El saldo con Brasil volvió a ser superavitario por primera vez desde diciembre de 2021. Se debe a las fuertes restricciones a las importaciones. El sector automotor refleja claramente la situación
Luego de diez meses consecutivos de déficit en el comercio con Brasil (US$232 millones por mes en promedio), noviembre presentó un saldo positivo de US$57 millones, según los datos divulgados por la consultora Abeceb. Pese a ello, ésta consideró importante destacar que el superávit fue mucho menor que el de igual mes del año pasado, cuando había alcanzado US$307 millones.
La consultora atribuye este superávit al fuerte freno a las importaciones impuesto por el país, que, pese a crecer 13,9% hasta alcanzar US$1.193 millones, logró compensar la caída de 7,8% en las exportaciones, que totalizaron US$1.249 millones.
Importaciones
Al analizar la composición de las importaciones se puede observar que, de los productos con mayor participación en el total, los que lideraron la desaceleración en el ritmo de crecimiento de las importaciones fueron “Partes y accesorios para vehículos automotores”, que crecieron 23,2% interanual frente al 44,4% en el acumulado en 2022; “Vehículos de pasajeros”, cuya importación cayó 7% en noviembre; y “Mineral de hierro y concentrados”, que aceleró su caída hasta -17,8% en el acumulado del año. Por su parte, la importación de “Motores de pistón y sus partes” creció 58,6% en el año.
Exportaciones
Las exportaciones a Brasil cayeron 7,8% en noviembre y alcanzaron US$1.249 millones. Consolidaron así la tendencia de los últimos meses. Luego de haber crecido 21,8% promedio en el segundo trimestre, se contrajeron casi 6% -promedio- en octubre-noviembre.
Por último, el único de los rubros de mayor participación en el total que cayó en términos interanuales fue “Trigo y centeno, sin moler”, cuya exportación se contrajo un importante 30,6%, que puede explicarse por la menor producción nacional como consecuencia de sequías y heladas de las últimas semanas.
Rumbo a 2023
Esta situación vivida sobre el cierre del año es un evento atípico, a partir de que el déficit comercial bilateral acumulado hasta noviembre fue de US$2.238 millones, lo que representa un notable deterioro en relación con el saldo del mismo período del año pasado (saldo negativo de US$26 millones).
Así, este año se encamina a cerrar con un déficit comercial bilateral en torno a U$S2.400 millones para Argentina, poco más de la cuarta parte de lo recaudado en la primera edición del dólar soja. Pese a ello, este año aún se encuentra casi 30% debajo del promedio de US$3.500 en 2004-2018, lo que espera recaudar el Gobierno en la segunda edición del dólar soja.
De cara al año que viene, no parece haber señales de que la relación comercial bilateral entre los dos países pued cambiar, considerando además el rol de Uruguay como potencial agente disruptivo del orden del Mercosur. Hacia el futuro, lo único que quedan son incógnitas.