Cuáles son los beneficios de utilizar madera plástica en la construcción

El interés por cuidar el planeta ha dejado de ser una preocupación de grupos ecologistas o de consumidores jóvenes y cada vez más empresas y consumidores toman decisiones sobre la base de cuestiones que van más allá de lo meramente económico

Con los Objetivos de Desarrollo Sustentable (ODS) definidos por las Naciones Unidas en 2015 como marco de acción para proteger el planeta, es importante entender que un desarrollo sostenible se construye con el aporte tanto de instituciones como de personas. Así, cada una de las decisiones vale para cuidar los ecosistemas terrestres, el clima y la vida submarina, entre otras metas.

En este contexto, en el mundo de la construcción, la arquitectura y el diseño crece progresivamente el uso de un material amigable con el medio ambiente: el WPC (wood plastic composite o madera plástica). Casi la mitad de los componentes de un producto fabricado en WPC es madera reciclada: restos de aserrín y otras partes que serían desperdiciadas de no existir esta opción. La otra mitad es plástico reciclado, lo cual permite evitar que este material termine contaminando el planeta.

El mercado global de WPC crece a un ritmo de 15% anual y genera un volumen de negocios de más de cinco billones de dólares desde 2016 a la actualidad. La pandemia aceleró el nivel de conocimiento de este material y aumentó los ingresos.

Si bien comenzó a utilizarse en la década de 1960 en todo el mundo, sólo ahora está siendo adoptada por los arquitectos y diseñadores argentinos. Esto se debe, en parte, a que existe un marcado interés de empresas y personas por optar por WPC para que sus construcciones tengan el menor impacto ambiental posible.

Algunos datos que explican este fenómeno son:

– el WPC utiliza tanto plástico como madera reciclada y reutiliza 98,5% de los desperdicios de su proceso de producción.
– la fabricación de un deck de WPC implica reciclar 2.000 bolsas de plástico. Cabe recordar que, según el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), cada año se vierten en los océanos alrededor de 13 millones de toneladas de plástico, lo cual equivale a vaciar el contenido de un camión de basura cada minuto.
– el mercado de WPC genera un ahorro anual de 12.000 millones de litros de agua (5.300 piletas olímpicas) y 40 millones de kilos de plástico.
– el costo de instalación de los productos de WPC es tres veces inferior al de los de madera.

En el mundo corporativo local, uno de los principales exponentes de este fenómeno es el banco ICBC, que recientemente instaló un deck de 900 m2 en la terraza del edificio Torre Madero Office, de la ciudad de Buenos Aires, donde se ubican sus oficinas centrales.

Se trata del proyecto de WPC más grande desarrollado en Argentina hasta la fecha y uno de los mayores de América Latina. Sin embargo, no es el único. Starbucks, HSBC, Zurich, Droguerías del Sud y Adidas, por citar otros casos, ya tienen sus propios proyectos en marcha desde este año.

Este interés no es casual, ya que el WPC no sólo es bueno para el medio ambiente sino que además es un material resistente, antideslizante y no se astilla ni se dobla. Su aspecto es similar al de la madera pero no requiere más que agua y jabón para su mantenimiento, lo cual genera ahorros importantes.

Por todos estos motivos, el potencial del WPC es enorme y se estima que el mercado continuará en crecimiento en los próximos años.