El ministro de Economía visita la capital estadounidense para tratar de despejar las dudas sobre las reservas que asoman en el horizonte. Tendrá una cargada agenda para continuar la dura tarea de conseguir respaldo internacional para su gestión
Sergio Massa llegó anoche a Washington para participar de las reuniones de la primavera boreal del Fondo Monetario Internacional (FMI) y el Banco Mundial (BM), donde volverá a encontrarse con la titular del organismo multilateral, Kristalina Georgieva, y mantendrá encuentros con funcionarios del Gobierno de EEUU y pares del G20. Es la quinta vez que viaja a dicho destino desde que asumió en Economía en agosto del año pasado. La ciudad ya lo recibió más veces que las principales localidades del interior de la Argentina, lo que muestra los condicionantes externos que enfrenta su gestión.
La falta de dólares marca la agenda desde su llegada al Palacio de Hacienda, lo que lo empuja a dedicar la mayor parte de su tiempo a conseguir el robustecimiento de las reservas del Banco Central que se acordó con el FMI.
La delicada situación del país queda en evidencia al ver los datos: una inflación arriba del 100% anual es el síntoma más visible del fracaso y lo que deja siempre latente la posibilidad de una explosión del mercado cambiario.
En este contexto, el titular del Palacio de Hacienda volverá a plantear ante los organismos internacionales la urgencia por conseguir divisas en un contexto de una sequía atípica y extrema. Hasta ahora siempre ha encontrado respuestas favorables para evitar una profundización de la crisis que ya impacta en los niveles de pobreza.
A la caza del dólar
Massa espera encontrar un piso de US$7.000 millones de reservas en las próximas semanas, una búsqueda quimérica que ayude a disipar la posibilidad de un abrupto salto cambiario. La pérdida de US$20.000 millones por la sequía es el principal obstáculo para su objetivo, ya que esos dólares que le faltarán a la economía son muy difíciles de compensar por otro lado para asegurar reservas que ayuden a evitar una crisis.
El escenario político y económico cambió. En un año electoral en el que el oficialismo (y especialmente el ministro) se juega su supervivencia, la falta de dólares es un límite infranqueable para detener la caída pronunciada del salario real y el aumento del costo de vida. Las necesidades electorales de mediano plazo no se corresponden con las urgencias macroeconómicas de corto plazo.
El ministro es optimista respecto a que los organismos internacionales -desde el BID hasta la Corporación Andina (CAF) y el Banco Mundial- aporten fondos, incluso con adelantos a cuenta de lo que estaba previsto para el próximo año. El objetivo es llegar y todos lo saben.
La presión es la misma que le plantea al sector agroexportador, al que busca endulzar con el “dólar soja”. El campo podrá aportar las divisas de esta cosecha, pero no de la próxima. Los adelantos por retenciones a cobrar en el futuro también han sido exprimidos a lo largo del año pasado, pero la emergencia puso sobre la mesa la posibilidad de que las cerealeras exportadoras suscriban un bono en dólares, para adelantar las divisas de la cosecha del próximo año.
En un contexto de extrema debilidad del Gobierno, las compañías estarían tratando de negociar la eliminación de las retenciones a cambio de ese financiamiento. Eso, que hoy es un punto innegociable para el Gobierno, puede llegar a transformarse en un tema flexible si el escenario electoral se sigue mostrando adverso a las aspiraciones oficialistas, que tienen en su mente llegar al final del mandato en condiciones dignas para seguir siendo relevantes políticamente.
La agenda del ministroLa gira se inició con una escala en República Dominicana, donde anoche se reunió con la subsecretaria de Estado de los EEUU, Wendy Sherman, y el subsecretario adjunto para asuntos del Hemisferio Occidental, Ricardo Zúñiga.
La agenda comienza hoy con el encuentro con el Comité Monetario y Financiero Internacional (IMFC), un desayuno de trabajo con autoridades económicas de América del Sur y México organizado por el Departamento del Hemisferio Occidental del FMI.
Posteriormente participará en una reunión de Ministros de Finanzas por la Acción Climática, un Seminario de Alto Nivel sobre Implicancias Macrofinancieras de los Activos Crypto, y un encuentro organizado por Kristalina Georgieva con ministros de Hacienda y gobernadores de Bancos Centrales de América Latina, Canadá y EE.UU.
Posteriormente se reunirá con Gita Gopinath, subdirectora gerente del FMI, con quien se reunió en su última visita a esas tierras. La agenda de Massa con el FMI continuará con un encuentro con el nuevo director del Departamento Hemisferio Occidental, el chileno Rodrigo Valdez, quien asumirá formalmente el cargo a partir de mayo próximo.
Massa se reunirá además con Michel Pyle, director adjunto del Consejo Nacional de Seguridad, y con Juan González, asesor de Joe Biden.
La agenda de Massa -que se extiende hasta el sábado- se completará con encuentros bilaterales con Mathias Cormann, secretario General de la OCDE, y José Antonio Ocampo, ministro de Hacienda y Crédito Público de Colombia.