En un análisis técnico, especialistas de la Bolsa de Comercio de Córdoba (BCC) realizaron una simulación en la que se determinó que otra depreciación real del peso de 50% llevaría el ratio del rojo a casi la totalidad del Producto Bruto durante este año
Un análisis técnico elaborado por especialistas de la Bolsa de Comercio de Córdoba (BCC) alertó sobre el riego que implicaría, en términos de deuda, una nueva depreciación real del peso argentino.
Según el informe difundido ayer, una nueva depreciación real de 50% llevaría a que el ratio de deuda alcance niveles cercanos a 100% del Producto Bruto Interno (PBI) en 2019.
El trabajo que pretendió analizar la posible baja del riesgo país, reflejó que, luego de superar 800 puntos en las primeras semanas del año, el índice bajó, “aunque no lo suficiente como para permitirle al país volver a los mercados internacionales”.
“A modo de referencia, en enero de 2018, última instancia en que se obtuvo financiamiento privado internacional, el riesgo país era inferior a 400 puntos. Dado que el riesgo país es un espejo de la percepción sobre la sostenibilidad de la deuda pública, resulta relevante analizar la capacidad del sector público nacional para cumplir sus compromisos, evitando el default”, explicó la BCC.
Las proyecciones del Fondo Monetario Internacional (FMI) prevén que la deuda pública alcanzará un valor de 81% del PBI en 2018, aunque dicho ratio disminuirá hasta 59% del PBI a finales de 2023. El descenso se explicaría por la eliminación del déficit fiscal primario, la recuperación económica y una mayor estabilidad cambiaria, recordó la Bolsa.
A pesar de esto, el FMI advirtió en su más reciente staff report de octubre pasado que la situación de Argentina es delicada.
Vale recordar que entre las vulnerabilidades se encuentra la alta participación de la deuda denominada en dólares, que representó en 2018 alrededor de 78% del total. Por ello, entre junio y octubre pasados el ratio de deuda pública sobre PBI aumentó 16 puntos, como consecuencia de la depreciación de la moneda.
En ese sentido, la entidad bursátil alertó que una nueva depreciación de 50% llevaría a que el ratio alcance niveles cercanos a 100% en 2019.
Sin embargo, la BCC consideró que la concreción de las metas fiscales propuestas resulta de suma importancia para consolidar la sustentabilidad de la deuda. “Por ejemplo, si el déficit primario mantuviera el objetivo para 2018 (2,7%), la deuda se mantendría relativamente constante en 79% del PBI hacia 2023”.
Además, se detalló que existen algunos factores mitigantes: alrededor de 40% de la deuda pública total se encuentra en manos del sector público, lo que permite llevar a cabo refinanciamientos de manera sencilla.
No obstante, mientras menor sea el porcentaje de deuda renegociado con los privados, mayor será el ahorro fiscal necesario para cumplir los compromisos con los acreedores: “Si el ahorro fuese de 50%, similar al nivel alcanzado en 2018 de acuerdo al FMI, sería necesario un superávit primario de 4,7% y 5,5% del PBI en 2020 y 2021, respectivamente. Si se mantuviera el nivel de 70% previsto hacia finales 2019, el superávit debería ser 3,6% del PBI en 2020, y si fuera de 90%, el superávit requerido sería de 2,5% en ese año”, se dijo.
Y se concluyó: “Las perspectivas son favorables para la reducción del stock de deuda conforme se avance en la reducción del déficit fiscal y se consolide una mayor estabilidad macroeconómica, lo que está estrechamente ligado a la efectividad del plan monetario para estabilizar el tipo de cambio y bajar la inflación”.
Aunque alertó que “si el rollover es menor al esperado, se deberán replantear alternativas de financiamiento o profundizar el ajuste”.