La decisión de dejar de subsidiar a las empresas ya está tomada y reflejada en los números del Presupuesto 2025. Se aplicaría una vez que debute el transporte metropolitano. Desde entonces, el municipio sólo ayudaría a los usuarios que acrediten vulnerabilidad, en paralelo a los boletos subsidiados que cubre la Provincia. El resto pagaría el costo real que, según Fetap, hoy se ubica en $2.430. La medida choca con el impacto negativo que tendrá en los usuarios, más aún en un año electoral. Las alternativas en análisis
La Municipalidad de Córdoba analiza liberar total o parcialmente la tarifa del transporte urbano de pasajeros para aquellos usuarios con capacidad de pago y focalizar los subsidios sobre aquellos que carecen del poder adquisitivo o patrimonial para afrontar el boleto.
La decisión de recortar los subsidios al transporte que desde 2025 apuntarán a la demanda y no a la oferta, esto es a las empresas en general, aparece implícita en el Presupuesto 2025 aprobado días atrás por el Concejo Deliberante y que comenzará a regir en apenas 48 horas.
Concretamente, de erogaciones totales por 1,39 billón de pesos, las denominadas
transferencias corrientes, básicamente para subsidiar al transporte, serán de 167.390 millones de pesos. Esas partidas son ciertamente muy inferiores en términos reales a las que se terminarán ejecutando este año.
De hecho -tal como anticipó Comercio y Justicia tiempo atrás-, según la ejecución presupuestaria al 30 de septiembre, las transferencias para erogaciones corrientes habían alcanzado entonces 108.509,1 millones de pesos, 601,3% por encima de igual período de 2023. En contrato, ya habían superado los 100 mil millones de pesos cuando aún restaban cuatro meses para concluir el año.
Para 2025 se estima erogar sólo 167.390 millones de pesos en todo el ejercicio. La reducción incluso podría registrarse en términos nominales.
Como fuere, la idea es dejar de subsidiar a la oferta, en este caso cada aumento salarial que consigue la UTA y que las empresas aducen no poder afrontar con el valor vigente del boleto y, desde ahora, focalizar los aportes en la demanda, concretamente en aquellos usuarios que no tengan capacidad de pago suficiente para afrontar el pago de una tarifa plena o que cubra los costos reales del sistema.
¿Boleto a $2.430?
Bajo esa lógica, un grupo aún indeterminado de usuarios debería pasar a pagar 2.430 pesos, que es el valor calculado por Fetap al día de la fecha que tiene el costo real del boleto.
En la práctica significaría duplicar la tarifa vigente de 1.200 pesos.
Ahora bien. Es un hecho que el intendente Daniel Passerini no convalidará semejante suba, aunque sea para que la pague un número reducido de usuarios. En los hechos, la noticia sería que el boleto en Córdoba se va a 2.400 pesos -casi 900 pesos por encima de Pinamar que tiene el boleto más caro del país-, y nadie repararía en el detalle de que esa cifra sólo la pagaría una cifra menor de usuarios. En paralelo, si sólo la erogara un número marginal de usuarios, tampoco tendría un efecto práctico de aumentar la recaudación de las empresas en la magnitud suficiente como para que puedan afrontar los aumentos salariales en las paritarias con UTA.
En definitiva, si bien hay un concepto claro de dejar de subsidiar a la oferta -las empresas-, para focalizarse en la demanda y complementarse con la Provincia que ya hace su aporte con los boletos subsidiados -BEG, BAM, BOS y BSC-, no está claro cómo se terminará efectivizando ese cambio.
Sí está claro que el Presupuesto asigna mucho menos fondos para 2025 en concepto de aportes del municipio al sistema. O se amplía esa partida o alguien terminará pagando la diferencia con el costo real del boleto.
Transporte metropolitano
La estrategia oficial se engancha con la puesta en marcha del denominado transporte metropolitano.
El sistema que fue oficialmente anunciado el 2 de septiembre pasado por el gobernador Martín Llaryora y el propio Passerini apunta a complementar los servicios urbanos de la ciudad capital y los interurbanos de localidades próximas a esta ciudad.
De todas formas, y más allá de aquel anuncio sobre el Sistema Integrado de Transporte Metropolitano de Córdoba, a la fecha no hay ningún avance concreto.
“Para brindar mayor conexión y alternativas de servicios entre la Capital provincial y las ciudades ubicadas en sus adyacencias, el transporte cambiará de paradigma: dejará de gestionarse con una visión urbana y será pensado en forma metropolitana”, señalaron entonces.
“El servicio de transporte, como tantas cosas en la Argentina, está en emergencia, y a veces las emergencias paralizan. A nosotros nos motivó a juntarnos para cuidar este servicio esencial”, sentenció Passerini.
“La casta no viaja en colectivo. Vamos a garantizar el derecho de transporte, que la gente pueda ir a trabajar y moverse con libertad”, cerró el intendente.
A su tiempo, el gobernador destacó: “Somos gobiernos de distintas ideologías y partidos políticos, pero sabemos que todos los días trabajamos en conjunto para mejorar la calidad de vida de la gente. Primero los vecinos, después el partido. Éste es el modelo Córdoba y es lo que lleva a Córdoba, aun en la crisis, a estar un paso adelante”.
El novedoso sistema contempla la readecuación de las líneas que operan actualmente en Córdoba Capital y la articulación con la prestación interurbana.
La estrategia asegurará un adecuado servicio del transporte de pasajeros, mejorará las frecuencias, ampliará los horarios de traslado, conectará las líneas y corredores y extenderá los recorridos; al mismo tiempo que fomentará el uso de colectivos en detrimento del automóvil.
El convenio fue firmado por el presidente del Ente Metropolitano Córdoba, Rodrigo Fernández, y el secretario de Economía y Gestión Pública de la Provincia, Guillermo Acosta.
El sistema
Dentro del ejido, a los circuitos anulares de la línea 600 se sumarán unidades eléctricas que conectarán las inmediaciones del centro con el Polo Sanitario y Ciudad Universitaria y tendrá un recorrido pensado para los turistas.
También se añadirá la línea 500 que amplía la circunferencia a 30 cuadras del centro; y la 700, que recorrerá la Av. Circunvalación sin ingresar a la ciudad.
Al mismo tiempo se actualizarán los trayectos existentes y se extenderán los servicios hacia las ciudades del área metropolitana.
El sistema contempla líneas intermunicipales. En una primera etapa unirán La Calera, Saldán, Villa Allende, Mendiolaza, el Aeropuerto, Estación Juárez Célman, Colonia Tirolesa, Mi Granja y Malvinas Argentinas. A futuro se conectarán las ciudades que conforman el Ente Metropolitano al sur de la Capital.
Por medio del Observatorio de Movilidad, el Ente controlará los servicios y las frecuencias de las empresas que integrarán el sistema metropolitano. Por su parte, el Gobierno provincial dispondrá de fondos y los recursos necesarios para la adecuación tecnológica de las unidades de colectivos y de una mayor infraestructura para el Observatorio.
Las empresas de interurbanos estarán habilitadas a realizar tráfico de pasajeros dentro del ámbito de competencia.
La Unidad Ejecutora estará a cargo del Ente Metropolitano, compuesto por dos miembros designados por la Municipalidad de Córdoba, dos de la Provincia y uno del Ente Metropolitano.
Cómo funcionará
El transporte será bidireccional: los colectivos urbanos llegarán a las ciudades del área metropolitana, y los interurbanos podrán prestar servicios en Córdoba Capital. Esto redundará en mayores frecuencias y horarios.
La tarifa será diferenciada. Se mantendrá el precio hasta un trayecto de 10 kilómetros, superado ese límite habrá un costo diferenciado.
Se sostendrá la gratuidad de la combinación de viajes en el mismo sentido de circulación.
Se ampliará el abanico de medios de pago.
El sistema multimodal prestará servicio con unidades a base de combustible fósil, eléctricas y se incorporarán colectivos a GNC.
Demorado debut
Más allá de los anuncios y la promesa de que antes de fin de año el sistema comenzaría a funcionar, al menos de manera parcial, lo cierto es que nada de esto ocurrió.
En rigor, fuentes del sector empresarial consultadas por Comercio y Justicia aseguraron que el esquema podría hasta encarecer el valor teórico del boleto, hoy en 2.430 pesos.
Es que si una línea que hoy tiene un recorrido determinado, debe prolongar ese trayecto, por ejemplo, hasta Villa Allende, ¿qué tarifa va a cobrar? “Hoy un interurbano a Villa Allende cuesta 2.300 pesos. Evidentemente, todos los usuarios buscarán volcarse a los urbanos, que en principio no cobrarían los 1.200 pesos de tarifa plana actual sino un valor más elevado”, resumió el empresario.
“Es un tema complejo que requiere nivelar las tarifas para no perjudicar a uno y otro servicio y a su vez, lograr sumar más pasajeros y así mejorar la ecuación económica de ambos servicios”, graficó el informante.
Como fuere, ejemplificó que, para el caso de una prestataria de la ciudad de Córdoba, extender el servicio, por ejemplo a Villa Allende, tendrá un costo mayor por la distancia extra y si no logra vía tarifa y pasajeros salvar esas erogaciones mayores, no habrá otra que subir aún más la tarifa o bien que la comuna o el Ente Metropolitano aporten la diferencia.
Mientras tanto, no está claro cómo el debut del Transporte Metropolitano tendrá un efecto en la baja de los subsidios que aporta hoy el municipio.
Es probable que una alternativa sea que la tarifa para viajar, por ejemplo en un recorrido mayor a 10 kilómetros, tenga un valor sensiblemente mayor al vigente hoy, de 1.200 pesos
Pero por ahora son sólo especulaciones. No hay expresiones oficiales pese a la promesa original de ver avances concretos antes de fin de año.