El gasto de capital subió apenas 3,9% respecto a 2018. Sin embargo, las erogaciones en personal, indexadas por gatillo, treparon 43,58%, por encima de la evolución de los ingresos corrientes. De esta forma, si bien mantiene el ahorro corriente, en el consolidado cerró el semestre con un rojo
financiero de $981,1 millones. Todo previo al impacto de la devaluación
Las cuentas públicas del Gobierno de Córdoba cerraron el primer semestre con un resultado financiero deficitario de 981,1 millones de pesos, frente a los casi mil millones de pesos positivos que había logrado en el mismo período del año pasado.
Los datos surgen de la ejecución presupuestaria al 30 de junio, informados ayer por el Ejecutivo provincial.
El resultado que incluye la Administración Pública No Financiera (APNF), esto es Administración Central más agencias y la Caja de Jubilaciones, se registró luego de cotejar ingresos totales por 139.856,8 millones de pesos, 37,71 por ciento mayores a un año atrás, y gastos totales por 140.839,2 millones de pesos, 40,05 por ciento más elevados que en el primer semestre de 2018.
El quebranto final se logró pese al superávit de la Administración Central que, sin embargo, fue neutralizado por los gastos de capital de la Agencia Córdoba Inversión y Financiamiento (ACIF) y el déficit de la Caja de Jubilaciones.
“El primer semestre del 2019 estuvo caracterizado por una profunda y persistente crisis macroeconómica que atraviesa el país desde el mes de abril del 2018. Las elevadas tasas de interés (promedio del 62,5%) sumado a la elevada inflación (52,9% promedio) resintieron la actividad económica y profundizaron la pérdida de poder de compra de los salarios, generando un desplome del consumo. Estos acontecimientos han impactado negativamente en los ingresos de la Provincia que, en su gran mayoría, están ligados a la producción y el consumo, deteriorando las cuentas públicas”, señaló el Gobierno en un comunicado.
El déficit financiero a junio se produjo pese al fortísimo ajuste en el gasto de capital, principalmente vinculado a la ejecución de obra pública.
Esas erogaciones que crecían en porcentajes récord hasta incluso los primeros meses del año, comenzaron a desacelerar y se desplomaron particularmente luego de las elecciones del 12 de mayo que le dieron una contundente victoria a Juan Schiaretti, a la postre reelecto como gobernador.
Según datos oficiales, los gastos de capital de la APNF alcanzaron en el primer semestre a 16.414,8 millones de pesos, apenas 3,93 por ciento por encima de igual período del año pasado. Hasta abril, esos ingresos crecían al 17 por ciento. En tanto, el año pasado en algunos meses aumentaron por encima del 100 por ciento con relación a un año atrás.
De más está decir que la suba porcentual de casi cuatro por ciento a junio, está muy por debajo del costo de la construcción por lo que hubo un clara caída en términos reales de esa inversión.
El dato evidencia que, ante un escenario de crisis y con erogaciones corrientes ineludibles atadas a la inflación, la Provincia recurrió a una receta clásica: ajustar por el lado de la obra pública.
Esa baja compensó en buena medida la evolución de los gastos corrientes. De acuerdo con los datos oficiales, esas erogaciones para el consolidado provincial llegaron a 124.424,4 millones de pesos en el primer semestre. La cifra fue 46,78 por ciento mayor a la registrada un año atrás. En ese marco, el gasto en personal fue de 50.424,6 millones de pesos, 43,58 por ciento mayores a 2018.
Se trata de una erogación inelástica a la baja, máxime a partir de la aplicación de la cláusula gatillo que impactó en los haberes de los agentes públicos pero también de los jubilados.
Si bien la suba es inferior a la inflación acumulada en el período, el aumento porcentual fue superior al de los ingresos corrientes necesarios para cubrirlos.
Según los números informados por la Provincia, los ingresos corrientes que incluyen los propios y los envíos nacionales, fueron de 138.511,1 millones de pesos, 40,79 por ciento mayores a los verificados un año atrás.
La caída real en la comparación interanual representa más de 13.500 millones de pesos, casi una recaudación mensual completa.
De acuerdo con lo informado por el Gobierno, de los recursos genuinos acumulados al primer semestre, se afectaron automáticamente 14.729 millones de pesos a municipios y comunas producto de la coparticipación, 32,5 por ciento más que en 2018.
De esta forma, los ingresos corrientes disponibles, esto es neto de los envíos a municipios y comunas, alcanzaron a 123.804 millones de pesos, superando en un 40,1% lo registrado en el mismo período del 2018.
En tanto, los gastos operativos totalizaron 109.840 millones de pesos, registrando un alza interanual nominal del orden del 48,3 por ciento. De esta manera, la Provincia tuvo que destinar el 89 por ciento de sus ingresos disponibles para cubrir los gastos operativos, porcentaje que equivale a cinco puntos porcentuales extra respecto a 2018.
El remanente constituye el ahorro corriente disponible. En el consolidado de la APNF, llegó a 14.086,7 millones de pesos, apenas 3,48 por ciento superior al año pasado, muy lejos de una inflación que entonces superaba el 50 por ciento en la medición interanual.
De todas formas y según la Provincia, ese ahorro corriente representó 11,3 por ciento del total de los ingresos corrientes disponibles de la Provincia. El ahorro fue inferior al observado en los últimos dos años, aunque similar al de la media histórica, indicaron.
Gasto en personal
En el análisis que realiza la Provincia en el caso de las erogaciones en personal, suma también el pago de jubilaciones. En ese sentido, señala que en el primer semestre, destinó 87.257 millones de pesos para cubrir esos gastos. Ambos conceptos explican 79 por ciento del gasto operativo neto de coparticipación e insumen 70 por ciento del ingreso disponible provincial.
Cada punto porcentual de incremento de salarios y jubilaciones equivale a aproximadamente 1.800 millones de pesos anuales extra, indicaron.
Está claro que la cláusula gatillo no se seguirá aplicando desde el mes próximo. Con todo, aún los estatales no fueron citados a negociar cómo seguirá el esquema de mejoras particularmente luego de la renovada crisis económica con la devaluación tras las PASO.
Por lo demás, el Gobierno admitió que la devaluación -la ocurrida durante el primer semestre- incidió fuertemente sobre el pago de las Rentas de la Propiedad, concepto que demandó 2.424 millones de pesos adicionales en el primer semestre del 2019. Este ítem representa 4,1 por ciento del gasto operativo y explica siete por ciento del total del aumento en los gastos. Se trata del rubro destinado al pago de intereses de deuda.
En el documento oficial que complementa los datos elaborados por Comercio y Justicia en base a la información de la ejecución presupuestaria, el Gobierno recordó que la ejecución de obras se mantuvo pese a la fuerte deuda que mantiene la Nación por compromisos asumidos oportunamente y que junio último ascendían a unos 8.100 millones de pesos.
Deuda “vieja”
Finalmente y respecto a la deuda pública, alcanzó a 116.627 millones de pesos al 30 de junio pasado. Curiosamente, es más de 5 mil millones de pesos inferior a la de abril, hasta entonces último dato publicado. La “baja” obedeció a que la deuda al 30 de junio fue calculada con un tipo de cambio de 42,46 pesos por dólar, inferior a la valuación de la divisa en abril.
Ayer, este medio publicó que, con un dólar a 60 pesos, el pasivo llegaría hoy a casi 162 mil millones de pesos. De esta forma, el dato informado por la Provincia a junio, quedó “viejo” respecto a las nuevas condiciones de la economía.