ESCUCHARSegún Gustavo Scarpetta –especialista en comercio internacional-, Córdoba y la región tienen que trabajar fuertemente en la oferta de servicios al extranjero. Destaca que, si bien se ha hecho mucho al respecto, hay que continuar en ese rumbo
“Los tres principales candidatos a presidente de la Nación claramente indicaron que la salida de Argentina es la exportación. Los países normalmente tienen tres grandes formas de ingreso de divisas: inversiones extranjeras, deuda o exportaciones de bienes y servicios”, señaló a Factor Gustavo Scarpetta, contador público, especialista en comercio exterior y marketing internacional y docente universitario.
Asimismo, el profesional destacó que, por el alto endeudamiento y las dificultades para pagar los próximos vencimientos, además de su historial como pagador, Argentina estará por un tiempo lejos de los mercados de créditos. Las inversiones en medio de incertidumbre política y económica no llegarán, menos a un país inmerso en una recesión. Consideró entonces que el único camino es exportar.
¿Qué exportar y a qué precio?
Un mecanismo muy utilizado es un dólar súper alto para mejorar la balanza. Bajan las importaciones y suben las exportaciones. Pero ese aumento del valor de los productos exportados impacta en nuestra canasta alimentaria, en leche, trigo, carne y otros, lo que golpea el bolsillo y la inflación. Comienza una puja distributiva que antes o después genera inflación y come el impulso que generó la devaluación. El dólar se atrasa, las importaciones se «abaratan» y volvemos al déficit comercial. Le pasó al actual presidente Mauricio Macri, y a los ex presidentes Cristina Fernández y Carlos Menem.
Argentina exporta a un valor de US$800 la tonelada y debería plantearse una meta de vender a US$1.100 la tonelada para darle más valor agregado a lo que vende al mundo. Para eso hay que transformar el maíz en carne aviar o porcina, en biocombustible, trabajar más la soja y el trigo para que no se vayan como commodities. Y darles un gran empuje a los servicios.
El turismo está creciendo año a año ininterrumpidamente. En 2000 eran 681 mil millones de partidas internacionales en el mundo y para 2018 fueron más de 1.300 mil millones; es decir, se duplicó y el ritmo es vertiginoso. Gran parte de ese crecimiento viene por el turismo de asiáticos. Es una industria en la que Argentina tiene mucho potencial pero aún sigue bajo a nivel global.
Las industrias 4.0 de innovación y creatividad en las nuestro país es muy competitivo, sin dudas deben ser apoyadas como lo fueron con la ley recientemente dictada. La aparición de nuevos unicornios puede ser un gran apoyo para toda la industria. Córdoba y la región tienen que trabajar fuertemente en la exportación de servicios. Se ha hecho mucho pero hay que continuar en ese rumbo.
El rumbo del comercio mundial
Según el profesional, el mundo ha crecido mucho, la pobreza mundial se ha reducido mucho en los últimos 50 años, y podría casi desaparecer en los próximos 50. La esperanza de vida alcanza récords año a año y las muertes por guerra son menos que las por accidentes de tránsito o por suicidio.
En ese contexto la caída de la pobreza es la mejor noticia para el mundo, de allí el aumento de consumo de tecnología, turismo, entretenimiento y alimentos cada vez más especializados, que no impacten en el medio ambiente, sean orgánicos, respeten el comercio justo y sean libres gluten. Argentina debe prepararse para ese nuevo consumidor y exportar productos que requiera el mundo.
En otro orden, cabe destacar que Scarpetta ha editado el libro Hacia dónde va el mundo, una visión desde América Latina que participó en la reciente Feria del Libro de la ciudad de Córdoba. El autor, reflexiona a lo largo de los diez capítulos sobre la economía global, hacia dónde va Europa, el brexit, el impacto del crecimiento de China y el rumbo de América Latina. Especial interés despierta el capítulo en el cual el autor encara el tema de Argentina sus vaivenes económicos y el futuro.
