Los rendimientos previstos por la entidad son muy negativos para las implantaciones de trigo y maíz en campo propio o alquilado. En esta opción se suma también la denominada soja de primera. Los productores esperan más lluvias ya que la clave estaría en los rindes.
Un informe difundido ayer por la Sociedad de Acopiadores de Granos de la Provincia de Córdoba reflejó la preocupación de los productores agrícolas cordobeses, principalmente radicados en el sur de la provincia, debido a las proyecciones con resultados negativos de los principales cultivos para la campaña 2015/2016.
“Para siembras por administración en campo propio los resultados proyectados muestran quebrantos muy importantes para el maíz y el trigo”, indicó el trabajo.
En efecto, según el informe, el margen bruto sería de -165 ó -132 dólares por hectárea para el caso del trigo, según los rindes fueren de 30 ó 35 quintales por hectárea. Eso, previo al pago de Ganacias. Una vez computado éste, el margen negativo se amplia a -247 ó -214 dólares por hectárea, teniendo en cuenta los mismos márgenes.
Para el caso del maíz, el margen bruto es negativo en 72 dólares por hectárea para rendimientos de 60 quintales. El resultado se torna positivo en caso de que los rindes se incrementen hasta 80 quintales por hectárea. Sin embargo, en ambos casos se vuelven negativos después de pagar Ganancias (-236 y -114 dólares por hectárea según sean los rindes de 60 u 80 quintales por unidad productiva).
En campo arrendado
No sólo se incrementan los márgenes brutos y netos negativos para los casos de trigo y maíz si los campos son arrendados sino que, según el trabajo realizado por la Sociedad de Acopiadores, se suma también la soja considerada de primera. Para este caso, los márgenes brutos son positivos en 86 y 215 dólares por hectárea cultivada, según sean los rindes de 24 ó 32 quintales por unidad productiva. Sin embargo, éstos pasan al rojo luego del el pago del arrendamiento, la administración y el seguro agrícola. Según el trabajo, los resultados negativos serían de 154 y 25 dólares por hectárea.
De acuerdo con la entidad, “los productores están a la espera de lluvias, en un contexto internacional para las commodities que no acompaña los precios”, ya que en algunos cultivos sólo el clima y los buenos rindes podrían cambiar la ecuación. Sin embargo, en casos como el trigo y el maíz, evalúan que los rindes de indiferencia, es decir, aquellos necesarios para cubrir los costos, “son difíciles de alcanzar”.