ESCUCHARCuando llega el frío, nos inquieta elegir la mejor manera de calefaccionar nuestras viviendas. La clave es lograr la mayor efectividad posible y el menor consumo, para lo cual son imprescindibles los consejos y recomendaciones de los especialistas.
Por Carolina Brenner – [email protected]
Al considerar tanto los incrementos en las tarifas de gas como el precio de las demás alternativas de calefacción, con la llegada del frío es necesario detenerse a la hora de evaluar qué sistema es recomendable para instalar en el hogar.
A tal fin, El Inversor y la Construcción dialogó con los principales referentes en la materia acerca de las diversas opciones que existen hoy en el mercado, las tendencias, precios y recomendaciones al momento de calentar la vivienda, optimizando el consumo.
Según explica el ingeniero José Macchione, de la firma Arcaduz SA, las alternativas en la plaza son numerosas -desde calefactores a gas hasta aire acondicionado, pasando por tiros balanceados o calefacción central-. Las diferencias también son variadas, aunque vale destacar que los sistemas se dividen en tres categorías: 1) de combustión abierta (pantallas infrarrojas); 2) de combustión en cámara cerrada (tiros balanceados); y 3) sistemas indirectos, que pueden ser calefacción por agua caliente, como radiadores o piso radiante, o aire acondicionado por bomba de calor.
La combustión abierta sólo se puede utilizar en ambientes que tengan ventilación permanente, por lo que gran parte del calor producido se escapa al exterior por las rejillas superiores mientras le ingresa aire fresco por las inferiores.
Los equipos de combustión en cámara cerrada no exigen renovación de aire pero -si no se dispone de movimiento forzado del aire por el exterior de la cámara- su rendimiento es extremadamente bajo,.
La calefacción indirecta cuenta con sistemas de transmisión de calor mediante agua caliente que tienen la ventaja de entregar el calor en cada ambiente en la cantidad necesaria, por lo que la temperatura es muy estable en toda la vivienda, lo que implica un confort palpable.
Por otro lado, el equipo de calentamiento de agua (caldera) se instala en donde mejor convenga desde el punto de vista técnico, por ejemplo en la cocina, el lavadero o incluso en una casilla en el exterior, por lo que los riesgos de contaminación de aire con monóxido de carbono no existen.
“Si bien la inversión de los sistemas indirectos es algo mayor, si se tiene en cuenta su extensa duración, redunda en un ahorro comparativo que -sumado al bajo consumo específico y al valor de venta de la propiedad- hace que la inversión sea absolutamente rentable”, acota Macchione.
Recomendaciones
A la hora de recomendar el sistema ideal, teniendo en cuenta la relación entre efectividad y consumo, el ingeniero Macchione sostiene: “Los consumos son medianamente engañosos ya que comparamos calidades de confort diferentes aunque el combustible sea el mismo. Es decir, si comparamos un sistema de combustión directa deberíamos considerar cuánto se pierde por la ventilación pero nadie lo piensa de esta manera y hasta comete el error fatal de cerrar las ventilaciones reglamentarias para no perder calor sin pensar que corre riesgo de vida. Tampoco los sistemas de cámara cerrada son comparables ya que no calefaccionan todos los ambientes, lo hacen a través de un calefactor grande de bajo rendimiento en un ambiente que algo de calor deja pasar a los ambientes contiguos. El sistema central por caldera y radiadores (o piso radiante) llega con total efectividad a cada ambiente aun en condiciones de ambiente cerrado y mantiene la totalidad de los ambientes de la vivienda en particular condición de confort, es decir, cada uno puede elegir la temperatura que crea conveniente. Si a este sistema le cerráramos los radiadores de algunos ambientes -a los que en otros casos no se les hubiera colocado equipo calefactor- su consumo sería considerablemente menor y, además, es muy posible hacerlo ya que cada ambiente posee su radiador con válvula de comando individual, que permite activar o anular ese calefactor cuando se desee”, explicó el profesional.
“Convengamos que cuando uno se acostumbra al confort le es difícil prescindir de él por lo que nadie opera esta restricción, salvo que sean ambientes que no se usan nunca o sólo en ocasiones especiales (por ejemplo, una habitación de huéspedes). Hay accesorios adicionales que permiten que cada radiador funcione de manera automática; éstas son las válvulas termostáticas, que optimizan el consumo enalteciendo el confort”.
En coincidencia con Macchione, Daniel Czernichow, gerente de Zer Climatización, acotó: “ La mejor opción en calefacción disponible a la fecha son las calderas murales con válvulas modulares, que disminuyen el consumo. En este aspecto, dentro de lo que respecta a calefacción central, preferentemente sugiero los pisos radiantes antes que la modalidad de radiadores, ya que se prestan para adecuarse a distintas energías alternativas”.
Ahorro y confort
El mundo ha captado la importancia del ahorro energético y la mejora del confort, que -curiosamente- van de la mano. “La mayor parte de nuestras vidas sucede en nuestras viviendas, por lo que es justo y necesario que pensemos en un sistema confortable, automático y de ahorro de combustible. Éste no es más que un sistema central de calefacción que pueda controlarse con crono-termostátos electrónicos que, mejorando el nivel de confort, puedan ayudarnos aún más en la economía de combustible que tanto nos asusta en este momento. Estos sistemas también son muy amigables con los equipos de energía no convencional, como -por ejemplo- los paneles solares”, afirma el ingeniero Macchione.
“Es bueno destacar que las calderas poseen sistemas automáticos de seguridad y control que hacen que su funcionamiento sea seguro y operen en el máximo de rendimiento, con lo que se traduce en un ahorro considerable del consumo para igual prestación entregada por los sistemas anteriores”, agregó.
En Argentina, la palabra “energía eléctrica” está vedada, siempre es sinónimo de gran costo. Si bien los sistemas de aire acondicionado tienen la ventaja de acondicionar tanto en invierno como en verano, el gasto energético para calefacción es mayor que los costos de los sistemas a gas natural. Son comparables cuando sólo se dispone de GLP (gas licuado). Pocos equipos de aire acondicionado son aptos para temperaturas exteriores inferiores a cuatro grados y éstos son los de alto rendimiento y costos también elevados, por lo que con equipos comunes no es factible producir calor en días u horas de bajas temperaturas. Todo tiene su solución, si se desea calefaccionar con energía eléctrica ya que también se comercializan calderas de calentamiento eléctrico para sistemas de calefacción central.
Por su parte, en cuanto a sugerencias, Czernichow sostiene que “el ABC del cuidado en el consumo está en el aislamiento del hogar tanto para el frío como el calor, teniendo en cuenta distintas partes de la casa como vidrios, paredes y pisos, entre otros”.
Por su parte Isaías Goldman, dueño de la empresa que lleva su nombre, enumera las principales acciones a tener en cuenta para promover el ahorro: verificar el tipo de energía disponible a utilizar, la ubicación geográfica y espacial del lugar, el tipo de pared, piso y techo así como las aberturas (cantidad y tipo).
“La mayoría de los que presupuestan pide el plano, por lo que es fundamental tratar de tenerlo con la mayor cantidad de datos posible (medidas, espacios, mobiliarios, etcétera) para poder evaluar todos estos aspectos”, agregó Goldman.
Tendencias
Para el gerente de Arcaduz, la tendencia en el país se va acercando cada vez más a lo que se aplica en la Comunidad Europea. “En la medida en que los costos de los combustibles se sinceren, más cerca estaremos de los paises europeos, debido al ahorro de energía que necesariamente buscamos. En Argentina el sistema de calefacción indirecto (radiadores-piso Radiante) ya tiene una gran aceptación y hoy son muy buscadas las calderas por condensación, que son la última innovación tecnológica mundial y más amigables con el medio ambiente. No obstante, por las desinteligencias sobre temas de importación, todavía persisten los sistemas de calentamiento directo a gas con cámara cerrada (tiros balanceados) o cámara abierta (pantalla infrarroja). Para algunas viviendas -que por su pequeño tamaño o antigüedad no disponen de gas natural- se puede calefaccionar con energía eléctrica radiante (infrarrojo) o por convección (caloventiladores o aire acondicionado)”.
Para Czernichow, ”además de las calderas, las últimas tendencias en calefacción están relacionadas con las bombas de calor o calor por bombas como la Therma V, un equipamiento que puede llegar a reemplazar la caldera y permite temperaturas máximas de hasta 60 grados y trabaja con temperaturas inferiores a siete grados. Este equipamiento es importado y es ideal para los sitios donde no hay gas natural”.
La bomba de calor es considerada una alternativa ideal para esos hogares en los que el calor se requiere en puntos específicos, por ejemplo en la habitación principal o la sala, además son útiles también para el verano, debido a la opción de aire acondicionado.
Más espacios con menos consumo
Según Isaías Golman, “las opciones actuales en calefacción deben priorizar el menor consumo, tratando de abarcar y aprovechar la mayor cantidad de espacios disponibles.
Entre ellas se destacan calefacción central por radiadores, piso radiante, conductos, equipos minisplit y, para espacios exteriores, tubos radiantes”.
En el caso de piso radiante, el costo inicial de compra es relativamente alto pero el ahorro de energía es mayor (hasta 70% menos que un sistema de calefacción tradicional). Lo que hay que tener en cuenta es que la obra se debe presupuestar y cerrar desde un principio, ya que se necesita instalar junto con el contrapiso.
En cuanto a los radiadores, que consumen de 30% a 40% más que el piso radiante, el costo es menor, y su colocación puede dividirse en la obra al momento de la instalación de las cañerías y los radiadores al finalizar la vivienda.
En el sistema de calefacción por conductos, el costo es parecido al del piso radiante, el consumo es aproximadamente 50% mayor que el piso radiante y su instalación se puede realizar en la obra antes de hacer cielorrasos y/o pinturas, con la ventaja de poder adosarle también el sistema de aire acondicionado.
Para los minisplits, el consumo es eléctrico por lo que puede ser una alternativa en lugares donde no hay gas natural. Su costo se asemeja al de los radiadores.
En el caso del tubo radiante el consumo es como el de una caldera, tiene la ventaja de calefaccionar lugares abiertos como quinchos y solariums.
Algunos precios
Caldera individual para calefacción central $13.700
Radiador inyectado x 6 (dormitorio) = $1.710
Crono-termostato central $950
