Primeras cifras de Llaryora: frenó gasto en personal pero cayó en obras y se disparó en servicios y deuda

Los ingresos al 30 de abril alcanzaban $13.868,3 millones, $227,8 millones por encima de los gastos. Son los primeros números que publica la actual administración. Hasta el primer cuatrimestre, el gasto salarial sufría una baja en términos reales y también las erogaciones en obras, contrariamente a la evolución de las transferencias, pago de servicio y deuda

La ejecución presupuestaria de la Municipalidad de Córdoba al 30 de abril pasado mostraba un superávit financiero de $227,8 millones, producto de ingresos totales por $13.868,3 millones y gastos totales por $13.640,8 millones. [privado]

Se trata de los primeros números oficiales que se conocen de la administración de Martín Llaryora a prácticamente un año de iniciada la gestión.

En la misma línea, la comuna publicó en las últimas horas la Cuenta de Inversión 2019 que arrojó un déficit financiero de $2.867,5 millones, algo más de seis por ciento de los ingresos totales. Respecto a los números de 2020, si bien recién llegan hasta el primer cuatrimestre, al menos sirven para observar el movimiento de las finanzas municipales con la nueva gestión.

Por cierto, los datos difundidos ahora serán ciertamente diferentes cuando se conozca la ejecución al 30 de septiembre que se publicará antes de fin de año. El impacto de la pandemia, que en abril apenas había golpeado, aunque duramente, la economía del país, se profundizó luego por lo que las cifras de la comuna mostrarán la verdadera realidad recién cuando se informen esos datos.

Como fuere, la publicación al 30 de abril es un importante avance para transparentar las cuentas públicas. Hasta ahora, el último dato oficial disponible en la web correspondía al tercer trimestre del año pasado. En definitiva, hacía más de un año que la Municipalidad no informaba datos sobre recaudación y gastos.

Las cifras oficiales

De acuerdo con los datos oficiales, los ingresos totales subieron 49,24% y los gastos totales, 64,37%.

Así, recursos y erogaciones tuvieron un crecimiento real respecto a igual período del año anterior, cotejado con una inflación minorista de 44,63%, según la Dirección de Estadísticas de la Provincia.

Sin embargo, como se percibe claramente, los ingresos crecieron muy por debajo de los gastos. Para esa dinámica, incidieron diferentes aspectos.

Respecto a los recursos, los ingresos propios alcanzaron a $8.284,3 millones, 49,9% más que un año atrás mientras que la coparticipación llegó a 5.117,64%, 68,21% por encima de 2019.

Por su parte, los ingresos de capital fueron de $466,4 millones, más de 100 millones por encima del año pasado. Ese monto correspondió exclusivamente al uso de crédito, vía emisión de Letras.

En cuanto al gasto, Comercio y Justicia tomó como referencia el devengado, es decir, aquel que efectivamente se concretó, más allá de que aún no se encuentre en la etapa del ordenado a pagar.

En ese marco, el que mayor incidencia tuvo fue el vinculado al personal que registró $7.088,25 millones, 39,72% más que un año atrás.

De esta manera, la administración Llaryora ya había logrado bajar el gasto en personal al 30 de abril, en este caso casi cinco puntos porcentuales respecto a la inflación. Luego llegarían otros ajustes en la partida que derivarían en una dura compulsa con el Suoem, conflicto que recién se saldó el mes pasado, al menos por ahora.

Con todo, pese a la reducción, el gasto en personal explicó el 51,96% de las erogaciones totales.

Otra partida que se redujo fue la de “Construcciones”, básicamente trabajos públicos. Hasta el 30 de abril se habían devengado gastos por $287,03 millones, 41,3% menos que un año atrás.

La justificación de semejante baja tiene que ver con varios factores, entre ellos la buena performance del año pasado, previo a las elecciones a intendente y, por otra parte, a la baja ejecución de principios de este año con una administración recién ingresada e intentando enderezar los números, ajustando una erogación siempre a mano como la obra pública.

Esa caída se mantuvo luego aunque comenzó a revertirse en los últimos meses.

Por su parte, fue sorpresiva la suba de 108,7% del rubro Servicios cuyo gasto devengado llegó a $4.020 millones. Se trata de los pagos por el servicio de higiene urbana a las prestatarias privadas y también al COYS (ex Esyop), por el barrido. La explicación de las autoridades es que hubo redeterminaciones de precios que estaban “pisadas” por Mestre y que esta administración debió asumir ahora.

También llamó la atención el alza en el rubro Transferencias que llegó a $1.091,93 millones, 553,3% más que en 2019. La justificación para esos subsidios, que fueron básicamente al transporte, es que antes los fondos eran girados directamente por la Nación y la Provincia a las empresas y ahora se computaron dentro del gasto municipal.

Asimismo, el pago de intereses de deuda llegó a $446,55 millones, 668,9% superior a un año atrás. Ese incremento se debió en parte al impacto de la suba en el tipo de cambio sobre el pago del servicio de interés del bono en dólares que operó a fines de marzo. Se trata del título que ahora Llaryora logró reestructurar. También impactaron la cancelación de dos letras emitidas durante la gestión Mestre.

En esa línea, también subieron fuerte los pagos de amortización de deuda que llegaron a $586,8 millones, 92,7% mayores a un año atrás. La explicación es similar a la anterior y se vincula al pago de las letras que vencieron en febrero y marzo. [/privado]