ESCUCHARLa licitación para ampliar la central Francisco Bazán (Sudoeste) de la EPEC, cuya potencia extra de 125 megavatios iba a destinarse exclusivamente a cubrir la demanda de la industria de Córdoba, quedó nuevamente desactivada, sin fecha cierta para un nuevo llamado a concurso.
Así lo admitieron a Comercio y Justicia fuentes del Ejecutivo provincial y de la UTE Isolux-Iecsa, único oferente en el proceso de licitación instrumentado por la estatal Enarsa.
Ahora, EPEC solicitará a la Nación poder convocar a una nueva licitación, aunque siempre con financiamiento nacional, autorización que aún no fue informada.
El plazo de ejecución de la obra según el pliego oficial era de 450 días corridos. En el mejor de los casos, si la central volviera a concursarse en setiembre próximo, la obra podría estar operativa recién en 2010 considerando los plazos para la venta de pliegos y estudio de las ofertas técnicas y económicas, propias de todo proceso.
La ampliación de la capacidad de generación de la central Bazán es una obra emblemática para la industria local, toda vez que la potencia extra iba a destinarse a cubrir los requirimientos del sector bajo la modalidad Energía Plus, según el anuncio efectuado por el ex gobernador José Manuel de la Sota y autoridades del Ministerio de Planificación Federal el 21 de julio de 2007.
“La licitación se cayó porque la única oferta excedía en un 40 por ciento el presupuesto oficial de 67 millones de dólares más IVA”, reveló a este medio una fuente de la EPEC.
La versión del único oferente fue disímil: “El proceso quedó desactivado porque los plazos para importar las turbinas de Siemens y General Eléctric excedían los requirimientos oficiales”, explicaron desde la UTE.
Más allá de los argumentos encontrados, el dato es el fracaso del proceso, la incertidumbre sobre el futuro de la obra y sus consecuencias sobre la industria de Córdoba.
Industria preocupada
“Claro que nos preocupa. Hoy tal vez el tema pase a segundo plano por el parate producto de la crisis con el campo y la puesta en marcha de otras centrales como Timbúes y Campana. Pero la potencia extra de la Sudoeste iba a ser un reaseguro para la industria a través de la modalidad Energía Plus”, indicó una fuente del sector industrial.
El plan Energía Plus exige a las empresas con determinada demanda de potencia, procurarse su propia energía cuando la exigencia supere la demanda base de igual período del año 2005.
El fracaso de la licitación de la central Bazán se sumó al de las usinas de Belgrano II y Necochea II, tres de las cinco que licitó Enarsa con un presupuesto total de 3.250 millones de pesos. Quedaron en pie las centrales Ensenada de Barragán y Brigadier López, según se indicó.
La caída del proceso licitatorio de Bazán es el segundo ocurrido desde su lanzamiento en 2006.
En rigor, la primera convocatoria corrió por cuenta de EPEC y apuntaba a repotenciar la central que hoy genera 60 mW. En esa ocasión, el único oferente fue la francesa Alstom.
La licitación quedó desactivada tiempo después luego de diferencias insalvables con el grupo inversor, entre ellos la exigencia de Alstom de fijar a los tribunales internacionales como órgano competente en caso de controversias, postura rechazada de plano por EPEC.
Tiempo después, en julio del año pasad
