La falta de transporte condicionó severamente la actividad en todo el país, por lo que la huelga resultó contundente. Fuego cruzado entre sindicalistas y autoridades. La Presidenta habló por cadena nacional y criticó la medida; dijo sentir “vergüenza”.
El paro de actividades convocado por los gremios del transporte y que posteriormente recibió la adhesión de otros sectores tuvo importante acatamiento a partir de la paralización de ese servicio y de los bloqueos a los ingresos de la grandes ciudades, lo que afectó la actividad normal en gran parte del país.
La protesta se llevó a cabo con el eje puesto en el pedido de modificación del impuesto a las Ganancias y afectó la totalidad del transporte público, limitando el servicio de colectivos, trenes, subterráneos y vuelos comerciales, mientras que tuvo adhesión parcial entre los taxistas -aunque no en Córdoba-, lo que resultó en la circulación de una gran cantidad de autos particulares en las grandes ciudades del país.
La medida de fuerza fue impulsada entre otros gremios del transporte, por la Unión Tranviarios Automotor (UTA), por lo que también los ómnibus de corta, media y larga distancia no operaron, dejando prácticamente sin movimiento a las terminales.
Los líderes sindicales que impulsaron el paro nacional calificaron de “contundente” la medida de fuerza y reclamaron al Gobierno otorgar en forma urgente una “respuesta a los trabajadores” y eliminar el impuesto a las Ganancias sobre los salarios, eje central de la protesta.
Durante la jornada las voces gremiales se hicieron escuchar en contra del Gobierno, pero el encargado de hacer un balance de la protesta fue el jefe de la CGT opositora, Hugo Moyano, al hablar en la sede de la central obrera.
“Fue contundente”, afirmó el líder gremial, agregando que espera que esta medida “sea interpretada y que el Gobierno dé las respuestas que los trabajadores están esperando”.
A su turno y en la misma sede de la CGT, el jefe de la CTA opositora, Pablo Micheli, denunció que el Gobierno “toma a los trabajadores como variable de ajuste cada vez que hay un problemita”. Además lo acusó de considerar “estúpido al pueblo y a los trabajadores argentinos. La gente paró porque está cansada de que le metan la mano en el bolsillo”.
Señaló que el paro “no fue sólo por Ganancias sino también contra el hecho de que la mitad de los asalariados gana menos de 5.500 pesos por mes”.
Por su parte, el líder de la CGT Azul y Blanca, Luis Barrionuevo, agradeció “al compañero Antonio Caló, que dejó en libertad de acción a los trabajadores metalúrgicos y que también adhirieron al paro”.
Críticas de la Presidenta
A su turno, la jefa de Estado Cristina Fernández disparó contra la dirigencia sindical que convocó al paro, dijo tener “espaldas para bancar” este tipo de protestas y aseguró sentir “vergüenza de que el 10% que paga el impuesto a las Ganancias no haya dejado ir a trabajar al otro 90%”.
En un encendido discurso transmitido en cadena nacional -la undécima del año, la Presidenta afirmó: “Como decía Evita, le tengo más miedo al frío de los corazones de los compañeros que se olvidan de dónde vinieron que al de los oligarcas”. “Me duele más que quienes vienen del palo y pelecharon un poco más no se acuerden de los que menos ganan”, señaló, convencida de que “si hubiese habido transporte” la gente habría ido a trabajar, al minimizar la medida.
Ante cientos de militantes, afirmó que le duele que quienes “tienen un trabajo y bien remunerado se olvidan de los que todavía están afuera y hacen un paro porque tienen que ceder un poco de su sueldo para otros compañeros, para los jubilados”.
Pidió a quienes tributan Ganancias que sean “solidarios con el resto de los trabajadores” y agregó que “hoy hubo huelga de transporte, no un paro general”. Además, expresó: “No hay que confundir jamás a los trabajadores con algunos dirigentes sindicales porque sería injusta si generalizara”.
El impacto en las provincias
En Córdoba también fue marcada la reducción de la actividad
Las principales ciudades del interior del país mostraron una escasa actividad como consecuencia del paro nacional al que convocaron las centrales sindicales opositoras contra la aplicación del impuesto a las Ganancias a los salarios.
Córdoba, Santa Fe, Mendoza, Tucumán y Salta fueron algunas de las provincias que exhibieron una parálisis, mientras que la medida de fuerza también impactó en ciudades clave como La Plata, Rosario o Mar del Plata.
En la capital provincial no hubo atención en las oficinas de la Municipalidad. También se padeció la falta de recolección de residuos, a raíz de que los empleados nucleados en Surrbac decidieron adherir a la medida de fuerza. Los comercios de la ciudad abrieron parcialmente y en el resto de las provincias los locales funcionaron con normalidad.