Así lo reveló el último informe de la Federación Argentina de la Industria Maderera y Afines (FAIMA) respecto a todos los sectores de la cadena como aserraderos, fabricación de muebles, tableros, construcción con madera y carpintería en obra
La Federación Argentina de la Industria Maderera y Afines (FAIMA) presentó un informe sobre la situación económica del sector, el cual entre otras conclusiones, arrojó un paráte importante de la actividad durante el primer semestre de 2024.
“La industria de la transformación mecánica de la madera abarca una amplia cadena de sectores, incluyendo aserraderos, fabricación de muebles, tableros, construcción con madera y carpintería en obra, y en la actualidad, todos estos sectores están atravesando una marcada recesión, aunque la intensidad de esta situación varía entre ellos, la severidad es un elemento común en toda la cadena”, declararon desde la entidad.
El informe arrojó, entre otras conclusiones, que la industria de la primera transformación, representada por aserraderos, ha mostrado sostenidas disminuciones en su nivel de actividad, con una caída promedio en la producción interanual (mayo 2024/mayo 2023) del 20%, según datos oficiales del INDEC a través del Índice de Producción Industrial (IPI). Estas disminuciones son más pronunciadas en los aserraderos pequeños y medianos, donde las caídas alcanzan el 40%.
Por su parte, el sector de aserraderos orientado a las exportaciones mostró un comportamiento auspicioso a principios del presente año, pero no ha logrado sostenerse debido al atraso cambiario producto de la estabilidad cambiaria y la inflación doméstica. En este aspecto, las caídas en el nivel de producción han llevado a una reducción en los turnos de trabajo, disminuyendo el nivel de horas trabajadas un 20%, con el consiguiente impacto en los salarios percibidos por los trabajadores.
En cuanto a la fabricación de muebles, la entidad informó que el impacto de la recesión en las empresas ha sido significativo, con una disminución de la producción del sector del 37% interanual, según el IPI del INDEC, disminución que es aún más grave en las Pymes, donde la caída de la producción alcanza en algunos casos el 60%. “Estas caídas han afectado no solo el nivel de utilización de las plantas, sino también la cantidad de turnos trabajados y, en algunos casos, el nivel de empleo. Muchas de estas empresas se localizan en pueblos del interior del país, donde son las principales generadoras de empleo local, lo que destaca la importancia de su viabilidad productiva para las economías regionales”, destacaron desde la institución.
A su turno, considerando la industria de tableros, la investigación también registró un comportamiento recesivo, en tanto que la actividad de la construcción con madera y la carpintería en obra presentaron caídas promedio del 30%, impulsadas por la mencionada disminución en la actividad principal de la construcción.
Finalmente, la entidad concluyó que todos los sectores comparten la problemática del aumento significativo en los costos productivos, tanto por el incremento en los insumos como por el costo de los servicios públicos, que han aumentado en promedio un 500%, subas que han sido difíciles de trasladar a precios en el contexto recesivo actual, lo que ha afectado gravemente la rentabilidad de toda la cadena.
“Al preocupante escenario se suma el programa previsto de eliminación de los reglamentos técnicos que deben cumplir los bienes vinculados a los sectores de construcción, madera y muebles que son esenciales para asegurar la calidad y seguridad de los productos elegidos por los consumidores. Por ello, nos preocupa profundamente su eliminación, ya que podría permitir la entrada de productos importados de calidad inferior, que no cumplan con las normativas necesarias para evitar accidentes potencialmente nocivos para los usuarios”, declararon desde la entidad.
“Las caídas en la producción, los altos costos productivos y la disminución en el empleo son problemas comunes que deben ser abordados con urgencia para evitar un mayor deterioro del sector. Es crucial implementar políticas que promuevan la reactivación económica, faciliten el acceso al financiamiento y mejoren las condiciones de competitividad de las empresas, especialmente las Pymes, que son fundamentales para las economías regionales y el empleo local”, bregaron desde la entidad.
“En este contexto, esperamos poder trabajar mancomunadamente con el sector público para buscar soluciones que posibiliten la continuidad económica de las empresas del sector, con su consecuente impacto positivo sobre el empleo y la actividad económica”, concluyeron.