ESCUCHARLas paritarias promedio cerraron en 29% en dos tramos y en algunos casos con suplementos no remunerativos. Hasta julio, el IPC Indec marcaba una suba de 16,7% y la “inflación Congreso” de 24,09%. Si la evolución de precios se mantuviere en línea con los últimos tres meses, el IPC oficial llegaría a 25,7% y las mediciones privadas a 39%.
Los aumentos salariales acordados en las principales paritarias cerradas en el primer semestre del año, que se ubicaron en torno a 29% promedio y en su mayoría en dos tramos, por ahora implican una mejora real del salario, aunque pueden cerrar el año con un pérdida del poder adquisitivo de los ingresos en función de la evolución de los precios.
De acuerdo con los datos oficiales, el Índice de Precios al Consumidor Nacional Urbano (IPCnu) que mide el Indec dio hasta julio un aumento acumulado de 16,7% en 2014.
En tanto, la denominada “inflación Congreso”, que todos los meses difunden los bloques opositores en el parlamento con base en un compendio de diferentes consultoras privadas, acumuló en el año un aumento de 24,09%.
Si bien las diferentes son sustanciales, ambas mediciones coinciden en que el movimiento de los precios se amesetó en los últimos tres meses. Para el Indec, en torno a 1,4% (1,4% en mayo, 1,3% en junio y 1,5% en julio) mientras que para la oposición en el Congreso el promedio se situó en torno a 2,35% (2,28% en mayo, 2,2% en junio y 2,47% en julio).
En cualquiera de los casos, el piso sigue siendo ciertamente elevado, máxime si se considera que las subas se enmarcan en una situación de economía en recesión, según datos del Indec basados en el Estimador Mensual de la Actividad Económica (EMAE) a junio pasado.
Si eventualmente esos indicadores se mantuvieren el resto del año, para Indec, el IPC cerraría en 25,7%, mientras que la inflación Congreso lo haría 39%.
En el primero de los escenarios, la mayoría de los gremios con paritarias cerradas en el primer semestre terminaría con una suba real en sus salarios. En el segundo caso, todos quedarían por debajo, con pérdida en el poder adquisitivo de sus haberes.
Por lo pronto, hasta el momento la mayoría de los gremios obtuvo subas reales en sus salarios en lo que va del año, aunque con particularidades.
Por caso, en Córdoba, los estatales lograron subas de 31,6% en dos tramos: 20% en febrero y 9% en agosto, acumulativas.
El primer escalonamiento, ya sea por el porcentaje y por el momento de su aplicación, representa una mejora real en los salarios hasta ahora, incluso en el escenario más extremo de la inflación Congreso.
Pero no todos los gremios cerraron paritarias en esos rangos y para esa fecha. Por ejemplo, la mayoría de los sindicatos grandes -Comercio, Uocra, UOM, Camioneros y UTA, por ejemplo- acordaron aumentos en dos tramos pero el primero recién en abril y en la mayoría de los casos de 15% en esa primera etapa.
Esa suba llegó luego de los fuertes incrementos de precios de los primeros cuatro meses del año que, según Indec, acumularon 12% en ese período. De esta forma, la suba lograda por esos sindicatos en ese primer tramo apenas si logró recuperar el poder adquisitivo del sueldo perdido en el inicio del año.
Pero el panorama se agrava si el análisis incluye 2013. Es que luego de que todos los gremios cerraron sus acuerdos para ese ejercicio, el último tramo del año mostró una dinámica de precios en aceleración con subas generalizadas en prácticamente todos los rubros.
Sin datos oficiales del IPCnu que recién debutó en enero, la inflación Congreso mostró, por ejemplo en diciembre, una suba de 3,38% y un acumulado anual de 28,3%.
La erosión de los sueldos en esa “película” que incluye el último trimestre de 2013 y 2014 muestra así que muchos acuerdos salariales quedarán más temprano que tarde con una caída real en su poder de compra, incluso en el escenario del IPC de Indec, siempre con un proyectado que se mantenga en torno al promedio de los últimos tres meses medidos por el indicador oficial.
