domingo 3, noviembre 2024
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Comercio y Justicia 85 años

Schiaretti reveló su programa: plan de estabilización y paquete fiscal

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El gobernador cordobés, único precandidato del interior en las PASO, desgranó su plan económico, en un encuentro con los diarios de Córdoba. Déficit cero, empresas públicas en la picota y acuerdo de unidad nacional. La visión de Hacemos, a escala nacional

En plan precandidato presidencial, el gobernador cordobés Juan Schiaretti se pronunció este martes por la necesidad de un programa de estabilización macroeconómica “para que la Argentina vuelva a ser un país normal con una inflación normal, del 10% o el 15% como tienen nuestros vecinos, como tiene Uruguay, Paraguay, Bolivia, Chile o Brasil”. Subrayó, además, que por su envergadura y por los paquetes de medidas que exige, ese plan requiere de un “acuerdo de unidad nacional” para ser llevado a cabo; es decir, de un pacto político amplio que asegure las condiciones de mediano y largo plazos que permitan sostener el programa.
Las condiciones en las que se encuentra el país “exigen que haya un gobierno de unidad nacional”, insistió el mandatario cordobés. El país enfrenta una crisis muy profunda: “Creo que de las grandes crisis se sale mediante acuerdos; la prueba evidente es cómo se superó el estallido de la convertibilidad. Cuando estalló la convertibilidad, cuando tuvimos cinco o seis presidentes en una semana, Argentina empezó a enderezarse cuando (Raúl) Alfonsín y (Eduardo) Duhalde se pusieron de acuerdo. Ahí fue donde el país comenzó a resolver la crisis. ¿Por qué? Porque había el suficiente apoyo, el suficiente respaldo a las medidas que tomaba el gobierno del doctor Duhalde. Me parece que ahora estamos no en la misma crisis, pues ninguna crisis es repetible, pero estamos en una situación que exige que haya un gobierno de unidad nacional. Eso es algo que seguramente hablaremos después de la primera vuelta, después del 22 de octubre“, anticipó el precandidato presidencial de Hacemos por Nuestro País (HNP).
La fecha, la primera vuelta electoral de las presidenciales, marca así el reinicio de las conversaciones que ya tuvo la fuerza que conduce Schiaretti con los líderes de Juntos por el Cambio y, en ese grupo, especialmente con el jefe de Gobierno de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, Horacio Rodríguez Larreta. Con ellos el primer mandatario cordobés ya expuso (y previsiblemente acordó) su propuesta de un programa de estabilización, “que no significa un ajuste salvaje“, según se encargó de aclarar.
En rigor de verdad, Argentina, país propenso a la escalada inflacionaria en coyunturas de crisis, ya pasó no por uno ni por dos sino por varios planes de estabilización macroeconómica. En todos los casos, éstos se tradujeron en ajustes que impactaron ya sea sobre los subsidios estatales, sobre las empresas públicas, los empleados estatales, las jubilaciones, los planes sociales, por mencionar los ítems centrales que se llevan gran parte del presupuesto nacional.
Dos veces insistió Schiaretti en que no hablaba al menos de la versión “salvaje” de un ajuste, “ni mucho menos”, en un encuentro con periodistas de diarios cordobeses, al que estuvo invitado Comercio y Justicia. No confirmó ni negó que ese plan exigiera privatizaciones (“no estoy en contra de las empresas públicas, todo depende de que no sean deficitarias”, dijo) ni una devaluación del peso (“es algo que habrá que ver en diciembre, de acuerdo con el nivel de reservas del Banco Central”, precisó), aunque sí confirmó que “el pivot central es no gastar más de lo que ingresa“, es decir, llegar al déficit cero.
“El hilo conductor de lo que nos pasa, de la decadencia argentina, es lo contrario: gastar más de lo que ingresa. Se trata de un error que no está en la economía sino en la conducción política. Hay que salir de esa lógica, que crea miseria y hambre”, subrayó, para luego enfocarse en su programa: “No hay medidas milagreras. Hay que conseguir el equilibrio de las otras variables que conforman la macroeconomía, pero el eje es acabar con el déficit fiscal y sostenerlo en el tiempo. Se trata de una condición necesaria para sostener un plan de desarrollo“, abundó Schiaretti, el único de los precandidatos presidenciales que pertenece al interior nacional y no al área metropolitana de Buenos Aires.
Entre los componentes de ese plan de desarrollo, que llevaría como condición previa “terminar con la cultura de los subsidios“, se encuentra establecer un nuevo pacto productivo con la actividad agropecuaria, “que es la generadora de divisas” con la eliminación gradual de las retenciones a las exportaciones del sector. Ratificó el precandidato de HNP que, si él es presidente, el primer día baja 25% las retenciones, de modo generalizado. A la consulta de este diario sobre el impacto que la medida traería aparejada sobre los precios internos de los granos exportables, que son insumos de la agroindustria y en especial de la cadena láctea, la cárnica, la porcina, entre otras, respondió: “Es previsible que los precios tiendan al equilibrio”.
“Lo que pasa -abundó- es que las retenciones penalizan mucho más de lo que supuestamente benefician a quienes pueden comprar supuestamente más barato un insumo porque están las retenciones. Este impuesto es una penalización mucho mayor sobre el conjunto de la producción. ¿Cómo sobreviven todos los sectores que usted menciona en Uruguay, sin retenciones, o en Brasil?”, se preguntó, para luego precisar que el éxito de esos dos países en sus exportaciones agroalimentarias, en comparación con las argentinas, se debe a “la diferencia entre dar el impulso correcto para que haya producción a ponerle el pie encima a todo un complejo productivo como el agroalimentario”. Respuesta que de algún modo, dejó la sensación de que las cadenas productivas que usan los granos como insumos, deberán adaptarse a las nuevas reglas ante el caso de una eliminación de retenciones, medida en la que insistió siendo hoy el único de los precandidatos presidenciales en plantearlo de ese modo.
En la visión de Schiaretti, las retenciones a las exportaciones agropecuarias “son parte del problema de mirar el país desde el AMBA, ya que no afectan a quienes viven o trabajan en la zona metropolitana sino al interior productivo”. Precisó que la eliminación de los subsidios a la energía compensa lo que deja de ingresar por retenciones, sin contar el beneficio que vuelve luego por mayor actividad económica. “Y es mentira que no se puede hacer la eliminación de retenciones, no entra en crisis el Tesoro Nacional, no es cierto eso“, afirmó tajante.
Profundizando sobre cómo bajar el déficit fiscal sin entrar en medidas “salvajes” de ajuste, Schiaretti sorprendió con una propuesta pocas veces escuchada de los políticos nacionales: “Hay mucho ahorro por hacer evitando las superposiciones entre funciones de Estado nacional, provincias y municipios. Allí hay que trabajar mucho pero se puede ahorrar mucho“, insistió. Sumó a esa propuesta la revisión completa de los subsidios que otorga la Nación a una diversidad de actividades, no sólo a energía y transporte sino a otros. Finalmente puso el dedo en la llaga, al hablar sobre el déficit de las empresas públicas. “No puede dar déficit, así simplemente”, afirmó, frase que pone en cuestión la continuidad de una gran cantidad de empresas hoy en manos del Estado y que no alcanzan equilibrar sus cuentas.

Massa y Milei, foco de críticas

Schiaretti fustigó tanto al ministro de Economía y precandidato de Unión por la Patria como al candidato “antipolítica”

Recorriendo las últimas dos semanas de campaña con vistas a las PASO del próximo domingo 13, Schiaretti fustigó al ministro de Economía y precandidato de Unión por la Patria, Sergio Massa, al recordar cuando hace cuatro años integró un espacio “antigrieta” que habían conformado junto a Juan Manuel Urtubey y Roberto Lavagna. Cabe recordar que, al poco tiempo, Massa abandonó ese espacio político y se unió al Frente de Todos como primer candidato a diputado nacional.
Luego de criticar a quien asumió hace un año como ministro de Economía, Schiaretti habló sobre la intempestiva salida de Massa de ese espacio: “Uno no tiene que explicar nada. Él fue el que dijo, cuando se fue del kirchnerismo, que iba a meter presa a Cristina y que iba a echar a todos los ñoquis de La Cámpora. Cuando se fue del kirchnerismo, nosotros pensamos que había posibilidades de acordar con él, porque en todo momento dijimos que nosotros no teníamos nada que ver con el kirchnerismo. Pero él después volvió ahí. Nosotros no nos movimos nunca de nuestro lugar. Tendría que explicar él por qué cambió de posición”, expresó el gobernador cordobés al recordar ese momento.
Luego fue el turno de Javier Milei: “La grieta es el negocio de los políticos y la desgracia de la gente. Los políticos se pelean de modo salvaje por cargos o por espacios que está muy alejados de las soluciones que necesita la gente. Hay un rechazo de la sociedad a los políticos en general y me parece que eso es absolutamente legítimo. Eso se traduce en la baja participación, en el desencanto y también se expresa en el crecimiento de Milei”, explicó. “No voy a calificar a Milei, pero sus propuestas no funcionaron en ningún lugar del mundo. Él habla de medidas milagreras, que no han logrado éxito en ningún lugar. No está mirando el país y sus necesidades“, afirmó Schiaretti.

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