La alta presión impositiva es una queja permanente de los comerciantes cordobeses, incrementada en los últimos meses por el aumento de la carga tributaria que impulsaron los distintos niveles del Estado y que aún podría aumentar este año. Según un estudio privado, el costo laboral e impositivo para los comercios locales insume entre 25% y 42% de su margen bruto de ganancia, dependiendo del nivel de facturación y el encuadramiento jurídico.
El Instituto Argentino de Análisis Fiscal (Iaraf) difundió días atrás un estudio realizado por el contador Andrés Mir sobre el costo impositivo y previsional de los comercios sobre sus ventas.
Para ello consideró los siguientes componentes: los costos laborales (aportes patronales y personales, obra social, seguro de accidentes y cuota sindical), Autónomos, Comercio e industria municipal, Ingresos Brutos e Impuestos al Cheque y a las Ganancias. Además se tomaron como parámetros dos negocios: uno más pequeño con facturación anual de 300 mil pesos y sin empleados y otro con volumen de ventas de 600 mil pesos y con un empleado.
El trabajo reveló que, para el caso de un comercio más pequeño, el costo laboral e impositivo -excluido IVA, que es soportado por el consumidor- se lleva entre 25% y 42% de su margen bruto comercial. Para un negocio mayor la carga insume entre 31% y 42% de su margen de marcación.
El estudio consideró que “mientras mayor sea la importancia de ese componente (impositivo), mayor será la competencia desleal que deben enfrentar los comerciantes adecuadamente formalizados” con relación a quienes operan de manera informal. En ese sentido, el trabajo indicó que un negocio “en negro” puede ofrecer precios de ventas hasta 26% inferiores que un comerciante formal para obtener la misma ganancia.