La campaña 2022/2023 será la más baja de once ciclos, según el informe de la Bolsa de Cereales local. El valor bruto de la producción caería US$7 mil millones respecto a la campaña anterior. La cosecha será de apenas unas 21 millones de toneladas. El Iaraf alertó por el esfuerzo fiscal extra ante el escenario adverso
La producción de granos en Córdoba en la campaña 2022/23 se ubica a la fecha en el nivel más bajo en once campañas. En otros términos, el valor bruto de la producción caería al menor valor en cinco campañas y disminuirá en US$7.000 millones respecto a la campaña anterior, según un informe de la Bolsa de Cereales de Córdoba (BCCBA).
Con rendimientos normales, indicó el estudio, la producción podría haber superado los 41 millones de toneladas, pero sólo alcanzaría poco más de 21 millones de toneladas. En este contexto, el valor bruto de la producción provincial sería US$7.700 millones menor respecto al potencial.
El trabajo de la entidad incluye la producción de granos en Córdoba de la campaña 2022/23, entre ellos los cultivos invernales y estivales.
La caída de poco más de 21 millones de toneladas, implica una merma respecto al
ciclo anterior de más de 16 millones de toneladas.
“Las duras condiciones que atravesaron los cultivos como precipitaciones por debajo de lo normal, principalmente, sumado a intensas olas de calor, heladas tempranas y caída de granizo, son responsables de esta situación”, señaló el documento.
En ese contexto, el informe recuerda que hay que retrotraerse hasta la campaña 2011/2012 para ver una cifra menor, cuando se recolectaron 18.900 millones de toneladas.
“Marzo comenzó con un desmejoramiento en la condición de los cultivos, lo cual explica los recortes sucesivos en la producción de maíz, soja, sorgo y maní. ️De no revertirse inmediatamente las condiciones ambientales, se esperan mayores caídas de rinde, área a cosechar y producción”, alertaron desde la BCCBA.
Si el clima hubiera sido normal, considera el trabajo, y a partir de la producción potencial de Córdoba, con base en rendimientos promedios, la actual campaña podría haber aportado más de 41 millones toneladas, según la BCCBA, con un valor bruto de la producción récord de US$16 mil millones.
De esta manera, las pérdidas respecto al potencial superan en 20 millones de toneladas por un valor de US$7.700 millones”, aseguró el informe.
En este contexto, el valor bruto de la producción 2022/2023 alcanzaría los US$8.300 millones, cifra que representa una caída de US$7.000 millones menos que la campaña anterior. Es el menor aporte en las últimas cinco campañas y se ubica más de US$1.700 millones por debajo del promedio histórico que, según el BCCBA, es de US$10.100 millones.
En paralelo, el ingreso bruto de la cosecha, descontados los derechos de exportación y los gastos de comercialización, sería de US$5.900 millones, casi la mitad que en la campaña anterior, cuando la cantidad de dólares que quedó entre los actores del proceso productivo fue de US$10.972 millones.
Impacto en las cuentas
Mientras tanto, y según un estudio del Instituto Argentino de Análisis Fiscal (Iaraf), del comportamiento de ingresos y gastos, surgió que el déficit fiscal primario de febrero fuera
de $228.000 millones, equivalentes a un 0,13% del PIB. Si se suma enero, el resultado es un déficit acumulado del 0,25% del PIB. Por lo tanto, en función de la meta del 1,9% del PIB para todo el año, en los próximos 10 meses el gobierno tendría que registrar un déficit del 1,65% del PIB.
En relación a 2022, el déficit en términos del PIB se multiplicó por 2,3 veces, recordó el Iaraf.
Para cumplir con la meta fiscal original, sin sequía, en los últimos 10 meses de 2023 el déficit primario debía reducirse a un ritmo promedio mensual de 0,09% del PIB. Con sequía, que se supone reduciría los ingresos tributarios en 0,5% del PIB, el esfuerzo fiscal mensual deberá ser de 0,14% del PIB.
Del análisis del indicador se desprende, con toda lógica, un mayor esfuerzo mensual
requerido debido a la sequía. Además, se aprecia que aún sin sequía el indicador de
esfuerzo fiscal promedio mensual aumenta para los últimos 10 meses del año respecto
al indicador que se tenía para los últimos 11 meses. El cumplimiento de la meta por
parte del gobierno requiere la generación de nuevos ingresos, de una mayor reducción
real del gasto o una combinación de ambos, concluyó el informe del Iaraf.