La producción de acero crudo registró en junio un crecimiento de 66% respecto a igual mes de 2020, al sumar un total de 400.300 toneladas, mientras que frente a mayo pasado marcó un aumento de 2,4%, informó la Cámara Argentina del Acero.
En junio, la demanda de acero para la fabricación de maquinaria agrícola e implementos, y la construcción siguió siendo sostenida, en línea con los meses previos, a lo que se sumó el buen desempeño del sector automotor, en el que la producción de vehículos registró una suba de 14,5% respecto de mayo.
En sentido contrario, los despachos a fabricantes de envases para alimentos y desinfectantes, y electrodomésticos, ingresaron en un período de baja estacional, luego de haber recompuesto sus inventarios tras el buen momento que atravesaron en el cuarto trimestre del año pasado.
El informe de la cámara que nuclea a las principales empresas siderúrgicas subrayó también que los despachos al mercado de la energía en el ámbito local continuaron creciendo en junio, mientras que la exportación de tubos de acero, también fuertemente ligada a ese segmento, se mantuvo estable en niveles similares a los de meses previos.
En lo que respecta a la pandemia, la entidad empresaria dijo que “las plantas productoras de acero argentinas continúan extremando las medidas de operación segura con los correspondientes protocolos, implementando los aislamientos de contagiados y preventivamente de grupos de trabajo por contacto estrecho” y advirtió que “durante los últimos meses se registró un aumento de los contagios, principalmente entre el personal más joven.
El informe también precisó que la planta de Gerdau Argentina comenzó en junio a recibir parcialmente suministro de oxígeno, lo que le permitirá ir normalizando de a poco su operación durante el corriente mes de julio.
“La falta de normal abastecimiento de materia prima para la laminación continúa afectando el normal abastecimiento de productos largos para el sector de construcción, así como algunos otros segmentos industriales”, señaló la cámara.
Otra cuestión a tener en cuenta es la evolución de la operación de la denominada “Hidrovía”, en especial lo referido a dragado y balizamiento; así como con la actual nivel del río Paraná que genera preocupación debido a la bajante histórica que presenta y que no muestra signos de mejoras en los próximos meses, lo que podría afectar la importación de materias primas para el sector siderúrgico desde Brasil, indicaron fuentes de la entidad.