Según la entidad, el país será uno de los más golpeados por la incidencia de la pandemia en la economía. Otro informe privado advierte de la situación de los trabajadores
Las perspectivas negativas para lo que resta del año por el impacto económico del avance de la pandemia del Covid-19 en América Latina y el Caribe continúan mostrando el costado más vulnerable de la región, lo cual fue confirmado ayer por un nuevo informe de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal), titulado “El desafío social en tiempos del Covid-19”.
En detalle, en este documento se estima que, en el peor de los escenarios, la pobreza en Argentina puede crecer nueve puntos porcentuales al finalizar este año. Vale señalar que las mediciones de la Cepal respecto del país parten de un nivel bastante más bajo que las que relevó el Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec). Mientras que para la entidad internacional, el año pasado finalizó con una pobreza de 26,7% y una indigencia de 3,8%, para el organismo estadístico nacional esos números fueron más elevados y se ubicaron en 35,5% y 8%, respectivamente, en el caso de las personas y de 25,9% y 5,7%, en la medición correspondiente a los hogares.
Aun así, lo que resulta importante destacar es que las condiciones de vida empeorarán y, en las mejores previsiones, la suba de la pobreza de casi seis puntos porcentuales (a 32,5%) con relación al número base de Cepal para el año pasado (26,7% ). En tanto, en un escenario con previsiones medias, aumentaría hasta 33,6%, y, en el peor, llegaría a 35,3%.
Región
Estos datos se ubican en un contexto regional con tendencia a la contracción extrema, también según el informe de Cepal.
“Las medidas de cuarentena y distanciamiento físico, necesarias para frenar la propagación acelerada del coronavirus y salvar vidas, generan pérdidas de empleo (en 2020 habría 11,6 millones de desocupados más que en 2019) y reducen los ingresos laborales de las personas y de los hogares”, precisó el informe difundido ayer martes y agregó que “la pérdida de ingresos afecta sobre todo a los amplios estratos de población que se encuentran en situación de pobreza y vulnerabilidad, así como a las personas que trabajan en actividades más expuestas a despidos y reducciones salariales y, en general, en condiciones de precariedad laboral”.
Así, ante la caída de 5,3% del Producto Interno Bruto (PIB) y el aumento del desempleo de 3,4 puntos porcentuales proyectados por la Cepal previamente, “la pobreza en América Latina aumentaría al menos 4,4 puntos porcentuales (28,7 millones de personas adicionales) con respecto al año previo, por lo que alcanzaría a un total de 214,7 millones de personas (el 34,7% de la población de la región)”, precisó el organismo, al tiempo que prevé que la pobreza extrema crecerá 2,6 puntos porcentuales y llegarà a afectar a un total de 83,4 millones de personas.
De esta manera, el análisis alienta el “reforzamiento de las medidas existentes de protección social”, así como “un ingreso básico para satisfacer necesidades y sostener el consumo”, y considera que “el desafío es fortalecer el Estado de bienestar para evitar otra década perdida”.
Con este contexto, la Cepal alertó que las poblaciones de la región más afectadas por los efectos socioeconómicos de la pandemia serán las de mujeres, estratos de ingresos bajos y medios-bajos, trabajadores informales, trabajadoras domésticas remuneradas, niños, niñas y adolescentes; jóvenes; personas mayores; población rural; pueblos indígenas; afrodescendientes, personas con discapacidad, migrantes; y personas en situación de calle.
Comparativamente, el estudio prevé que “en el escenario alto los mayores aumentos de la pobreza extrema se darían en México, Nicaragua y el Ecuador”, mientras que “la pobreza en general aumentaría especialmente en la Argentina, México, el Ecuador y el Brasil”.
Medidas
En tanto, para enfrentar los impactos socioeconómicos de la crisis, la Cepal propuso “que los gobiernos garanticen transferencias monetarias temporales (entre tres meses y un año) para satisfacer necesidades básicas y sostener el consumo de los hogares, lo que será crucial para lograr una reactivación sólida y relativamente rápida”.
La entidad reiteró además que “el alcance de esas transferencias debe ser permanente, ir más allá de las personas en situación de pobreza y llegar a amplios estratos de la población muy vulnerables a caer en ella, como los estratos de ingresos bajos no pobres y los medios bajos”, lo que permitiría “avanzar hacia un ingreso básico universal”.
Por último, la Cepal remarcó que “es el momento de implementar políticas universales, redistributivas y solidarias con enfoque de derechos, para no dejar a nadie atrás”.
MERCADO LABORAL
Advierten de que 5,3 millones de trabajadores presentan niveles de vulnerabilidad económica
Alrededor de 5,3 millones de trabajadores -sobre un total de poco más de 11,5 millones personas con empleo según la Encuesta Permanente de Hogares- se encuentran en la actualidad expuestos a diferentes niveles de vulnerabilidad económica frente a la pandemia de coronavirus debido a que no se encuentran exceptuados por las medidas de aislamiento ni pueden realizar tareas desde el hogar.
Esta es una de las principales conclusiones de un informe realizado por el Centro de Implementación de Políticas Públicas para la Equidad y el Crecimiento (Cippec), bajo el título “Políticas públicas para pensar el sendero laboral hacia la nueva normalidad post Covid-19”.
El trabajo, elaborado por los economistas Ramiro Albrieu y Megan Ballesty, precisa que de esos 5,3 millones de trabajadores, 800.000 personas desempeñan trabajos de proximidad baja, 3,6 millones de proximidad media y un millón son empleos de proximidad alta, tomando como base de esta media la distancia física con otras personas.
Los trabajos de proximidad baja, aquellos que no requieren interacción con otras personas o bien requieren interacción a distancia, son desarrollados por “un grupo particularmente vulnerable en términos económicos y sociales: 90% son mujeres, 60% del grupo asalariado trabaja en la informalidad y 65% de los que declaran ingresos se agrupa en los primeros tres deciles”, explicó el trabajo.
Este grupo de proximidad baja se desempeña en “80% en el segmento de limpieza del servicio doméstico, y poco menos del 10% en ramas no teletrabajables asociadas a la enseñanza”.
Por su parte, las de proximidad media son aquellas actividades que requieren interacción cercana y agrupa a 30% de todos los ocupados, es decir, unos 3,6 millones de personas.
“La mayoría son hombres (75%), y la informalidad promedio roza el 50%. Gran parte de las ocupaciones son de calificación operativa (80%) y grupo muy pequeño es profesional (2%). Allí prevalecen las actividades de comercio, construcción e industria”, detalló documento que se encuentra online.
En tanto que las ocupaciones de proximidad alta, consideradas como “un sector de alta vulnerabilidad social en donde la informalidad alcanza el 55% y las ocupaciones operativas y no calificadas”, comprenden a 80% de las personas que conforman este sector, agregó el informe.
En este segmento, 65% son mujeres que se desempeñan principalmente en servicios domésticos, particularmente en el segmento de cuidado de personas y servicios de sanidad no calificados. También tienen un rol importante los servicios personales, las actividades relacionadas con la enseñanza, los servicios de alojamiento y gastronomía y el comercio.
En cuanto al uso del transporte público, uno de los canales que incrementa la exposición ante el virus, el trabajo señaló que 44% de los trabajadores del servicio doméstico y de servicios esenciales y de salud utilizan el subte, tren, colectivo, trolebús o combi para trasladarse.
“En el aglomerado del Gran Buenos Aires, que incluye a CABA y los partidos de conurbano bonaerense, el porcentaje de trabajadores que utiliza algún medio de transporte público llega a 51%, mientras que en la región Noroeste apenas supera 15%”, señaló el informe.
Sobre la base de estos datos, el estudio concluyó en la necesidad de impulsar políticas públicas innovadoras, segmentadas y focalizadas por geografía y por rama de la actividad, y con una estrategia de intervención de diferentes agencias del sector público, en todos los niveles del Estado, e incluyendo críticamente al sector privado en la construcción de la nueva normalidad.
DEUDA
Georgieva: “Veo a un Gobierno que quiere hacer lo correcto para su pueblo”
La titular del Fondo Monetario Internacional (FMI), Kristalina Georgieva, afirmó ayer que el Gobierno argentino “quiere hacer lo correcto para su pueblo”, en relación con el proceso de renegociación de la deuda abierto con los bonistas.
Así lo manifestó al ser consultada sobre la reestructuración de deuda durante un seminario virtual organizado por Financial Times.
“Estamos muy interesados en apoyar a la Argentina en su lucha contra la doble crisis; la crisis del coronavirus y el problema de la sostenibilidad de la deuda, eso es claramente bastante grave”, añadió.
Luego de excusarse por no poder pronunciarse acerca de si los bonistas deberían aceptar o no la oferta, porque “es (un asunto) entre Argentina y sus acreedores”, volvió sobre la posición del FMI respecto a que la deuda argentina es “insostenible”.
“Lo que hemos declarado claramente es que la deuda no es sostenible. Y es de interés para todos que Argentina avance hacia la sostenibilidad de la deuda”, sentenció.