El Plan Nuclear Argentino prevé inversiones desde este año y hasta 2025, por unos U$S31.000 millones, cifra que casi triplicará los U$S11.000 millones desembolsados por el Gobierno nacional entre 2003 y 2014.
En estos once años se terminó la Central Nuclear Néstor Kirchner (ex Atucha II), de 745 megavatios, y se trabajó en el desarrollo de la tecnología nuclear aplicada a la medicina y la federalización de la medicina nuclear con la construcción de centros de diagnósticos.
En 2007 se finalizó el Centro de Diagnóstico Nuclear en la Ciudad de Buenos Aires y el año pasado, uno similar en Mendoza.
También se recuperó la Planta de Enriquecimiento de Uranio en la localidad rionegrina de Pilcaniyeu, con lo que Argentina pasó a producir cinco por ciento del Molibdeno-99 que se consume en el mundo y es el tercer productor de Cobalto 60.
La empresa estatal Investigaciones Aplicadas (Invap) vendió en 2007 a Australia un reactor de investigación nuclear que constituyó la mayor exportación tecnológica de la Argentina bajo la modalidad “llave en mano”. Además se elaboró el prototipo de 25 megavatios del reactor de baja potencia Carem.
Asimismo, entre 2003 y 2014, se llevó a cabo la extensión de vida útil de la Central Embalse de 648 megavatios por un nuevo ciclo de 30 años, con una inversión de US$5.000 millones. También se formaron 5.220 nuevos especialistas y 129 empresas nacionales calificaron en el sector, cuando en 2003 no había compañías calificadas.
Hacia adelante, el Plan Nuclear Argentino 2015-2025, prevé la construcción de la cuarta central nuclear de 700 megas y la quinta de mil megas, que comprenderán una inversión de US$12.800 millones.
También contempla la finalización del prototipo de 25 megavatios del reactor de baja potencia Carem; la extensión de vida útil de las centrales Embalse y Juan Domingo Perón, ex Atucha I; y la construcción de la Planta de Producción de Dióxido de Uranio, en Formosa.
El programa incluye la fabricación de los reactores multipropósito binacionales, RA10 en Argentina y RMB en Brasil, para producción de radioisótopos, que posibilitarán a ambos países abastecer 40% del mercado mundial en esta materia.
Por último, el desarrollo y la federalización de la medicina nuclear en Argentina, incluyendo además de centros de diagnóstico en Formosa, Entre Ríos, Santiago del Estero, Santa Cruz, Chubut y La Pampa, en el resto de las provincias.