El presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, se comprometió este martes a “concluir” el acuerdo de libre comercio entre la Unión Europea (UE) y el Mercosur durante su presidencia pro témpore, pero pidió al resto de los mandatarios del bloque reunidos en la ciudad misionera de Puerto Iguazú una “respuesta rápida y contundente” a la “inaceptable” exigencia ambiental presentada por los europeos.
“Me comprometo a concluir el Acuerdo con la Unión Europea (UE), que debe ser equilibrado y asegurar el espacio necesario para la adopción de políticas públicas a favor de la integración productiva y la reindustrialización”, indicó el líder brasileño durante su discurso de la Cumbre de Jefes de Estado.
En ese marco, calificó de “inaceptable” la carta enviada en marzo por la UE en la cual, según el gobierno brasileño, existirían amenazas de sanciones en caso de no cumplir con estándares europeos de cumplimientos ambientales.
“Los socios estratégicos no negocian sobre la base de la desconfianza y la amenaza de sanciones. Es imperativo que el Mercosur presente una respuesta rápida y contundente”, apuntó Lula, quien asume la Presidencia semestral del Mercosur.
Previo al inicio de la cumbre, en su programa Conversación con el Presidente, que se emite en los medios públicos brasileños, el mandatario ya acusó a las naciones ricas de no haber cumplido los compromisos globales ambientales mientras buscan exigir a los países en desarrollo que quieren compensaciones para preservar sus bosques, selvas y recursos naturales.
Por otro lado, en la apertura de la cumbre, Lula volvió a defender la “adopción de una moneda común para realizar operaciones de compensación” entre países miembro, que “contribuirá a reducir costos y facilitará aún más la convergencia”.
“Me refiero a una moneda de referencia específica para el comercio regional, que no eliminará las respectivas monedas nacionales”, precisó.
Asimismo, el líder del Partido de los Trabajadores pidió “ampliar y mejorar” los acuerdos comerciales con otros países de la región como Chile, Colombia, Ecuador y Perú, y se comprometió a “reanudar una ambiciosa agenda exterior para ampliar el acceso al mercado de nuestros productos de exportación”, un reclamo de Uruguay.
En ese sentido, Lula instó a una “mayor integración” y “la articulación de los procesos productivos y la interconexión energética, vial y de comunicaciones”.
“A partir de estas premisas, revisaremos y avanzaremos en los acuerdos en negociación con Canadá, Corea del Sur y Singapur. Exploraremos nuevos frentes de negociación con socios como China, Indonesia, Vietnam y con países de Centroamérica y el Caribe”, manifestó.
Asimismo, valoró que con la presencia de la exmandataria Dilma Rousseff al frente del Banco de los BRICS, “se abren nuevos horizontes para que el Mercosur reduzca las asimetrías entre sus miembros”.
Mayor integración
Durante todo discurso, Lula instó a una mayor integración y regional: “El mundo es cada vez más complejo y desafiante. Ningún país puede resolver sus problemas por sí solo, ni puede permanecer ajeno a los grandes dilemas de la humanidad. No tenemos otra alternativa que unirnos”.
“Frente a la crisis climática, debemos actuar de forma coordinada para proteger nuestros biomas y garantizar una transición ecológica justa”, comentó y añadió: “Frente a las guerras que traen destrucción, sufrimiento y empobrecimiento, debemos hablar de paz”.
“En un mundo cada vez más regido por la competencia geopolítica, nuestra opción regional debe ser la cooperación y la solidaridad”, resaltó y también pidió que “frente al auge del odio, la intolerancia y la mentira en la política, es urgente renovar el compromiso histórico del Mercosur con el Estado de Derecho.
“Como Presidentes elegidos democráticamente, tenemos el desafío de enfrentar a todos aquellos que intentan apropiarse y pervertir la democracia. Estoy convencido de que la construcción de un Mercosur más democrático y participativo es el camino a seguir”, concluyó.