La evaluación de la situación es diaria y muy preocupante, dijo el ministro de Agricultura, después de pedirle al Gabinete mayor presupuesto para el fondo de emergencia nacional. La zona núcleo -Córdoba incluida- y los cultivos de maíz y soja son los más afectados
El ministro de Agricultura, Ganadería y Pesca, Julián Domínguez, le pidió ayer al jefe de Gabinete, Juan Manzur, “ampliar y poner operativo” el Fondo de Emergencia Nacional para “dar respuesta a los reclamos que tienen los productores” a raíz de la sequía que azota algunas zonas del país.
“Le vine a traer un informe con la necesidad de ampliar y poner operativo el Fondo de Emergencia Nacional para dar respuesta a los reclamos que tienen los productores y a la necesidad de acompañarlos en este momento de dificultades”, dijo Domínguez, quien conversó con periodistas acreditados de la Casa Gobierno luego de reunirse con Manzur, a quien le describió cómo se viene “monitoreando la sequía”, especialmente en la “zona núcleo”.
“El tema de conversación fue básicamente la sequía. Venimos monitoreando particularmente la zona núcleo. El maíz de primera nos está preocupando su evolución, la soja también”, señaló Domínguez ante la consulta de Télam.
El ministro apuntó que sólo “se va a tener un impacto y una medición después de que pase esta tercera semana de enero. Estamos haciendo una evaluación diaria”.
Al respecto, anticipó que “hoy (por ayer) vamos a conversar con ministros de varias provincias y la semana que viene están citados todos los ministros de las provincias para hacer la evaluación tanto en información nacional que tenemos como la evaluación de las respectivas provincias”.
“Tenemos problemas y estamos muy atentos y siguiendo la evolución del impacto que tiene estos días el calor. Nos preocupa mucho. Son días duros. Había zonas en las que los primeros días del año esperábamos precipitaciones mayores que las ocurridas”, enfatizó.
No obstante, reafirmó que “todavía no podemos hacer una evaluación del impacto, pero sin dudas sobre el maíz de primera vemos que hay problemas”.
Describió que estuvo recorriendo “algunos campos, viendo en el interior de la zona núcleo, en Pergamino, Exaltación de la Cruz , Chacabuco y Salto, y el maíz de primera está con problemas”.
Por otra parte, respecto de la asamblea del fin de semana en Armstrong, Santa Fe, donde dirigentes y productores autoconvocados criticaron la política oficial, el ministro señaló: “Voy a trabajar para unir, voy a trabajar para acercarme, donde hay un problema para resolverlo, mi tarea es ésa, no es opinar sobre posiciones de los diferentes sectores”.
En ese sentido, afirmó que Argentina “es un líder mundial en la producción de alimentos, y tenemos que seguir trabajando y prepararnos para estar en este nuevo rediseño del mundo después de la pandemia”.
“Si hay algo que quedó claro en el G20 y en Glasgow cuando se discutió el cambio climático es que las naciones están ordenando sus intereses en función de los intereses de sus propias empresas”, puso de relieve.
Por eso, sostuvo: “A nosotros nos toca estar muy atentos a lo que pasa en el mundo y ser parte de ese nuevo diseño global que incluye trazabilidad de alimentos, que incluye certificación de producción, que incluye garantizar la adaptación a los cambios climáticos”.
“Así lo entiende el Presidente (Alberto Fernández) -puntualizó-. Nos toca a nosotros ser el instrumento de la articulación del interés general de la Nación. Por sobre los intereses legítimos de cada sector está el interés general de la Nación, como lo prevé la propia Constitución”,
Domínguez, sobre la relación con las entidades del campo, indicó: “Lo que tenemos que aceptar es que cada uno piensa diferente y que tenemos roles diferentes, es decir cada sector tiene la representación de sus legítimos intereses y el Estado garantiza el interés general”.
“La unidad, como dice el papa Francisco, es la del poliedro, donde (están) todas las partes, ése es un proyecto de país; es fácil estar con quienes piensan como uno, lo difícil es pensar con quienes pensamos diferente y, como decía Néstor Kirchner, ‘cada uno tiene su verdad relativa’ y juntos construimos una verdad común”, concluyó.