ESCUCHARLa baja cantidad de lluvias en el momento crítico para los cultivos tardíos de invierno, así como para los cultivos tempranos de verano, amenaza con poner un freno a la posibilidad del campo de conseguir los dólares que necesita el gobierno. Temor por el impacto de la sequía en la ganadería
De acuerdo con las estimaciones de algunas consultoras del área, orientadas también por los pronósticos elaborados por el Servicio Meteorológico Nacional y otros centros del exterior, tanto la campaña que se cierra como la que ha de comenzar próximamente se verán fuertemente afectadas por un nuevo período de sequía.
No se trata entonces de una buena noticia, porque esa situación coincide -según los expertos- con un momento crítico para el desarrollo de los cultivos. La elevada probabilidad de persistencia del fenómeno llega justo durante el período crítico de formación de rendimientos de soja de primera y maíz temprano en el Cono Sur.
Es en esta línea que este miércoles el Centro para la Predicción Climática, junto al Instituto Internacional de Investigación del Clima y la Sociedad (CPC/IRI, por sus siglas en inglés) señaló que la probabilidad de continuidad de una fase Niña para el trimestre comprendido entre diciembre de 2022 y febrero de 2023 es del 72% versus 61% proyectada un mes atrás. El SMN, por su parte, ubicó dicha probabilidad en 89%.
El pronóstico –elaborado por el CPC/IRI– indica que para el primer trimestre de 2023 la probabilidad de una Niña se reduce a 55%, lo que implica que para entonces se estaría consolidando una fase “neutra” que permanecería hasta mediados de año, morigerando las posibles consecuencias de la sequía en los rindes.
Es por ello que, en lo que respecta al maíz, muchos productores están planificando siembras tardías con el propósito de evitar eventuales restricciones hídricas durante el mes de enero, para esperar una regularización de las precipitaciones a partir del mes de febrero.
En cuanto a la soja de primera, las siembras programadas podrían experimentar retrasos en aquellas zonas que no tengan la humedad necesaria para el “arranque” del cultivo. Cabe destacar que, según los registros del SMN, en lo que va del mes ha llovido aproximadamente la mitad del promedio histórico.
Bolsa de Comercio de Rosario
Por otra parte, la sequía también le pega duramente a la ganadería. De acuerdo con los testimonios recabados por el sitio especializado Bichos de Campo, dos analistas anticipan que caerá la oferta de ganado para faena durante el próximo año, afectando lógicamente los precios de la carne para consumo.
Fernando Ferrari, veterinario y asesor en Lobos, Buenos Aires, y además coordina la comisión de carnes de la Confederación de Asociaciones Rurales de Buenos Aires y La Pampa (Carbap), sostuvo: “Esta sequía es peor que la de 2008/09 en esta zona”, que llevó a una liquidación de 11 millones de animales, el 20% del stock vacuno de ese entonces. El veterinario aseguró que el escenario es complicado, por cuanto “en 10 meses llovieron solo 360 milímetros. Hace 60 o 70 años que no teníamos una seca tan larga”.
Muchos terneros que están yendo al engorde a corral deberían estar haciendo recrías pastoriles para entrar a terminación el año que viene, situación que debe adelantarse por la falta de pasto. Este adelantamiento del engorde está generando una sobreoferta para la faena, lo que indica que en 2023 faltará la carne de aquellos animales que salgan antes al mercado.
Por su parte, Carlos Federico Kohn, productor y asesor en Tucumán, dijo que esa situación debería generar una suba de precios, aunque duda de la respuesta del mercado local. “Es preocupante lo que sucede en el consumo interno, el corte que más se vende es carne picada, la gente quiere comer carne vacuna pero no tiene posibilidades”, aseguró.
El escenario para el 2023 asoma complejo. En un contexto de falta de dólares -que empuja al gobierno a distintas innovaciones para conseguirlos- una mala performance del principal sector de la economía nacional significaría una alta probabilidad de encontrar turbulencias en el camino trazado para ordenar la economía.
