La construcción de casas con fondos del Programa Crédito Argentino (ProCreAr) en terrenos particulares avanza a buen ritmo en la provincia de Córdoba. Más de 6.700 propietarios han resultado sorteados para percibir los fondos. La iniciativa moviliza el desempeño de los profesionales de la arquitectura. El promedio de la superficie cubierta de las unidades es de 100 m2 y la inversión por cada una llega hasta $480 mil. La calidad media, tanto en materiales, diseño y funcionalidades, es el vector común.
Por Laura Pantoja – [email protected]
Según el último Informe de la Deuda Social que elabora la Universidad Católica Argentina (UCA), 20,5 por ciento de las familias sufre serios déficits en materia de vivienda, por lo que sería necesario construir desde 3,5 a cuatro millones de nuevas unidades habitacionales para hacer frente a esta problemática.
Resolver esta situación es una materia a largo plazo, en la que ya se ha comenzado a trabajar. El Programa Crédito Argentino (ProCreAR) lanzado por el Gobierno nacional proyecta la entrega de 400 mil créditos hipotecarios para la construcción, ampliación, terminación y refacción de viviendas.
En Córdoba, según datos proporcionados por Anses, más de 6.700 propietarios de terrenos ubicados en la provincia han resultado ganadores del sorteo para percibir los fondos destinados a la construcción de sus casas. De acuerdo a recientes publicaciones, de ese total, más de 2.000 créditos ya han sido liquidados o están en procesos de liquidación.
Así, la edificación de unidades habitacionales por medio de estas líneas hipotecarias avanza a paso firme en suelo cordobés, junto a la que también se acorta la brecha habitacional y se moviliza el trabajo de los profesionales de la arquitectura y de la construcción.
Según un relevamiento realizado por El Inversor y la Construcción, la línea de créditos para la construcción, destinada a familias que cuentan con terreno, ha permitido a profesionales del rubro aumentar sus horas de trabajo. Un grupo de arquitectos consultados indicaron que están ejecutando por lo menos cinco obras cada uno, a partir de los créditos costeados con los fondos de la Anses. Ello sin contar con los referidos particulares que han logrado obtener la financiación.
Del mismo modo, esta revista especializada quiso ahondar en la tipología de cada vivienda, tras lo cual es posible concluir que los productos que se están generando son de nivel medio, sin grandes detalles de categoría, pero confortables. Las viviendas se erigen en terrenos que van desde los 240 m2 hasta los 950 m2,distribuidos en Córdoba Capital y el interior de la provincia, y proyectan superficies cubiertas desde 80 m2 hasta 150 m2, en una primera etapa.
“Son familias de clase media con ingresos que les han permitido obtener casi el máximo de dinero otorgado por el banco (en el orden de los 10 mil pesos de ingreso), es decir, préstamos de hasta 350 mil, incluidos también algunos de los últimos aumentos que ha permitido llegar a 400 mil pesos”, indicó el arquitecto Cristian Raimondo.
El público beneficiario de los créditos es muy heterogéneo. Los profesionales de la arquitectura trabajan para abogados, docentes, a la vez que reciben consultas de empleados, comerciantes y hasta de pequeños empresarios. “En general, las edades oscilan entre 30 y 50 años”, apuntó el arquitecto Jonny Gallardo.
En una muestra de diez viviendas en construcción, el costo total de las obras, -que incluye, materiales, mano de obra y honorarios de los arquitectos-, va de $280 mil a $480 mil.
“Generalmente, las familias cuentan con algún dinero extra pero no hace una gran diferencia, es como un complemento”, señaló Gallardo.
Son montos muy ajustados que los reservan para detalles significativos en algún ítem de la obra. “Los clientes no han pedido otros préstamos, en general, la obra se diseña y avanza en función del monto otorgado”, acotó Raimondo.
Calidad en escena
Propio del nivel medio, las viviendas se caracterizan por realzar la calidad en la medida que el presupuesto lo permita. Los materiales que se utilizan son ladrillos comunes o cerámicos, mosaicos graníticos, losa de viguetas, aberturas de aluminio y madera, revoques a la cal, pisos de cerámicos o porcelanatos y pinturas látex.
“Buscan la forma de abaratar los cotos como en cualquier obra, el límite para bajar los costos es la calidad. No nos olvidemos que son viviendas para vivir, no para invertir ni vender”, añadió Gallardo.
“Algunos buscan mayores metros, otros mejores detalles de terminación, y para abaratar, se acude a ítemes de aberturas, de pisos, griterías y sanitarios. Priorizan los espacios amplios por sobre los detalles de terminación, por caso, suelen elegir porcelanato de segunda o aberturas de aluminio con vidrio simple en lugar de doble”, agregó Raimondo.
“Disminuir costos es una tarea constante. En el caso de materiales ‘commodities’, que tienen igual calidad en todos lados (cemento, cal, arena, granza), se busca presupuestos en distintos corralones y se optan por descuento por pago de contado (ya que se dispone de plata del crédito). En el caso de materiales como pisos y griferías, que uno tiende a poner cosas de calidad media, más que precio se busca financiación con las tarjetas”, contó Matías Toledo, un beneficiario del crédito que construye su casa en Carlos Paz.
Otro factor que es común denominador en la muestra seleccionada, es que todas las viviendas prevén ampliaciones a futuro, la mayoría integrada en los planos originales. Los propietarios optan por construir lo mínimo e indispensable para trasladarse a vivir, y luego en danza, proyectar las ampliaciones que se irán concretando en la medida que la familia crezca.
“En un futuro se prevén ampliaciones según como se agrande la familia, dependiendo también de la situación laboral, el nivel de ingresos del grupo familiar y la posibilidad de acceso a nuevos créditos”, contó Toledo.
En números
Déficit nacional de viviendas: 4 millones
Créditos para la construcción y ampliación previstos por Procrear: 400 mil
Ganadores del sorteo para percibir los fondos de la Anses en la provincia de Córdoba: más de 6.700