrir el Déficit de Cuenta Corriente y con esto, se lanzará un plan de obras en infraestructura.
De esta manera se busca recrear la confianza y generar un clima de negocios favorables que sirva como un imán para atraer inversiones, fundamentalmente productivas y que sean destinadas al desarrollo del sector externo.
¿Cuál es la proyección para el segundo semestre del año?
-El contexto que vive hoy el país se podría corregir durante el segundo semestre, debido a la posibilidad del desacelere inflacionario y una cierta estabilidad en un escenario de inversiones que contribuirían a moderar la confianza. Cabe aclarar que, para esta gestión, el impulso económico ya no será el consumo interno. Si bien el consumo en algún momento volverá a crecer, será más moderado y caminará conjuntamente con el ritmo de crecimiento de la economía macro a escala nacional.
En esta nueva etapa, la estrategia se centra en la inversión de mayores capitales extranjeros y las exportaciones.
Entonces, ¿todas las fichas están puestas en las exportaciones?
-Macri quiere que la política exterior no se limite a mostrar afuera un cambio de rumbo; también busca materializar esto con planes concretos para el ingreso de fondos, inversiones y un aumento de las exportaciones. Es prioritario conseguir de manera urgente, recursos e inversiones. La idea es que las arcas del Estado empiecen a llenarse de dólares para movilizar la economía interna.
¿De dónde vendrían los dólares?
-En este esquema figuran, entre otros, cobrar deudas impagas que algunos países tienen con Argentina -tales como Paraguay y Cuba-, poner en marcha la agencia de promoción de inversiones, agilizar exportaciones y avanzar en planes de inversión extranjera.
En otro orden, se está conformando la Agencia de Promoción de Inversiones y Comercio Exterior, un ente autárquico que tendrá el objetivo de ganar mercados y traer divisas al país. Pero, quien debería avanzar en la idea de salir a vender Argentina en el mundo y recuperar mercados, aún no asumió.
Estrategia
Según Fadda, la táctica del Gobierno nacional está basada en aumentar las exportaciones de alimentos. A la vez, armar una estructura de comercio exterior para buscar fondos y promover el comercio internacional. Y aseguró: “La obsesión es tal, que se armó un encuentro en Washington dirigido a más de 80 ejecutivos de compañías norteamericanas y funcionarios de gobierno donde se dialogó sobre las oportunidades de negocios en el país”.