El ministro Giordano expuso en EEUU los números de la Provincia y perspectivas. Hubo más de 30 referentes de bancos y fondos de inversión en reuniones individuales. Coincidieron en los buenos datos de Córdoba. No obstante, son remisos a invertir a la espera de las elecciones de octubre
Por Alfredo Flury [email protected]
Los inversores extranjeros están dispuestos a suscribir instrumentos financieros en Argentina y en particular en Córdoba, aunque no avanzarán en nuevos movimientos hasta no tener certezas respecto a las políticas económicas de mediano y largo plazo en el país. Y esa certeza surgirá en parte recién después de las elecciones de octubre y en función de quién resulte electo futuro presidente. En ese marco, hay aval para Mauricio Macri y eventualmente Roberto Lavagna y reticencia a un posible triunfo de Cristina Fernández.
La posición coincidente de más de 30 bancos y fondos de inversión de origen externo fue resumida a Comercio y Justicia por el ministro de Finanzas, Osvaldo Giordano, luego de participar entre el 25 y 27 de febrero pasado de la décima reunión anual del Global Emerging Markets Corporate Conference, organizada por J.P. Morgan y en Miami (EEUU).
“Hay una clara reticencia a invertir en un escenario tan volátil e incierto y quieren esperar a ver qué pasa en las elecciones”, resumió Giordano.
En rigor, la oposición de los inversores externos, en este caso vinculados a instrumentos financieros, de apoyar a Macri o Lavagna -en caso de ser candidato- y rechazar una presidencia de Cristina Fernández, no aporta un dato novedoso. Es conocido el rechazo que genera la ex presidente entre los inversores financieros, quienes de hecho hasta suponen que un eventual nuevo mandato de Cristina podría derivar en otro default de la deuda asumida por la administración Macri.
Con todo, tampoco hay una posición contundente para una reelección de Macri. “Dicen que estarían dispuestos a darle una segunda oportunidad”, admite Giordano.
En todo caso, todos coinciden en que el panorama hoy es complejo.
En ese marco, hoy resultaría muy poco propicio salir a colocar deuda, con un riesgo país creciente que obligaría a convalidar tasas por encima de 11 ó 12 por ciento en dólares para el caso de Córdoba.
Para tener una idea, esa tasa fue la que debió pagar la Provincia cuando emitió un bono por 565 millones de dólares para construir la central Bicentenario de EPEC. O bien la que convalidó con los Boncor 2017 en sus diferentes series, todas emisiones previas a la salida del default con el pago definitivo a los denominados fondos buitre.
Las colocaciones posteriores, ya durante la gestión Macri y en el escenario postdefault, se emitieron con tasas de hasta 7,125 por ciento.
Tras la primera corrida cambiaria del 25 de abril del año pasado, los mercados quedaron prácticamente vedados para colocaciones externas.
De hecho, todos los fondos que gestionó el Gobierno provincial desde entonces fueron créditos de organismos multilaterales, de bancos como el Deutsche o el BBVA o bien de fondos de inversión como los kuwaitíes y emiratíes o bien de la OPEP y más recientemente de la Agencia Francesa de Desarrollo (AFD) para solventar los préstamos que el Gobierno provincial anunció para la construcción o adquisición de viviendas, también complementados con fondos del Banco de Córdoba.
Giordano aclaró, sin embargo, que por ahora no hay intención de salir al mercado.
“La concurrencia a la conferencia de J.P. Morgan no necesariamente implica que un emisor vaya a salir”, dijo.
Es la cuarta oportunidad en que Córdoba expone en ese evento. En esta ocasión, también concurrió la Provincia de Buenos Aires. Además, numerosas empresas entre ellas YPF, Telecom Argentina, Irsa, Geneia y Arcor, entre otras.
En total, participaron más de 140 emisores de deuda, tanto institucionales como privados, además de las provincias de Córdoba y Buenos Aires, por Argentina.
Buena recepción
Respecto a las reuniones que mantuvo Giordano y su equipo -también participaron la secretaria de Administración Financiera, Mónica Zornberg, y el director de Bancor, Ramiro Sosa Navarro-, hubo récord de entrevistas respecto a las participaciones en eventos anteriores. “Tuvimos más de 30 reuniones. Son todas individuales y en ellas exponemos los números de la Provincia y las perspectivas”, dijo el ministro.
Siempre según Giordano, hubo una coincidente percepción positiva sobre las cuentas de Córdoba. “Destacan el ahorro corriente, los ratios de deuda y principalmente la transparencia en la difusión de los números”, resumió.
Panorama “preocupante”
Por lo demás, Giordano ratificó que el Gobierno provincial observa con “preocupación” la situación económica actual.
“La caída en el nivel de actividad y el consumo golpean a la recaudación y no se observa un horizonte claro de recuperación”, dijo. A esa baja hay que sumarle que cerca de la mitad del gasto originado en partidas salariales, no sólo que es inelástico a la baja sino que ajustará por inflación, al menos en el primer semestre conforme el acuerdo salarial alcanzado con la mayoría de los gremios.
En definitiva, un combo complejo por resolver. Seguramente, el gasto comenzará a ajustar por el lado de la obra pública aunque, claro está, recién después de las elecciones del 12 de mayo.
En cuanto a los ingresos, los números de la recaudación son contundentes y quedaron reflejados en los datos de febrero.
Según esas cifras, la recaudación total del segundo mes del año fue de 16.435 millones de pesos, 23,6 por ciento mayor a febrero de 2018 en términos nominales pero 18,2 por ciento abajo a valores constantes.
Sin embargo, si se desglosa por jurisdicción, la caída de la recaudación propia fue decididamente preocupante: subieron apenas 9,3 por ciento que, en términos reales, implica una baja de 27,6 por ciento.
Dentro de los ingresos propios, Ingresos Brutos registró un aumento de 19,9 por ciento, más de 20 puntos porcentuales por debajo de la inflación del mismo período.
Parte de la baja se debió a la reducción de alícuotas previstas en el Acuerdo Fiscal firmado oportunamente entre la Nación y las provincias. Pero también se justificó en la caída en el nivel de actividad que muestran prácticamente todos los indicadores de la economía en el país. Por ejemplo, en el caso del Comercio, que aporta casi 40 por ciento de la recaudación de IIBB, las ventas vienen experimentado bajas contundentes principalmente en los últimos dos meses.
Otro tributo ligado a la actividad económica es Sellos. Ese impuesto mostró una suba interanual del 9 por ciento en febrero, casi 28 puntos porcentuales debajo de la inflación.
Finalmente, los impuestos patrimoniales -Inmobiliario, Automotor y Embarcaciones-, experimentaron una caída del 7,8 por ciento en términos nominales (Inmobiliario -18,3 por ciento y Automotor +113,9 por ciento), lo que implica una caída de 39 por ciento en términos reales. Semejantes variaciones interanuales se explican principalmente porque la actualización para el 2019 de las bases imponibles, en la mayoría de los casos, estuvieron por debajo de la inflación y por la modificación en el esquema de vencimientos 2019.