Económicos, ecológicos, útiles, fáciles de fabricar y generadores de fuentes de trabajo. Los paneles rígidos de papel reciclado nada tienen que envidiar a los sistemas industrializados de cartón y yeso. Pueden ser usados en cielorrasos, tabiquería, equipamientos y cerramientos exteriores. El objetivo de Quinua Arquitectura es homologar el sistema para su producción masiva y uso en las construcciones de viviendas. Promueve otra fuente de trabajo para las cooperativas de recicladores. Es parte de la concepción que brega por la construcción natural, minimiza el impacto ambiental y garantiza el equilibrio y la sostenibilidad para generaciones futuras.
Por Laura Pantoja – [email protected]
rente al acelerado crecimiento de la población urbana que ha conducido a la habitación de espacios amenazados por la masificación y la contaminación, han surgido nuevas miradas en busca de respuestas a las necesidades humanas básicas, tales como el derecho a una vivienda adecuada en un entorno digno. Desde esta perspectiva se han vuelto a revalorizar algunos sistemas antiguos, a partir de los cuales, aplicando tecnologías contemporáneas, se gestan nuevos espacios habitacionales.
De esta manera aparece la construcción natural, como una nueva forma de interpretar la tecnología tradicional básica, capaz de favorecer un desarrollo sostenible que tiene en cuenta la dimensión local y global de los problemas ambientales y sociales a los que nos enfrentamos.
Esta modalidad de construcción no sólo minimiza el impacto sino que genera y regula los recursos empleados, garantizando el equilibrio y la sostenibilidad para las generaciones futuras.
Si bien esta forma de construir encuentra cada vez más adeptos en el país y representa un creciente mercado en desarrollo, aún no existe una masa crítica de personas capacitadas en este tipo de construcción.
Por ello, la Universidad Libre del Ambiente plantea la necesidad de divulgar y promover este tipo de tecnologías, pilares centrales de visiones más integrales y holísticas en el ámbito mundial.
Junto al equipo de Quinua Arquitectura, la mencionada universidad lleva adelante una propuesta de capacitación que pretende formar personas que lleven adelante este tipo de construcciones. La propuesta se estructura desde lo teórico y práctico y está conformada por distintos módulos que se irán dictando a lo largo del año.
El Inversor y la Construcción resume en esta nota lo que formó parte de su primer taller, sobre Paneles rígidos de papel reciclado, aptos para ser utilizados en cielorrasos, tabiquería, equipamiento, y cerramientos exteriores.
Entre los principales beneficios, el uso de materia prima reciclada es fundamental porque reduce la huella ambiental que otros materiales causan.
También es una fuente de trabajo potencial, para que el grupo de recolectores de cartón y papel cuente con otra fuente de trabajo como la elaboración de un producto, más allá de la venta de basura a granel, según indicaron los progenitores de esta iniciativa, el estudio Quinua Arquitectura.
A costo cero
El costo cero parte de la materia prima principal, que es el papel reciclado, en el cual se descarta el blanco porque tiene un alto valor de venta directa a granel, y se emplea el papel de diario, que carece de valor importante para su venta a granel.
Si el costo se refiere a la inversión inicial para el proceso de fabricación de los paneles, dependerá del tipo de prensa a utilizar. “Si se utiliza una prensa metálica hay una inversión inicial en su construcción, un trabajo de herrería que incluye el marco hecho de perfiles IPN, necesarios para soportar la fuerza del prensado, y sumar a este costo el del gato hidráulico”, según indicó Florencia Orellana, de Quinua Arquitectura.
Por lo contrario, se se utiliza una prensa casera hecha de madera, el costo inicial de fabricación es menor, y la fuerza del gato hidráulico se puede suplantar con el prensado de algún objeto pesado o bien con el criket de un auto.
Proceso de selección
El material principal de estos paneles es el papel reciclado, es decir papel usado. Se emplea papel de diario, papel blanco e incluso los maples de huevos limpios. Es importante la clasificación del papel por su tipo, es necesario no mezclarlos entre sí porque cada uno tiene una consistencia particular tras ser mojados para hacer la pasta que se luego prensa. Si hay presencia de distintos tipos de papel, el prensado no resulta y el panel se disgrega.
La provisión de papel es posible no sólo mediante la recolección personalizada en cada hogar sino también por medio de las cooperativas de recicladores que existen en distintos lugares de la ciudad de Córdoba, como por ejemplo la cooperativa de los Los Carreros de Villa Urquiza o Los Cuadraditos de Barrio Maldonado, según recuerda Orellana.
“Hemos hecho la experiencia de estos paneles con el acopio de papel de las cooperativas y hemos realizando talleres de capacitación en esta técnica para los integrantes de las mismas, bajo la visión de que la basura es en sí un recurso que, siendo procesada para lograr un valor agregado, se convierte en una posibilidad de generar ingresos extras”, añadió.
Armado del panel
El proceso tiene como objetivo fabricar pulpa de papel, que -prensada en un molde con mucha fuerza- puede conformar el panel, que -en seco- es capaz de alcanzar una rigidez óptima.
Como primera medida se necesita una prensa, que consiste en una batea -preferentemente metálica con bordes rebatibles y fondo con perforaciones- que permite la evacuación del agua durante el prensado. Debe tener una tapa que pueda apoyarse contra un marco y soportar la fuerza de un gato hidráulico equivalente a 20 toneladas.
La pulpa se logra picando el papel previamente clasificado por tipo, en pedazos de 4cm por 4 cm aproximadamente. Para construir un panel de 1,5 cm de espesor final y de 1,2 m x 0,6 m se necesitan aproximadamente 5 kg de papel picado. Luego se coloca el papel picado en un recipiente tipo tacho y se agrega agua a medida que se lo “bate” con un mezclador de pintura colocado en un taladro de 13 mm, es decir, los que se utilizan en obra para trabajos pesados. “El papel mojado resulta ser pesado y se necesita un taladro de buena potencia, luego se se agrega aproximadamente 30 litros de agua, lo que genera una pasta acuosa que no llega a ser chirle”, explicó Orellana.
La especialista recomienda agregar a la pulpa un poco de lavandina o bórax disuelto en agua para evitar la posterior la formación de hongos y el ataque de los insectos. También se sugiere el agregado de un aditivo ignífugo para papel.
La pulpa se vierte en la batea, que tiene una dimensión de 0,60 x 1,20 m y debe tener en el fondo una malla metálica rígida y un lienzo que sobresale por los bordes. La malla metálica le otorga rigidez al panel al momento de retirarlo de la batea todavía húmedo y el lienzo permite que filtre el agua sin que la pulpa se escurra entre los huecos de drenado de la batea. Se vierte una cantidad de pulpa con espesor de 11 cm, para lograr luego del prensado, un panel de 1,5 cm de espesor.
El paso siguiente tras colocar el vertido, es incorporar la tapa de la prensa y, en su centro el gato, lo que permite hacer la contrafuerza. Se debe prensar hasta que se visualiza el drenado del agua y no se pueda hacer más fuerza con el gato.
Posterioremente se afloja el gato y levanta la tapa, el panel en estado húmedo se debe estirar y dejar secar durante una semana para que alcance su rigidez. También se puede acelerar este proceso incorporando un ventilador que acelere la evaporación del agua.
El resultado
Del proceso de preparado se obtiene un panel rígido final de 0,60 x 1,20 metros y 1,5 cm de espesor, es igual al módulo que utilizan los sistemas industrializados de yeso cartón (tipo durlock ). “Esto significa que se puede utilizar la perfilería de estos sistemas para cielorrasos, tabiquería, equipamiento, y agregando una membrana plástica y un metal desplegado se pueden revocar y emplearlos en cerramientos exteriores”, indicó Orellana.
Con los mismos conceptos de su fabricación, se pueden adaptar prensas para lograr distintos tamaños e inclusos piezas con relieves o hendiduras, que pueden servir para construir paneles para asilar acústicamente espacios, o también para fabricar otros mobiliarios u objetos. A su vez, se puede fabricar prensas de madera, según ya ha experimentado el estudio Quinua, bajo un método sencillo y económico.
La puesta en marcha
Este tipo de paneles aún no ha sido producido en forma masiva por lo cual todavía no ha sido implementado en obras edilicias. Uno de los objetivos de Quinua es conseguir fondos para construir las prensas y ofrecer esta producción a las cooperativas de recicladores de Córdoba.
“Es un proceso que puede realizarse en serie; ahora está en su etapa experimental, pero la idea es que se fabrique en forma masiva. Las tareas pueden ser seriadas y el objetivo es que se produzca un panel estandarizado y homologado para poder ser utilizado en cualquier obra, como un material de construcción más, pero con toda la carga social y ambiental que conlleva, diferenciándose por esos valores”, amplió Orellana del Estudio Quinua.
Fuente de trabajo
Debido al proceso sencillo de fabricación, cualquier persona no especializada puede comenzar con su producción, lo que significa la posibilidad de generar otras fuentes de ingresos.
“Teniendo las herramientas adecuadas, que pueden ser construidas fácilmente y sabiendo que la materia prima es la proveniente de nuestros propios residuos, la técnica -como se ve- es muy sencilla, cualquier persona puede fabricar estos paneles y utilizarlos en sus viviendas; creemos que hay múltiples utilidades, sólo hace falta imaginación y ganas de hacerlos”, ratificó la socia del estudio.
Es de mi interés capacitarme en esta propuesta de construcción.
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