El mercado inmobiliario, tanto a nivel local como nacional, se ha ido modificando y adaptando a distintas situaciones. Le presentamos a continuación algunos de sus rasgos distintivos para que pueda conocerlo mejor.
Nuevos nichos de mercado: Hoy, las empresas e inversores inmobiliarios buscan nuevas zonas o corredores no tradicionales para el desarrollo de proyectos que faciliten el acceso a la vivienda. Surgen como alternativa de los barrios ya consolidados y tradicionalmente atractivos, ya que presentan expectativas de transformación y revalorización. En el caso de Córdoba, por ejemplo, en la última década un tercio de la población optó por mudarse a zonas no tradicionales en ciudades como La Calera y Villa Allende, según datos del Censo Nacional 2010.
Productos adaptables: en los últimos tiempos el mercado ha tenido que responder a un nuevo tipo de cliente que busca inmuebles que se acomoden a formas de vida urbana. Se comienza a considerar proyectos que incluyan comodidades tales como estacionamiento para bicicletas, zonas recreativas y deportivas, y acceso a espacios verdes. Es por esto que toman protagonismo los emprendimientos de usos mixtos, donde se combinan propuestas residenciales y comerciales y las megaurbanizaciones, que presentan distintas opciones, como lotes, casas y departamentos, acompañados de espacios educativos y culturales, entre otros.
Moneda local: resulta de interés considerar que en los últimos años, la moneda local ha comenzado a tener relevancia como valor de referencia en el mercado inmobiliario que tradicionalmente estaba dolarizado. Muchas empresas desarrollistas y constructoras impulsaron este proceso con la pesificación de sus transacciones, ya que pueden cancelar en moneda nacional tanto los materiales e insumos, como la mano de obra necesaria para movilizar sus proyectos.
Creatividad financiera: hoy en día para que un emprendimiento sea exitoso resulta fundamental, además de una buena planificación, contar con alternativas de financiación. Es por esto que surgen planes complementarios a los que ofrece el sistema bancario para facilitar el acceso a la vivienda. Estos planes buscan acomodar los plazos de inversión a los del desarrollo inmobiliario. Si bien existen distintos esquemas, tienen en común el plazo de financiación (de 10 a 20 años), que la totalidad de los aportes son en moneda nacional y que los requisitos para ingresar al esquema son mínimos.
Cambios en los canales de comunicación: en la actualidad, los medios de comunicación tradicionales (televisión, prensa gráfica y radio) resultan insuficientes para cubrir las necesidades de los nuevos consumidores. En este contexto, el marketing plantea nuevos esquemas multimedia que permiten llevar información a los consumidores en múltiples plataformas y a través de distintas vías digitales, como redes sociales, correo electrónico, etc.