ESCUCHARLas ventas de combustibles en las estaciones de servicio de todo el país cayeron durante julio 0,5% con relación al mes anterior, y se interrumpió así la recuperación que se había observado en mayo y junio a raíz de la flexibilización de las condiciones de aislamiento impuestas por la pandemia de coronavirus.
El dato pertenece a la Confederación de Entidades Comercializadoras de Hidrocarburos y Afines (Cecha), que ayer difundió el reporte mensual en el que analiza el comportamiento de la demanda.
El titular de Cecha, Gabriel Bornoroni, destacó que con la caída de 0,5% de julio, el sector todavía está 27,7% abajo respecto de febrero, el mes prepandemia que se toma como base de comparación, aunque se observaron picos de retracción en lugares como la ciudad de Buenos Aires, con 46,6%.
De ese modo, en el séptimo mes del año la baja se explicó por la menor demanda de gasoil, que tuvo una caída intermensual de 1,3%, y un crecimiento de las naftas de 0,8%, lo que mostró la interrupción de la recuperación, y posterga el horizonte previsto para octubre de poder alcanzar los volúmenes prepandemia.
Se desprende del trabajo que hubo 10 provincias donde hubo caídas, durante julio, de volúmenes totales. En tanto, en las 14 jurisdicciones restantes la recuperación acumulada no alcanza la mitad de lo perdido por el aislamiento iniciado el 20 de marzo.
Bornoroni explicó que «a raíz del dispar comportamiento en las distintas fases de aislamiento en el área metropolitana y el resto del país que se registró durante julio, se interrumpió la fuerte recuperación de las ventas, que había sido de 47,4% en junio y de 37,3% en julio».
En ese sentido, explicó que también «parte de la caída se compensó por el pico de demanda del sector agropecuario, que amortiguó la baja en las provincias con mayor peso, pero ahora, pasado ese efecto, se prevé que la recuperación pensada para octubre va a ser más lenta de lo esperado».
«La situación epidemiológica no ayuda porque no tenemos una baja en la curva de infectados, y es proporcional, es decir, cuando se restringe la circulación es abrupta la caída en las ventas», afirmó.
Sobre la incidencia del incremento en el precio de los combustibles, de 4,5%, registrado en julio, Bornoroni aseguró que eso «no modificó sustancialmente» las dificultades que enfrenta el sector. «La suba terminó siendo neutral, teniendo en cuenta que desde diciembre venimos con precios de combustibles congelados, mientras el resto de los gastos y costos siguieron subiendo al ritmo de la inflación; esperamos que no sea negativo», agregó el directivo.
