Por la crisis, el empleo no registrado superaría en 2009 el 40%, ya que la cantidad de personas que quiere ingresar al mercado laboral sería mayor que la capacidad de las empresas y el sector público para generar trabajo, según Idesa.
Si el crecimiento de la fuerza de trabajo se mantiene en el orden del 2% anual y la tasa de desempleo en el orden de los 8 puntos porcentuales, entonces la incidencia del empleo no registrado llegaría a fines de 2009 al 39%.
En un escenario un poco menos optimista, donde podría operar alguna destrucción de empleo formal, la tasa de trabajo “en negro” volvería a superar el 40%, y el principal impacto laboral no sería la caída en el nivel de empleo sino el deterioro de su calidad.
En este sentido, el aumento al 37,8% (37,6% si no se computan los beneficiarios del Plan Jefes y Jefas de Hogar) en el último trimestre de 2008 de la tasa de trabajo informal es un indicio sugerente de la tendencias que se avecina, aseguró el centro de estudios Idesa.