Además de un crecimiento inusitado para el mes de noviembre -la actividad se incrementó 12,5%-, el sector manufacturero mostró otro dato alentador, aunque también preocupante: el uso de la capacidad instalada en las fábricas llegó a 83,4%, el nivel más alto de la última década, con picos superiores a 90% en varios sectores. Las cifras evidencian que la producción no avizora un techo cercano, pero también que si no se profundizan las inversiones algunos sectores pueden encontrar limitaciones para abastecer demandas interna y externa crecientes.
De acuerdo con los datos difundidos por el Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (Indec), la industria nacional batió otra vez su propio récord de uso de su potencial productivo: tras el pico de 82,3% que tuvo en octubre, se ubicó en 83,4% el mes siguiente, una cifra nunca alcanzada en los últimos 11 años.
Estos números confirman lo que diversos analistas y empresarios señalaron a lo largo de la segunda mitad del año: hacen falta inversiones para poder abastecer una demanda creciente. Los anuncios han sido numerosos, pero hay sectores muy importantes -como la mayoría de las empresas privatizadas- cuya inversión está frenada. Las pequeñas y medianas empresas han sido, por el contrario, las más activas a la hora de ampliar su capacidad productiva.
