Apenas una de cada diez personas que reciben el Ingreso Familiar de Emergencia (IFE) accedió a un trabajo formal registrado entre los meses de febrero de 2019 y enero de 2020, informó la Anses a través de un estudio de caracterización de la población beneficiada con esta ayuda.
El mismo reflejó que del universo de 8.857.063 de personas que perciben el IFE, más de la mitad (55,7%) son mujeres, de las cuales el 42,3% son trabajadoras de la economía informal o desempleadas sin ningún tipo de cobertura estatal.
Del total de las mujeres, el 46% (2.268.562) ya percibían una asistencia del Estado por medio de la Asignación Universal por Hijo (AUH) al tener hijos a su cargo.
“Es importante señalar que la mayoría de la población beneficiaria alcanzada por este ingreso no tiene la posibilidad de acceder a un empleo formal como consecuencia de una problemática estructural”, señaló la Anses en el informe al que accedió Télam.
Del total de beneficiarios del IFE, 5,6 millones de personas (61,7%) son trabajadores informales o desocupados sin seguro por desempleo; 2,4 millones (27,0%) son beneficiarios de la AUH; alrededor de 700 mil (7,8%) están inscriptos como monotributistas de las categorías A, B o al monotributo social; cerca de 180 mil (2,1%) son trabajadores de casas particulares, y 120 mil (1,4%) beneficiarios del programa Progresar.
Por edades, el análisis de la cobertura del IFE mostró también que del total de la población argentina de entre 18 y 24 años, el 52% accedió al bono de $ 10.000; mientras que dentro del rango de entre 25 y 34 años, el 44% es beneficiario de la ayuda.
En cuanto a la distribución geográfica, si bien el IFE alcanza a cerca del 19,5% de la población total del país, al analizar la penetración del mismo en las distintas provincias se observó una marcada focalización en aquellas que presentan los indicadores sociales con mayor situación de vulnerabilidad.