La Unión Industrial Argentina (UIA) y la Cámara de Exportadores de la República Argentina (CERA) expresaron ayer su preocupación por los más de tres mil camiones que se encuentran varados en el paso internacional Cristo Redentor, en Mendoza, debido a la decisión del Gobierno chileno de exigir el testeo de todos los choferes para dejarlos ingresar al país trasandino.
La UIA expresó, en un comunicado, que “la imposición de testeos de antígenos obligatorios al 100% a los conductores de camiones -además de la presentación del PCR negativo- y la capacidad acotada de testeos en el paso continúan profundizando el problema”.
En ese sentido, la entidad fabril consideró que “en virtud de dar respuesta a las dificultades que impiden el abastecimiento de productos y genera cuellos de botella en las zonas fronterizas, resulta necesario dar curso a las autoridades chilenas para encontrar soluciones expeditivas que dinamicen las medidas sanitarias”.
“La UIA se encuentra trabajando junto a las autoridades nacionales pertinentes para avanzar en este sentido”, concluyó la gremial empresaria.
Por su parte, el titular de CERA, Fernando Landa, advirtió que la situación genera “un alto grado de incertidumbre y sobrecostos”, y “requiere de la urgente implementación de un esquema de control mejor preparado, basado en la cooperación binacional”.
Actualmente hay unos tres mil camiones varados en el paso Cristo Redentor, fronterizo con Chile, como consecuencia de la decisión del gobierno chileno de exigir el testeo de todos los choferes, además de la presentación de un PCR negativo, obligatorio para el tránsito.
“Sin desconocer la actual situación sanitaria global y la soberanía de cada país para establecer su política al respecto, la instrumentación de ese tipo de medidas debe ser acorde con el contexto y privilegiar la cooperación”, remarcó la entidad en un comunicado difundido ayer.
“Lo cierto -agregó- es que los exportadores argentinos están afrontando mayores costos y eventuales pérdidas reputacionales ante incumplimientos contractuales producto de la modalidad de implementación de estas medidas”.
Por último, la CERA indicó que “además de la preocupación ya manifestada por nuestra Cancillería, estamos ante una oportunidad de cooperación para la implementación de un sistema fronterizo que satisfaga las necesidades sanitarias, económicas y comerciales de ambos países”.