ESCUCHAREn el sexto mes del año se computaron $2.387 millones, $1.100 millones menos que en mayo y más de $200 millones por debajo del mismo período de 2017. Es la primera señal concreta de reducción del ritmo de los proyectos públicos. En tanto, el ahorro financiero del consolidado provincial apenas llegó a $990,3 millones
El Gobierno provincial cerró el primer semestre con un resultado financiero de apenas 990,3 millones de pesos, 46,8% por debajo del registrado en el mismo período del año anterior.
Se trata del resultado del consolidado de la Administración Pública no Financiera, esto es la Adminstración Central más la Agencia Córdoba Inversión y Financiamiento (ACIF), la Caja de Jubilaciones y organismos descentralizados, básicamente las agencias.
La caída del superávit financiero se produjo a raíz de la desaceleración que mostró el resultado de la Administración General, que cerró en 7.725,8 millones de pesos, 37,6% mayor que el año pasado, pero que terminó por neutralizarse a partir del rojo de 6.824,3 millones de pesos de la ACIF, que concentra buena parte de la ejecución de obra pública, básicamente la relativa al financiamiento de crédito externo.
La desaceleración de superávit se produjo pese a la merma en la ejecución de fondos para obras.
Efectivamente, según los datos informados por la Provincia, en la ejecución presupuestaria al 30 de junio los gastos de capital del consolidado provincial fueron de 15.296,7 millones de pesos, 79,5% más que un año atrás. Si bien el aumento parece contundente, es muy inferior al de meses anteriores en la comparación interanual.
De hecho, si se toma sólo junio, se erogaron 2.387 millones de pesos, más de 1.100 millones por debajo del mes inmediato anterior e incluso casi 200 millones de pesos inferior al mismo mes del año pasado. En términos reales, la baja es ciertamente sustancial.
La desaceleración muestra así, por primera vez, el impacto de la crisis sobre la obra pública, un ítem clave para la administración de Juan Schiaretti.
De hecho, por el lado de la Nación, también hay una baja de las transferencias a la Provincia. Si bien las de capital crecieron sustancialmente, las corrientes bajaron 5,19%. Sumadas ambas, el incremento interanual es apenas superior a 20%, 10 puntos porcentuales por debajo de la inflación.
Por lo demás, el sostén de los ingresos provinciales que sirvieron para mantener aún alto el ritmo de obra sigue siendo el ahorro corriente de la Administración Central.
En ese marco, los ingresos corrientes llegaron a 82.948,6 millones de pesos, 33,9% más, mientras que los gastos corrientes se ubicaron en 61.459,08 millones de pesos, 27,8% por encima de 2017. Así, el ahorro corriente llegó a 21.489,5 millones de pesos, 55,2% superior al año pasado.
Con todo, es probable que ese resultado también termine erosionado, toda vez que los ingresos corrientes, particularmente los tributarios, vienen mostrando una desaceleración que, incluso, a julio pasado, registraron una caída en términos reales. En tanto, el gasto corriente seguirá constante, particularmente el salarial, que hasta ahora muestra una suba interanual de 26%.
Caja en rojo
Párrafo aparte para la Caja de Jubilaciones de la Provincia, que mostró al 30 de junio un resultado económico de 5.199,9 millones de pesos abajo.
Ese quebranto debe cubrirlo la Provincia con giros del Tesoro, toda vez que hasta ahora la Nación sólo ha enviado 171 millones de pesos mensuales a cuenta de la cobertura del déficit anual, cuyo cálculo aún la Provincia espera.
La deuda llega a $73.255 millones pero con un dólar a $28,85
La deuda provincial alcanzó al 30 de junio pasado 73.255,3 millones de pesos, de los cuales 71.047,9 millones de pesos son en dólares aunque convertidos a pesos a un tipo de cambio de 28,85 pesos por dólar.
Si ese pasivo se actualizare al valor de la divisa del viernes último, esto es 30,47 pesos, el pasivo total de la provincia llegaría a 77.247,2 millones de pesos, monto que representa cerca de 50 por ciento del total de ingresos previstos por la Provincia para este año.
La deuda se disparó de manera exponencial luego de la fuerte devaluación del peso, que de los poco más de 20 pesos por dólar a fines de abril, superó 30 pesos en los últimos días.
En cuanto a la denominada flotante, esto es las Obligaciones del Tesoro, alcanzaron al cierre del primer semestre 10.906,8 millones de pesos, de los cuales 3.569 millones eran por salarios, cifra que se regulariza periódicamente.
