La brecha con el oficial se redujo a 37% en el caso del CCL. El blue también siguió en descenso. Mientras tanto, el Central sumó seis jornadas consecutivas de ventas netas. Así, las reservas cayeron a niveles de enero. Analistas alertan sobre que son claves un blanqueo y una moratoria exitosos, así como un nuevo acuerdo con el FMI
Los denominados dólares paralelos mantuvieron ayer su tendencia bajista, en línea con los últimos 20 días y así, la brecha de los tipos de cambio financieros con el oficial lograron perforar 40% gracias a la fuerte intervención del Banco Central de la República Argentina (BCRA) en esa plaza, que en diez días demandó alrededor de 270 millones de dólares de las reservas.
En tanto, el blue también cayó con fuerza, unos 130 pesos en los últimos 17 días.
La estrategia oficial tiene como consecuencia una sostenida baja en las reservas del BCRA.
La brecha de los financieros está en torno a 37% y la del blue está en 47% (por debajo de 50%). Parece que estos niveles de spread son “aceptables para el Gobierno”, que ve en el 40% un umbral clave y de cierta resistencia, ya que le costó varios días quebrarlo
Sucede que, tal como explicó el economista Christian Buteler “el problema que tiene la brecha es que la inflación está viajando por arriba del crawling-peg, incluso pese a la desaceleración que viene marcando” y al dato que se espera para julio, que estaría en torno a 3,8% y cuatro por ciento.
Señaló que “se sigue percibiendo que el tipo de cambio está atrasado” y consideró que habría que corregir la tasa de política monetaria al alza para quitar presión real al mercado del dólar paralelo.
Recordemos que la tensión cambiaria, que llevó al dólar blue desde alrededor de los 1.040 pesos, que cotizaba a mediados de mayo, hasta los 1.500 pesos que marcó el pasado 12 de julio, se despertó a raíz de la decisión del BCRA de bajar la tasa de 50% a 40% nominal anual el 14 de mayo, lo que equivale a un rendimiento mensual de 3,3%.
El quiebre
Desde ese momento, los pesos empezaron a salir masivamente de los plazos fijos y fueron al dólar. La brecha del dólar blue llegó a rozar 63% el 12 de julio y generó zozobra en la city y el Gobierno. Varios días de volatilidad cambiaria con tendencia alcista llevaron a que el pasado sábado 13 de julio el ministro de Economía, Luis Caputo, y el presidente del BCRA, Santiago Bausili, anunciaran el inicio de lo que llamaron “un nuevo plan monetario”, con el fin, según dijeron, de que no crezca la cantidad de pesos de la base monetaria.
Comprar dólares en el mercado oficial de cambios y esterilizar la emisión que se utilizó a tal fin vendiendo dólares en la plaza financiera.
Una intervención en el dólar contado con liquidación (CCL) se aplicó con el fin de bajar el precio del dólar porque había llegado a 1.500 pesos y la brecha pasó de 15% a 60% en dos meses. Ello viene resultando porque, tal como sostiene el analista Salvador Di Stefano, conocido como “el gurú del dólar”, vemos “un CCL y un MEP que están muy parejos y eso indica que el costo de entrar y sacar plata es casi nulo en Argentina hoy”.
Esto se da en un contexto que es clave para el mercado cambiario en Argentina. “Estamos transitando los meses más complejos para el dólar y la clave ahora, más allá del porcentaje en que se ubique la brecha, es si se acelera o si el Gobierno logra sostenerla en estos niveles”, apunta el economista y director de la Analytica, Claudio Caprarulo.
Reservas
El economista considera que, a partir de octubre, “un buen resultado sería que la brecha se ubique en porcentajes cercanos al 30%” (o inferiores) y que logre sostenerla hacia adelante. Sucede que, tal como plantea Buteler, “la intervención tiene un impacto limitado en el mercado porque no se puede perpetuar en el tiempo dado que este mecanismo daña las reservas y la capacidad del BCRA de acumular dólares”.
“Yo creo que el límite de esta estrategia es el ingreso de dólares. Es decir que van a mantener la intervención cambiaria hasta que consigan fondos”, señaló a Ámbito el economista de un importante banco. Pero el problema principal es la salud de las reservas en esta estrategia.
Sucede que el Central viene vendiendo reservas desde hace seis jornadas al hilo. A lo largo de julio, se registró una venta neta de 181 millones de dólares, la más alta desde diciembre de 2023: se ubican en los 26.399 millones de dólares, el valor más bajo desde fines de enero.
Asimismo, según un informe de la consultora Portfolio Personal Inversiones (PPI), “hacia adelante, su performance debería empeorar dado que la estacionalidad de las importaciones y exportaciones continuará jugando en contra de la acumulación de reservas”. También recuerda que suele vender reservas en el tercer trimestre y, al haber flexibilizado el acceso al mercado oficial para más de 60% de las importaciones, se agregó mayor presión entre septiembre y noviembre, cuando habrá un flujo de más de 100% de las importaciones accediendo.
El gran problema es que el Gobierno busca liberar el cepo hacia adelante y es algo que el mercado le pide insistentemente. En ese sendero, la brecha es un elemento clave y, aunque Di Stefano señala que “nadie sabe cuál es el porcentaje ideal”, él espera que, “en los próximos meses, vamos a ver en breve un CCL aflojando”.
Explica que esto estará relacionado con la cantidad de pesos que va a retirar el BCRA, ya que el Gobierno anticipó que busca que la moneda nacional se convierta en un bien escaso para que los argentinos tengan que vender los dólares que tengan en su poder para cancelar gastos como impuestos. Sin embargo, advierte que el éxito de esta estrategia depende, principalmente, de “que tengamos un blanqueo y una moratoria exitosos y se logre un acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI) que implique un desembolso de 10.000 millones de dólares”.
Esos elementos serán clave para ver una mejora consolidada en la tendencia del dólar. Básicamente, lo que le pide el mercado al Gobierno es la llegada de dólares para garantizar la sustentabilidad de su plan y cumplir con su promesa al mercado de levantar el cepo en algún momento.