ESCUCHARVence hoy ese programa, creado por el anterior gobierno. En la negociación de una nueva etapa los empresarios quieren que haya un reconocimiento de la devaluación, mientras el Gobierno pretende que algunos precios vuelvan atrás.
Aparenta ser “nula” la posibilidad de retrotraer a noviembre los precios de alimentos, bebidas y demás artículos de la canasta básica, como pretende el Gobierno nacional. Al menos así lo advirtió el titular de la Coordinadora de Industrias de Productos Alimenticios (Copal), Daniel Funes de Rioja (foto), lo que puso en peligro el reflotamiento del programa Precios Cuidados, previsto para el día de hoy.
Fuentes del Ministerio de Producción indicaron anoche que “probablemente” hoy se realice el aununcio, aunque dejaron entrever que eso depende del resultado de las negociaciones con las empresas.
Técnicos de la Secretaría de Comercio y de las compañías vienen manteniendo reuniones desde hace 15 días para decidir una nueva lista de precios que sirva de referencia para la continuidad del plan.
Sin embargo, en medio de las negociaciones contrarreloj, Funes de Rioja salió a “marcarle la cancha” al equipo económico, ante la intención de éste de incluir una retracción de precios en el pacto social tripartito que se convocará a mediados de este mes, con cámaras y sindicatos.
El empresario dijo que su sector está de acuerdo con el diálogo, pero aclaró que también quiere hablar de ausentismo, de costos de logística y de una presión fiscal de 40% sobre los alimentos, para que las empresas puedan funcionar y los trabajadores preserven su nivel de vida. Consultado sobre la posibilidad de dar marcha atrás con algunos aumentos, el empresario respondió: “Con carácter general yo no veo ninguna posibilidad de que ello sea así. Ahora, con carácter específico puede haber algunos casos. Pero de ninguna manera una medida general”.
Según Funes de Rioja, el plan del anterior gobierno “no era Precios Cuidados sino ‘precios pisados”, dado que -según dijo- “en los últimos 10 años hubo una administración de comercio basada en un manejo ni siquiera acordado sino más bien unilateral por parte del Gobierno”.
El empresario señaló que en 2015, por ejemplo, en la variada lista de productos del programa oficial el reconocimiento del incremento de costos llegó a 12,5%, cuando la inflación general en la economía era claramente muy distinta.
Según Funes de Rioja, en el país “hay distorsiones de precios relativos”, por lo que el congelamiento en los precios de los alimentos “es otro ‘cepo’ más que ha tenido la economía”.
El empresario sostuvo que hay una serie de datos que hacen que la ecuación de costos sea negativa para las empresas debido a que aumentaron los costos por combustibles, salarios y materia prima por el hecho de la fuerte devaluación de diciembre, y aclaró que “todo eso influye”.
Vale recordar que la Copal es una entidad gremial empresarial que representa cámaras y empresas de la industria de la alimentación y de bebidas, por lo que su “poder de fuego” para un acuerdo de precios es altísimo dado que existe una afectación directa en todas las clases sociales.
Duras negociaciones
Los precios del actual programa vencen mañana jueves y muchas empresas quieren convalidar el ajuste devaluatorio implementado por el nuevo Gobierno.
Según los trascendidos, el equipo de Macri estaría dispuesto a convalidar precios con un alza de 5% para los productos que integren la canasta, además de una reducción de los actuales 500 artículos a aproximadamente 220, que serán los que conformen la canasta que integra el programa.
Sin embargo, hasta ahora, el Ministerio de Producción solamente logró retrotraer los precios de los medicamentos -7% promedio- y se prolongan la negociación entre las empresas productoras, supermercadistas y el Gobierno relativa a la nueva lista de productos de esta canasta básica, que se sabrá en las próximas horas.
