El embajador argentino en Brasil ponderó el acuerdo automotor firmado en los últimos días con ese país y aseguró que “le da un horizonte mayor a la industria”. Aunque sin precisiones,
dijo que hay experiencias internacionales que solucionan diferencias de tipo de cambio
El embajador de Argentina en Brasil, Carlos Magariños, ponderó el acuerdo automotor firmado en los últimos días, que prevé una integración productiva y un comercio equilibrado con vías al libre comercio entre ambos países hacia el año 2020, y aseguró que el Gobierno nacional trabaja para devolverle competitividad a la economía.
“El Gobierno está haciendo un esfuerzo fenomenal para implementar una serie de reformas en el marco normativo, que le devuelvan competitividad a la economía que iba camino a desbarrancarse si se seguía con el rumbo que traía hasta fines del año pasado”, dijo el funcionario a Comercio y Justicia antes de la disertación que brindó ayer en el seminario “El comercio y el contexto político-económico”, organizado por la Cámara de Comercio de Córdoba (CCC).
Consultado respecto de la solución que había pensado el Gobierno al que representa para sortear la diferencia relativa a competitividad que marca el tipo de cambio en el comercio bilateral, Magariños dijo que no tenía respuesta aunque indicó que “hay muchas experiencias en el mundo en esta materia. Los dos ministros de Economía van a trabajar en eso. Me parece prematuro plantearlo ahora, cuando Argentina está tratando de implementar algunas medias económicas para organizar el marco normativo, y Brasil está en un proceso similar con algunas iniciativas que requieren aprobación parlamentaria”.
“¿Fue apresurado entonces el acuerdo?”, le preguntó este medio, a lo que Magariños contestó: “Al contrario, en un ciclo largo es más fácil amortiguar la diferencia cambiaria que en un ciclo corto”. El funcionario hacía referencia al plazo que queda hasta 2020, cuando se implemente el libre comercio.
“El acuerdo presenta muy buenas oportunidades para la industria argerntina porque le da certeza respecto del marco general en el que van a poder desempeñarse las empresas. Esto no es una formulación de deseo, es una regulación que prevé la aplicación de multas y restricciones en caso de que no se cumpla. Entonces, las empresas deben tomarlo como un indicador para sus políticas comerciales. Es decir, no es algo optativo sino obligatorio”, agregó.