La gripe aviar está golpeando duro a la producción de pollos, especialmente desde que se cerraron los mercados internacionales, lo que derivó en una mayor oferta local de carne. Lo que se adelantaba como un año de crecimiento en los embarques de carne aviar se terminó traduciendo, al menos por ahora, en una caída muy importante.
Pero además, en el último mes los precios de la carne que se vende en el mercado local registraron una baja nominal del 6%, lo que significa una caída real de cerca de 15% considerando la inflación informada por el Indec de 7,8%.
En cuanto a las exportaciones, en enero y febrero se habían despachado 20.000 toneladas superando al arranque del 2022. Pero a partir de marzo comenzó la caída. Ese mes salieron sólo 5.000 toneladas y en abril 7.500.
En los primeros 4 meses del año, el total vendido al extranjero suma 53.000 toneladas, lo que supone una caída del 27% con respecto al acumulado en los mismos meses del 2022 que llegaron a 73.000 toneladas.
Las empresas del sector tuvieron que rever sus planes de producción para ajustarse a lo que puede pagar el consumo interno, aunque ese reacomodamiento es lento, porque lo que se engorda en estos meses es consecuencia de la producción de pollos bebés prevista con varios meses atrás.
El sector debe además competir contra la carne vacuna, que se encuentra en precios competitivos ya que su aumento interanual fue de 76% contra una inflación acumulada de 114%.
En este contexto de alta oferta de carnes, precios retrasados para la vacuna y el cerdo, y los mercados mundiales cerrados, al sector avícola le tocó ahora una caída del precio referido por el Indec.