El Gobierno firmó este martes las resoluciones que oficializan el aumento de tarifas del gas natural por red a partir del lunes 1 de abril, con la quita de subsidios a los hogares de altos ingresos, comercios e industrias. El precio se triplicará el mes que viene y tendrá otro salto extra entre mayo y septiembre.
La suba en las facturas se sentirá principalmente en el invierno, cuando se combinará el mayor consumo con los precios más altos de la energía.
La definición oficial llega con dos meses de retraso. La Secretaría de Energía y el Ente Nacional Regulador del Gas (Enargas) tenían todo listo para aplicar los aumentos en febrero, pero el ministro de Economía, Luis Caputo, bajó la orden de esperar para intentar anclar la inflación en niveles más bajos.
Por la situación fiscal -el Gobierno tiene que bajar en 3.000 millones de dólares los subsidios energéticos- y el contexto del sector, la decisión no podía esperar más.
La resolución 41/2024 de Energía establece los nuevos precios mayoristas del gas (en el Punto de Ingreso al Sistema de Transporte, PIST), que forman parte del mix de abastecimiento de producción local y las importaciones. Vale aclarar que el gas es solo una porción de las boletas, que también se componen de los márgenes de transporte, distribución y los impuestos.
Los hogares de Nivel 1 (N1) de la segmentación y los usuarios “Servicio General P” (usos no domésticos) verán en abril que se triplica el precio del gas que venían pagando, hasta valores de entre 2,79 dólares por millón de BTU y US$ 2,95, según la provincia en la que residan.
Mientras tanto, los usuarios residenciales N2 (ingresos bajos) abonarán entre US$ 0,74 y US$ 0,78 por millón de BTU en abril. Los N3 (ingresos bajos), en tanto, pagarán entre US$ 1,10 y US$ 1,17 por sus bloques de consumo subsidiados, y los mismos valores que los N1 y “P” por el resto de su demanda.
Entre mayo y septiembre, los precios del gas subirán otro escalón hasta entre US$ 4,26 y US$ 4,50 por millón de BTU según la zona. La resolución fija estos valores para los hogares N1 y el resto de usuarios, aunque no especifica cómo será el mecanismo de subsidios para los hogares de ingresos bajos y medios, en un período en el que ya debería estar vigente la Canasta Básica Energética (CBE), nueva forma de asignar los recursos del Estado.
Según la presentación del Gobierno en la audiencia pública, en diciembre 2023 los hogares terminaron pagando apenas un 17% del costo medio de abastecimiento de gas del sistema: 70 centavos de dólar por millón de BTU sobre US$ 4,10. Eso fue efecto del atraso de cuatro años y la devaluación del peso contra el dólar de fines de 2023.
Las compañías habían pedido en la audiencia pública de enero una mejora en sus ingresos superior al 500%, para recomponer el atraso tarifario acumulado desde principios de 2019 y solo atenuado en distintas ocasiones por el Gobierno anterior, que siempre fijó tarifas por detrás de la evolución de la inflación como forma de otorgar a los usuarios un “salario indirecto”.
Esa actualización se estaba terminando de definir en la tarde de este martes con los ejecutivos del sector.