El Gobierno informó que en abril el sector público tuvo su cuarto mes consecutivo de ahorro fiscal. Concretamente, el ministro Caputo posteó que el superávit fue de $17.409 millones. “La meta es innegociable”, dijo. En tanto, el Fondo Monetario Internacional ponderó los resultados del ajuste pero insistió en la necesidad de “desplegar medidas activas para evitar que se incrementen los niveles de pobreza y desempleo”
El ministro de Economía, Luis Caputo, anunció que el Sector Público Nacional registró en abril superávit fiscal por cuarto mes consecutivo, esta vez de $17.409 millones.
Este resultado está en línea con el principal ancla que mantiene el Gobierno de Javier Milei en su programa económico, la que considera “innegociable”.
En lo que va del año el Gobierno acumuló un saldo positivo en las cuentas públicas, contando el pago de intereses de deuda, por 0,2 punto del PBI, según detalló el titular del Palacio de Hacienda a través de su cuenta oficial de X.
Esta semana el Fondo Monetario Internacional (FMI) había destacado como uno de los resultados “más notables” del Gobierno de Milei que Argentina había conseguido el primer superávit fiscal trimestral en 16 años.
Para el caso del objetivo fiscal del primer trimestre, el acuerdo entre el Poder Ejecutivo y el FMI fue que el sector público nacional debería poder mostrar a fines de marzo un excedente primario -es decir, la contabilidad que no toma en consideración el pago de intereses de deuda- de 962.000 millones de pesos. El dato final del primer trimestre terminó por ser de 3,8 billones de pesos, es decir, cuatro veces superior.
El superávit primario del primer trimestre había alcanzado $1,13 billón, es decir, 0,2 punto del PBI. Aquel resultado, informado el mes pasado, fue anunciado por Milei por cadena nacional.
Los principales detractores de la política oficial y algunos economistas señalan que el ajuste que lleva adelante el Gobierno puede tener límites hacia adelante. En particular, apuntan sobre la sostenibilidad social y política de los recortes en un contexto de crisis económica. Es que el mayor aporte a la caída del gasto tuvo que ver con jubilaciones, otros gastos sociales y salarios públicos.
Al respecto, la consultora Econviews de Miguel Kiguel había señalado: “Hay dos maneras de ver cómo se distribuyó el ajuste hasta ahora. Una es la contribución absoluta a la caída del gasto, y ahí surge que la ‘licuadora’ sobre jubilaciones y otros gastos sociales (44%) y salarios del sector público (11%) explica más de la mitad. La ‘motosierra’ a la obra pública (22%), subsidios económicos (12%) y transferencias a las provincias (6%) es el otro 40% (lo de las provincias es en parte por menor recaudación de impuestos coparticipables”.
De todos modos, en el primer trimestre la diferencia entre el gasto devengado y el base caja, es decir lo efectivamente pagado, sumó $2 billones entre los $680.000 millones que quedaron del Gobierno anterior en 2023 y $1,3 billón de pasivos que acumuló la gestión de Milei. Si bien ese monto de “deuda flotante” no es históricamente alto, no contempla la deuda de Cammesa con las generadoras de electricidad y productoras de gas natural que, en definitiva, son compromisos del Tesoro.
La Secretaría de Energía había informado que el stock de deuda de Cammesa por diciembre y enero era de $1,074 billón, monto que quiere postergarse con un título en moneda extranjera que cotiza a 50%, de los cuales unos $600.000 millones estaban en manos privadas. Luego detallaron que el stock total, contando febrero, era de $1,74 billón. Resolver este punto será clave para la consolidación fiscal que busca el Palacio de Hacienda.
Las generadoras tienen hasta hoy para aceptar la propuesta de Caputo, aunque Economía comenzó a liberar algunos pagos a las empresas. Las compañías que sí suscribieron el acuerdo, se estima que suman menos de $200.000 millones, registraron el 100% de los pagos correspondientes a febrero. Para esas y todas las demás se liberó el 68% de los fondos correspondientes a marzo, que comenzaron a vencer esta semana según confirmó Infobae con jugadores del sector.
Elogios y advertencias del FMI
Mientras tanto, la vocera del FMI, Julie Kozack, elogió la evolución del plan de ajuste que ejecuta el Palacio de Hacienda, pero insistió en la necesidad de desplegar medidas activas para evitar que se incrementen los niveles de pobreza y desempleo que sufre la Argentina.
El plan de estabilización está obteniendo resultados mejores de lo esperado”, señaló Kozack durante la conferencia de prensa que protagonizó con periodistas alrededor del mundo.
Asimismo añadió Kozack, tras asegurar que Argentina obtuvo su primer superávit fiscal trimestral en 16 años: “Ha habido un rápido cambio en las reservas internacionales, una mejora en el equilibrio del Banco Central y una rápida reducción de la inflación, específicamente en la inflación mensual, ya que en abril alcanzó el 8,8 % en abril”.
Por último, ante las expectativas que se manejan en el FMI, Kozack pronosticó: “Esperamos que la economía comience a crecer nuevamente en la segunda mitad de este año”.
La portavoz no se quedó en las variables macroeconómicas sino que avanzó en el pedido -ya constante al Gobierno- de promover medidas activas que permitan aplacar las asimetrías sociales causadas por el programa de ajuste.
En este sentido, Kozack sostuvo que las metas fueron cumplidas y que ahora es necesario que “la asistencia social sea suficiente y esté bien orientada para proteger a los más vulnerables, y también para garantizar que la carga de la consolidación fiscal no recaiga desproporcionadamente en los trabajadores”.
En cuanto a la política monetaria, la vocera del FMI aseguró que no habría inconvenientes con el programa actual si Argentina define un sistema de coexistencia entre el peso y otras monedas. La funcionaria habló de un régimen de competencia de monedas, “un régimen mediante el cual el peso y otras monedas, como el dólar estadounidense, pueden coexistir y son usados libremente”. Mencionó otros países de la región que lo usan, como Uruguay y Perú.