Una encuesta realizada por la Confederación Argentina de la Mediana Empresa pone en relieve la delicada situación de las pequeñas y medianas empresas. Entre las causas, apuntan a escasos niveles de actividad económica, elevada carga fiscal, crisis de las economías regionales y deterioro en la cadena de pagos.
Casi siete de cada diez pymes trabaja sin rentabilidad, en medio de un fuerte “deterioro” y una “delicada situación”, que golpea principalmente a las empresas agropecuarias. Al menos así lo advirtió un informe difundido por la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME).
Tras realizar una encuesta en el sector, la entidad precisó que, durante mayo, de 670 pequeñas y medianas empresas del comercio, la industria y el agro, 69% operó con rentabilidad negativa o nula, mientras sólo 31% declaró haber finalizado el mes con rentabilidad positiva.
En ese escenario, CAME subrayó que “la situación es delicada porque, además de poner en riesgo a miles de empresas y empleos, la caída en la rentabilidad impacta automáticamente en la inversión, ya que la mayoría de las pymes la financia con su tasa de ganancias”.
También señaló que “sin inversión se resiente la productividad de la empresa y se incrementan las distorsiones de la economía”.
Los motivos de la recesión
Los niveles de actividad económica insuficientes, las subas en los costos, la carga fiscal creciente y la crisis por la cuales atraviesan muchas economías regionales, son algunas de las grandes causas que explican la fuerte reducción en los márgenes de ganancias y la pérdida de rentabilidad en las empresas chicas y medianas, analizó la entidad.
A su vez, subrayó que el “deterioro” en la cadena de pagos fue “muy fuerte” en los últimos meses debido a que crecieron los cheques rechazados entre las pymes y se incrementaron los costos financieros.
“En la industria pyme, donde la producción acumula 22 meses en baja, los problemas de rentabilidad se vienen arrastrando desde hace varios años”, sostuvo el estudio. La entidad estimó que “para mejorar esa ecuación, las industrias van realizando reacomodamientos para reducir costos y mejorar los márgenes que les garantice evitar opciones más dramáticas, como son los despidos o el cierre”.
Ante ese panorama, CAME evaluó que “si bien la solución a este difícil panorama no es única, se podría comenzar reduciendo el costo fiscal, que es uno de los que más ahoga a la pyme en la actualidad”.
Detalles
El sector agropecuario, el más golpeadoLas más afectadas son las empresas del sector agropecuario, ya que 18,9% de las firmas consultadas señaló operar con rentabilidad nula este año y 58,9% con números negativos.
En el agro la situación es “más preocupante” respecto de otros segmentos porque muchas economías regionales “se ven amenazadas” por la combinación de costos altos y crecientes, baja demanda interna, dificultades climáticas, trabas para ingresar a determinados mercados externos y un tipo de cambio retrasado que le resta competitividad a la producción nacional, subrayó el sondeo.
Luego del agro, se posicionó el comercio, a causa de que 31,5% de los consultados informó estar en el punto de equilibrio y 42,5% por debajo. La industria, en tanto, exhibió 49% de empresas con rentabilidad nula y 12,2% negativa.