Cerraría el año por debajo de $400 millones, unos $50 millones menos que en 2014. La cifra final dependerá del acuerdo salarial de los bancarios, uno de los sectores más deficitarios de los que integran el organismo. La merma en el rojo, producto del pago diferido de las subas a los pasivos, está vinculada con la mejora salarial, en torno a 35%. Sin ajuste, el quebranto superaría $3 mil millones.
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