ESCUCHAREl foco de la primera Bienal Córdoba CiudaDiseño, que tuvo lugar del 19 al 29 de este mes, estuvo centrado en el diseño como factor de desarrollo. Al respecto, El Inversor y la Construcción dialogó con los principales referentes nacionales e internacionales que participaron del encuentro.
Por Carolina Brenner –
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Del 19 al 29 de este mes se desarrolló la primera Bienal Córdoba CiudaDiseño, que vistió a la capital provincial con más de 30 actividades vinculadas con la industria, dentro de las cuales se destacó el Congreso Internacional «El diseño como factor de desarrollo”, al que asistieron alrededor de 800 personas.
El encuentro académico contó con la presencia de prestigiosos expositores de escala nacional e internacional como César Pelli, Flaviano Celaschi (Italia); Umberto Palermo (Italia), Jorge Montaña (Colombia), Rodrigo Walker (Chile) y Jimena Alarcón Castro (Chile); así como también referentes argentinos como Ricky Sarkany, Eduardo Naso, Patricia Jablonka, Guillermo Brea y Cristian Mohaded.
El Inversor y la Construcción participó de las conferencias y consultó a los disertantes acerca de la importancia del diseño como factor de desarrollo económico.
«El buen diseño puede contribuir mucho al desarrollo económico, en particular en las industrias y servicios de exportación», reveló César Pelli, el arquitecto reconocido mundialmente por ser el creador de las Torres Petronas de Kuala Lumpur, los edificios más altos del mundo entre 1998 y 2003.
«El diseño es la herramienta más efectiva para lograr que una empresa se destaque en el mercado y es el vehículo de la innovación», agregó Jorge Montaña, diseñador industrial con amplia trayectoria y consultor internacional en diseño participativo.
Por su parte, Umberto Palermo (Italia), presidente de UP Design, centro de excelencia del diseño italiano, que cuenta con la colaboración de marcas globales tales como Fiat, Volkswagen, Dongfeng Nissan, Ariston Thermo, Indesit, y Hotpoint, entre otros, opinó: «En una buena zona de desarrollo económico, el diseño no sólo es importante para maximizar el desarrollo de la producción de bienes, sino que -como se ve en las economías de la excelencia-, la participación de los servicios también es importante en todos sus componentes , ya que es capaz de dar un impulso a una tendencia duradera de desarrollo local».
Asimismo, para la chilena Jimena Alarcón Castro, doctora en gestión del diseño, «la incorporación del diseño a todos los niveles, significa promover la competitividad nacional y empresarial, beneficiar al mercado laboral, mejorar las infraestructuras de investigación y generación de productos, robustecer la identidad cultural e introducir variables a favor de una calidad de vida favorable a la sociedad en pleno. La búsqueda de dinámicas y sinergias que incrementen la competitividad de las empresas son temas recurrentes en épocas en que la globalización trae consigo, una necesidad de renovación constante de estrategias a las que, especialmente las pymes, deben someterse para permanecer en mercados cada vez más exigentes y vertiginosos».
«En este escenario, la interacción, el aprendizaje y las competencias juegan importantes roles en la promoción de la diferenciación competitiva de las empresas, medida en que el diseño y su gestión son indispensables para acertadas cuotas de desarrollo económico. El diseño debe constituirse en beneficio para todos y más allá de ser comprendido como un valor agregado, debe ser entendido como un valor necesario, cuya resultante debe vincularse con una transformación de las economías y dirigirse hacia una mejora de la cultura de diseño a nivel generalizado», agregó.
También del país trasandino, Rodrigo Walker, asesor de diseño de Falabella, detalló su postura al respecto: «Hoy, en nuestro continente, el diseño tiene una ubicación estratégica en todos aquellos espacios que se relacionan con la identidad y productos. Éste es un ámbito en el que todavía no estamos insertos dentro los planes de negocio de las compañías e instituciones. Las responsabilidades comunicacionales han crecido en sus aplicaciones cuantitativamente y debemos buscar nuestro rol en ellas. Para ello, se requiere diseño de productos competitivos, servicios competitivos, experiencias de usuarios competitivas donde hay innovación, nuevas tecnología, creatividad, valor para los usuarios, aporte al medioambiente, a la calidad de vida y al valor de las compañías».
Dentro del plantel de los expositores argentinos, la subgerenta del Centro Metropolitano de Diseño, Patricia Jablonka destacó: «El diseño contribuye a mejorar la dinámica de los negocios. Es una herramienta que, estratégicamente implementada, mejora a la calidad de vida de las empresas».
En tanto que Eduardo Naso, diseñador industrial, expresó que «desde hace muchos años, el diseño en el mundo es un factor de calidad; esto significa que toda empresa que tenga intenciones de competir en un mercado internacional tiene que tener sí o sí incorporado diseño. El mercado nacional es reducido, por lo que la industria requiere una expansión a otros mercados del mundo. Esta búsqueda de nuevos mercados tiene que ir acompañada de productos de excelencia tecnológica y de diseño».
En tanto, Cristian Mohamed, diseñador cordobés graduado de la UNC, concluyó: «El diseño se encuentra inmerso en un contexto de pleno crecimiento y desarrollo en cuanto a la disciplina se refiere. Creo en un diseño que busca rescatar elementos de la cultura y de una forma de hacer y resolver las cosas (muy distinta a la que se observa en un diseñador europeo), pero también entiendo al diseño como generador económico, que tiene un potencial de exploración muy rico pero que no hemos llegado a explorar, aunque vamos en camino. El trabajo del diseñador latinoamericano debe coexistir con economías, a veces desorientadas, que imponen un ritmo distinto al que se vive en Europa. No quiero decir que estemos en desventaja, sólo entiendo que somos diferentes, y eso es positivo».
Córdoba, la Milán de Latinoamérica
Consultado acerca de la idea de instalar a Córdoba como la Milán de América Latina, Palermo afirmó: «La elección de un establecimiento ideal para los diseños industriales en América Latina no se puede separar de un análisis de la excelencia que ofrece Argentina y en particular Córdoba con su Universidad, que cuenta con la primacía en el continente. El argentino se destaca en muchas industrias (automotriz, aeronáutica, agroindustria, TIC, etcétera), es una referencia que ofrece excelentes garantías de éxito en todo el mundo. Y esto se confirma con colaboraciones internacionales importantes. Es evidente que esta idea no sólo tiene éxito en el corto plazo sino que garantiza la sostenibilidad a largo plazo».
Por su parte, al respecto, Montaña agregó: «El fenómeno Milán es irrepetible, puesto que es una ciudad que está estratégicamente ubicada en el centro neurálgico de Europa, en una sociedad de la abundancia y el consumo, y un entorno de tradición y cultura muy particular pero -a mi entender- bastante saturado y algo decadente. En el caso de Córdoba, sin duda alguna puede volverse un polo de creatividad y diseño a partir de su capital humano y sus factores locales. Estoy seguro de que será algo bien diferente y mucho mejor, pues estará centrada en la gente y no en productos llamativos pero costosos».
Finalmente, César Pelli afirmó: «Éste puede ser un gran objetivo y factible, pero recuerden que a Milán le llevo mucho tiempo de esfuerzos continuos en establecerse como centro de diseño».
